CAPÍTULO 3

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Dos días después de que Camila se enteró de que su mejor amigo es homofóbico, hablo con Sergio:

Camila no pudo decirle a Sergio que Roberto era homofóbico, pero Camila pensó que iba a ser su problema porque no quiso escuchar

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Camila no pudo decirle a Sergio que Roberto era homofóbico, pero Camila pensó que iba a ser su problema porque no quiso escuchar.

Al siguiente día, Camila estaba en la cafetería, tratando de localizar a Sergio para advertirle. Le pidió ayuda a Vicky para buscarlo.

Buscaron en los baños, en sala de maestros, en laboratorio, y no pudieron encontrarlo. Vicky le dijo a Camila:

-Ya ni modo... Vamos otra vez a la cafetería por pollo.

Y entonces Camila y Vicky regresaron a la cafetería. Ya en la cafetería Vicky vio a Sergio, vestido de negro, con una rosa en una mano y una carta en la otra, Roberto estaba a 5 pasos de Sergio entonces se acercó lo tomo del hombro y le dijo:

-Hola Roberto quiero que sepas que... Me gustas y te quería decir si... ¿Quieres ser mi novio?.

Roberto se volteó y le dijo:

-Perdón,¿Qué dijiste?, Traía puestos los audífonos.

Sergio tomo del cuello a Roberto y lo besó. Roberto lo tomó de la cintura y lo empujó y le dijo:

-Que te pasa!!!. Que asco. Voy a tener que lavarme la boca.

Y Roberto fue corriendo al baño a lavarse los dientes. Sergio se cayó en sus rodillas y empezó a llorar tapándose la cara con las manos. :(

Camila se acercó y lo abrazo.

Sergio dijo llorando:

-No sé cómo explicar lo que siento ahora...

Y se levantó, se limpio las lágrimas, y dijo:

-Un hombre no va a deprimir.

Tomó su rosa la olió, la apretó con las manos y la tiró en la basura. Sergio fue al baño y se topó con Roberto y Sergio paso como si nada hubiera ocurrido y ahora Roberto se sentía mal por lo que había dicho. Salió corriendo del baño y fue corriendo a la cafetería y le preguntó a Camila:

-¿Qué puedo hacer para que Sergio me perdone?.

Camila le dijo:

-Primero que todo discúlpate con el.

Así que Roberto regreso al baño y tocó la puerta del inodoro en el que Sergio entró a llorar. Y le dijo lo sig.:

-Mira Sergio... Eres buena persona pero yo no soporto ver un hombre con otro. Lo que ustedes llaman homofóbico pero podríamos intentar algo... Si eso te hace feliz.

Sergio abrió la puerta del inodoro y dijo:

-Osea que vamos a ser novios.

Roberto con un nudo en la garganta le respondió:

-Si, obviamente si tú quieres.

Y Sergio dijo:

-Claro.

Aunque Roberto era homofóbico pensó que tal vez Sergio era el chico que lo podía cambiar. Así que los dos salieron tomados de la mano del baño y Álvaro pasa a su lado y les dice:

-Ya te volviste joto.

Y Roberto le dijo:

-Si, y estoy orgulloso de ello.

Y siguieron caminando hacia la cafetería. En la cafetería estaba Camila y Vicky (comiendo), y Camila le pregunta:

-Entonces ¿qué pasó en el baño?.

Y Roberto y Sergio le dicen:

Sergio: como vez triunfo el amor.

Roberto: y ahora ya nada nos va a separar.

Camila siguió su camino y se topó a Daniel y como vio que estaba muy solo decidió hacerle compañía:

Empezaron a hablar sobre el amor.

Camila le decía a Daniel, que para ella es el sentimiento más hermoso del mundo. Y Daniel le decía que un buen amor siempre es aquel que te apoyaba en tus momentos más tristes y te alegraba en los mejores. Camila empezó a llorar y expresar todo lo que tenía en el corazón y Daniel también.

Ahí Camila se dió cuenta que su verdadero amor es Daniel. Obviamente no se atrevió a decirle.

Ya en el salón Camila seguía platicando con Daniel cuando de pronto el maestro Alfredo dice:

-Hoy hay examen sorpresa.

Camila comenzó a temblar... Por lo que ya saben qué pasó.

Y el maestro comenzó a caminar por las filas diciendo:

-Guarden sus libros, usen un lápiz del número dos, no del número tres, no del número cinco y sobre todo pongan atención. El examen empieza... Ahora

Camila se sentía nerviosa solo se sabía veinte preguntas de las 60 que eran. No se acordaba de las fórmulas y en un abrir y cerrar de ojos, boom, el tiempo se había terminado.

Y Camila solo había respondido 5 preguntas.

El profesor Alfredo dijo:

-Camila... Pasa a sala de maestros.

Camila ya sabía que no había ningún maestro en la sala de maestros, así que dijo:

-Mejor dígamelo enfrenté de mis compañeros.

Y el maestro respondió:

-No, a sala de maestros.

Entonces Camila tuvo que ir. En la sala de maestros todo olía a viejito y a podrido así que espero afuera.

El maestro Alfredo dijo:

-Entra.

Y los dos entraron.

El maestro le dijo:

-Mira, Camila, si repruebas mis materias repruebas el año escolar. Así que te conviene aceptar mi oferta. Solo tú y yo... Juguito de mango.

Y Camila le dijo:

-Lo voy a pensar.




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