POV MAHIRO
Eran las 16:30 p.m. cuando abandoné la casa en la cual había vivido los últimos ocho años con mi madre y había cogido rumbo a la ciudad.
Tras dejar mi bolso en lo que se convertiría en mi nuevo hogar, fui al despacho del director del instituto Karie.
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Toqué la puerta y la abrí al escuchar un “pase” del otro lado.
Un señor de pelo largo y castaño, ojos ambarinos y tez morena de unos treinta años estaba sentado en una silla recubierta de cuero. En la mesa había dos pilas de papeles amontonados. Las paredes eran amarillas con pinceladas blancas.
Me acerqué al hombre.
-Buenas tardes –saludé. –Me gustaría inscribirme en este instituto, por favor. –Ya lo sé. A veces llego a ser muy directo.
-¿Cómo te llamas?- preguntó recorriéndome con la mirada.
-Hitsuwa Mahiro –contesté sin expresión alguna en el rostro, impasible.
- Yo soy Makio, director de este instituto –se presentó. – Encantado de conocerte, Hitsuwa-kun.
-Igualmente –le estreché la mano. Doy gracias a que tengo puestos los guantes.
-Antes de hacer los trámites para la inscripción, déjame aclararte…-empezó a nombrar unos puntos que había que dejar claros (por poner ejemplos el respeto, la buena convivencia con los demás alumnos etc.) –Puedes empezar las clases el próximo lunes.
-De acuerdo-acepté.
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Llegué al apartamento y encendí la luz. No había cambiado nada desde la última vez que vine con mi madre hace 10 años, eso sin contar con la suciedad acumulada y las telarañas que colgaban en las esquinas.
-No tomará mucho –me dije y me puse a limpiar.
30 minutos después, el apartamento o “mi casa nº 2” estaba impecable y empecé a colocar mi ropa en el armario y a llenar la habitación con mis cosas. Lo demás lo compraría después. Cuando terminé me tumbé en la cama, agotado.
-Mamá –susurré. Con el recuerdo de ella sonriendo, me quedé dormido.
LUNES SIGUIENTE
El sol me daba en la cara, pidiéndome despertar con sus luminosos rayos. Me volteé al otro lado de la cama queriendo dormir pero mis ojos se abrieron como platos.
-Maldición –es verdad, hoy comenzaba las clases y ya iba tarde (según él).
Me levanté de un salto, cogí ropa limpia y me di una rápida ducha. Desayuné unas tostadas con mantequilla de cacahuete y zumo de naranja antes de salir por la puerta y correr como alma que lleva el diablo los 7 pisos y salir a la calle.
Una vez fuera del apartamento, me fijé en la ropa. Una camisa ajustada blanca junto a una chamarra marrón canela, unos pantalones negros y mis típicas botas marrones. Como precaución, en uno de los bolsillos de la chamarra llevaba unos guantes. No quería que me tocaran y descubrieran que mi temperatura corporal estaba a unos cuantos grados por debajo de lo normal en un descuido.
Suspiré y alcé mi rostro al cielo.
-Me pregunto cómo serán las personas del instituto. -Hacía 10 años que no iba a la ciudad, por lo que desde ese tiempo no recibía clases como los demás. Sumido en mis pensamientos, llegué al salón.
DENTRO DEL AULA 1-A
NARRADOR
-Chicos, chicos –llamó el profesor callando a los bulliciosos alumnos. Todos se colocaron en sus respectivos pupitres y mirando al profesor de literatura. –Os tengo que dar una noticia. Hoy tendremos a un alumno nuevo con nosotros, espero que se lleven bien- todos miraron a la puerta.
Un chico de cabellos plateados y ojos rojos apareció por la puerta. Vestía una camisa blanca ajustada, encima una chamarra marrón canela, pantalones negros y botas marrones.
-Hitsuwa Mahiro, 17 años –se presentó.-No me gusta que me toquen, eso es todo.
Las chicas empezaron a suspirar al ver un chico tan guapo y se preguntaban si les daría su teléfono y muchas más cosas.
Mahiro alzó la vista. Sus ojos se clavaron en un chico sentado al final de la clase que le sonreía. El otro no supo por qué, pero también le sonrió.
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Mi helado Guardián
FantasyMahiro siempre ha tenido a su madre a su lado para protegerlo. Sin embargo, esto cambia cuando se ve obligado a abandonar a su madre y la choza en la que vivía para ir a la ciudad, donde se inscribe en el instituto Karie. ¿Qué pasará con Mahiro? ¿Qu...