2.9

888 127 69
                                    

La escuela y el trabajo lo mantenían ocupado, por lo que sus días libres son muy escasos gracias a que el estudio de Kevin ha estado yendo de maravilla trayendo muchos trabajos por la ciudad, y de vez en cuando fuera de esta, pero no se queja del ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La escuela y el trabajo lo mantenían ocupado, por lo que sus días libres son muy escasos gracias a que el estudio de Kevin ha estado yendo de maravilla trayendo muchos trabajos por la ciudad, y de vez en cuando fuera de esta, pero no se queja del todo pues la paga es bastante buena que incluso puede darse el gusto de comprar doble almuerzo en la universidad o hacerle detalles a su madre. Agradecía que el canadiense sea tan accesible con los horarios y de esta forma no le afecta tanto en la escuela. Se podría decir que las últimas semanas han sido intensas pero agradables y eso le mantiene la mente enfocada en no preocuparse por lo malo.

El televisor se encontraba encendido pero su atención se postró en el reloj en una de las paredes, casi serían las once de la noche y su madre no ha llegado, se le hizo extraño. La mayor trabaja en una clínica haciendo limpieza por las noches y regresa por la mañana, pero suele llegar a casa para comer antes de dirigirse a tal lugar, ¿acaso debía pasarse directo al trabajo y olvidó avisarle?

Meow.

Su pequeño felino apareció caminando plácidamente para terminar acostándose sobre su regazo, este exigía por alimento y gustoso cumpliría su pedido. Olvidando por un momento el asunto de su madre, se dirigió a la cocina con el felino siguiéndole, el pequeño entendía a dónde se dirigían y para qué. Vació una lata de alimento en el plato y de inmediato se acercó el felino a comer.

Sonrió al verlo y notar lo lucho que ha crecido, recuerda casi perfectamente el día en que lo encontró vagando por la calle, estaba muy pequeño y era de color blanco con rastros de suciedad, tendría alrededor de dos meses y caminaba aquella noche buscando por alimento o tal vez a su mamá.
Llamó su atención ya que estaba muy delgado y viéndolo de cerca, tenía un ojo de diferente color que el otro, uno azul y otro café claro.

Quedó sorprendido por ese detalle, eso lo incitó más a recogerlo y llevarlo a casa a ver qué pensaba su mamá al respecto de adoptarlo. Era la primer vez que tendría a su cuidado a otro ser vivo que se sentía ansioso y emocionado a la vez. Por suerte, su madre estuvo de acuerdo, pues notó lo emocionado que estaba el castaño por adoptar al pequeño felino y además sería de buena compañía. Lo llevaron al veterinario para que lo revisaran adecuadamente, luego de varias horas, regresaron a casa con el pequeño ya limpio y con inyecciones aplicadas.

Más tarde se encargó de investigar sobre la raza de este pues nunca había visto en su vida a un gato así. Fue como descubrió que Fennec es un gato conocido como "Ojo de diamante", raza originaria de Tailandia y que consideran, son de buena suerte. Desde ese entonces, ha cuidado a Fennec —nombre que le dió cuando se percató de lo veloz que es el felino— como si de su hijo se tratase. Ha estado con él desde sus quince años que, no se imagina su vida sin esa bola blanca y lindos ojos molestándole por las mañanas, arruinando sus muebles o zapatos.

¿Qué habrá sido de él mientras estuvo en coma? Pues no mucho dice su madre, aunque sí se comportaba distinto, se le veía inquieto vagando por la casa, tal vez buscándolo. Tiempo después continuó normal dando por hecho que no lo vería más.

Alexitimia; SeungInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora