Capitulo II

56 7 0
                                    

Puedes cerrar
los ojos a cosas
que no quieres
ver, pero no
puedes cerrar tu
corazón a cosas
que no quieres
SENTIR


Cuando de repente me chocó con alguien y estoy apuntó de caerme para atrás pero unos fuertes brazos me agarran cuando levanto mi vista veo a un chico alto castaño y con unos ojos grises mirándome fijamente.
-Lo siento, no estaba mirando por donde iba- le dije un poco avergonzada.
-No te preocupes, por cierto ¿eres nueva por aquí? Porque no te había visto antes- me pregunto el chico.
-Sí, soy Zoe Sánchez, encantada
-Yo soy Jeremy...Espera como has dicho que te llamas- me dijo Jeremy, parecía sorprendido.
-Me llamo Zoe Sánchez -le volví a decir.
-Tienes que venir conmigo ahora mismo- me dijo, me cogió del brazo y me arrastró hasta la habitación 107 donde estaban 1 chica y 3 chicos más, todos están pasando su mirada de mí a Jeremy como si fuera un partido de tenis con cara de confusión.
-Dani es Zoe, Zoe Sánchez- entonces uno de los chicos se levanta y viene corriendo hacia mí y me da un fuerte abrazo, yo no entendía nada, no sabía porque este chico me estaba abrazando ni porque todos me miraban así pero estaba segura que tenía que ver con mi apellido.
-Zu, no me puedo creer que seas tú llevo tanto tiempo buscándote y acabas viniendo tú a mí- me dice el chico que creo que se llama Dani, se me hace familiar pero no se de que.
-¿Nos conocemos?- le pregunte, él se separó de mí y me miró a los ojos, sus ojos en ese momento brillaban pero luego se oscurecieron y a la vez se nublaron mientras se masajeaba el antebrazo al recordar algo del pasado
-Sí, eres mi hermana pequeña, soy Daniel Sánchez, tu hermano- me contestó, mi cara debía de ser de confusión total porque me siguió contando.
-Cuando nuestros padres se separaron tú tenías 1 año pero yo tenía 3 años y me acuerdo que mamá intentó llevarnos a los dos con ella pero papá que había bebido alcohol como siempre le pegó una bofetada me cogió del brazo y me llevo con él. Intente buscaros a ti y a mamá pero no me sabía el apellido de mamá y cuando papá se dio cuenta que salía todos los días a buscaros me pegó, me hizo un corte con vidrio al romper una botella que llevaba en la mano y me encerró en casa- me contó, le cogí el brazo izquierdo que era el que se masajeaba y vi una cicatriz de un corte, a mi hermano se le saltaban las lágrimas, así que se las limpié y le abraze- ¿Como esta mamá, Zu?- en ese momento yo empecé a llorar porque me di cuenta que ahora desde el reformatorio no tenía la forma de salvarla.
-Mal, Dani, mamá se muere.
-------------------------------------------------
Siento tardar tanto en publicar pero tengo muchas cosas que hacer y otras dos historias a medias que hacer así que por favor votar la historia que le pongo mucho esfuerzo y tiempo y compartirla para que más gente la lea.
PDiggle.

El Reformatorio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora