Aquella parada del autobús...

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"A veces solo veo la vida pasar, las 6:33 mirando por la
ventana del autobús mientras la ciudad no para, el ruido no cesa,
yo solo tengo mi pequeña libreta y un lapicero azul, 
la libreta está llena de certezas mientras mi vida fluye como fluye el tráfico" 

- Willy Blue.



Eran las 6:25 de la tarde, el sol ya había empezado a bajar y el cielo naranja se posaba sobre el horizonte mientras yo con mis audiófonos puestos me dejaba seducir por la hermosa melodía de "affection" de cigarettes after sex, esperando pacientemente el autobús número 11 que me llevaría a mi hogar luego de 45 minutos de trayectoria los cuales se hacían más cortos si tenía algo para leer o música en mis oídos; Siendo la hora que era no esperaba encontrar asiento y ya me había hecho a la idea de que me tocaría de nuevo ir parado al lado de un amable y sudado señor que oliendo a cebolla por su arduo trabajo me haría conversación mientras yo con mi indiferencia intentaría evitar siendo lo menos grosero posible.

Para mi grata sorpresa luego de pagar el pasaje y acomodarme la mochila pude ver que al fondo había 2 puestos vacíos, esboce una pequeña sonrisa y me apresure hasta el final del autobús y me senté, dichoso de poder ir sentado todo el camino o hasta que alguna señora mayor se subiera y tuviera que por decencia cederle mi puesto luego de que ningún otro de los presentes le diera la silla lo cual ya había pasado en más de 4 ocasiones siempre en la misma ruta, la playlist de mi celular seguía avanzando y mirando por la ventana me di cuenta que estaba empezando a caer algunas gotas de que se estampaban contra la ventana del autobús, en ese momento oyendo "crazy" de Aerosmith en mis oídos mi cerebro tuvo un arrebato de inspiración y decidí sacar mi pequeña libreta y escribir, mire la hora y empecé con eso a crear unos pequeños versos que se me vinieron a la cabeza.

Pasaron varios minutos y nadie se subía, mi asiendo de al lado seguía vacío, yo había terminado de escribir y había guardado mi libreta cuando en una esquina una sombra hizo parar en autobús y se subió, tenía el cabello húmedo y su blusa con gotas de agua salpicadas por todos lados, era claro que había pasado varios minutos en la lluvia esperando, era una bella señorita, tez blanca, ojos color caramelo, cabello ondulado que ni por la humedad se hacía más liso y unos lentes color vino tinto que hicieron que me fijara en ella; ella mirando hacia el fondo ve que hay una silla vacía a mi lado y me mira, yo con una pequeña seña con la mano le dejo ver que se puede sentar y ella pasa entre los asiento hasta llegar a mi lado.

— Casi que no consigo transporte pensé que me mojaría más pero menos mal este bendito bus paso rápido y solo tuve que esperar 5 o 6 minutos bajo la lluvia — ella se da cuenta de que tengo audífonos puestos y detiene sus palabras abruptamente.

— Yo me rió mientras me quito los audífonos de los oídos y le respondo — no se preocupe tenia música puesta, pero la tengo en el volumen exacto para poder escuchar a las personas que me hablan y dando respuesta a su charla le puedo decir que menos mal este bus llego a ser su salvación para no mojarse más y terminar resfriada o con alguna pulmonía.

— No es la primera vez que me pasa esto de mojarme y pues espero que lo poco que me alcance a mojar no desemboque en una gripe porque si es así en ese caso usted también terminaría resfriado — ella sonrió mientras ponía su cabello hacia uno de sus hombros, me miro de arriba abajo como buscándome algo para poder seguir charlando.

— Mi descortesía no tiene límites señorita mucho gusto me llamo Willy — extiendo mi mano esperando que no se le haga raro mi gesto de querer presentarme.

— Ella estrecha mi mano y para mi sorpresa me responde — mucho gusto Willy mi nombre es Samantha pero todos me llaman Samy.

Luego de aquella presentación todo se volvió más fluido y la charla giro en torno a cosas personales, supe que tenía 1 año menos que yo, que estudiaba arquitectura y que los fines de semana trabaja como cajera en un supermercado muy conocido de la ciudad, solía ir mucho a ese lugar porque vendían un muy bien café granulado y me quedaba cerca de casa.

— yo ya te dije lo que estudiaba, pero ahora dime tu que estudias porque pareciera ser que solo yo estoy hablando — se mostró curiosa esperando mi respuesta.

— Soy estudiante de último semestre de licenciatura en literatura — dije eso esperando una respuesta burda o negativa sobre que ser profesor de literatura no daba dinero o algo así.

— oh vaya si no estuviera a punto de bajarme quisiera leer todo lo que escribes y lees ya que yo adoro leer, sé que esto suena un poco raro, pero ¿podrías darme tu numero? — saco tu teléfono de su bolsillo y me lo extendió con la pantalla de llamada para yo escribir mi número.

— Seria un placer poder seguir hablando contigo — agarre su teléfono y puse mi número y lo guarde como "Willy Blue" y le hice saber cómo lo había guardado.

— te escribo apenas pueda señor Willy — yo me apresuro a darle la mano, pero ella me jala y me da un beso en la mejilla dejándome un poco de su brillo labial en el cachete, debo decir que tenía un delicioso aroma a verano cuando todo en aquel autobús olía a húmedo.

Luego de que aquella bella dama se bajó me di cuenta que no quedaba tan lejos de mi casa ya que a los 5 minutos de ella bajarse me baje yo ya que había llegado a mi destino, con el único deseo de recibir el mensaje que ella me había prometido; ya era noche y solo me acompañaban las luces de la carretera hasta llegar a mi casa para poder tomarme un café y comer algo que estaba muriendo de hambre. 


Esos ojos eran poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora