-4- POR SEGUNDA VEZ

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Cómo fui tan idiota para no haberme dado cuenta? – exclamó Taeyeon aún llorando.

– Dicen que el amor es ciego, no en vano nunca me cayó bien, aunque jamás me imaginé que tuviera esas tendencias.

– Eso es lo que más me duele, si me hubiera engañado con una mujer creo que hasta lo hubiera perdonado, pero.. un hombre?

– Ya no llores, por favor, no vale la pena que estés así, no por él.

– Es que no sabes el shock tan grande, además ve los papeles, es un estafador profesional.

– Pero sus días de vividor han terminado.

– Eran todos mis ahorros Kook, tengo muchísimas deudas.

– No te preocupes por eso, yo te ayudaré a cubrirlas.

– No, de ningún modo lo voy a permitir, te lo agradezco, pero no es justo que tú pagues por mis errores.

– Para eso somos los amigos y yo estoy en deuda contigo.

– Ni lo menciones, sabes que eres otro hermano para mí.

La seguí abrazando y cuando se quedó dormida la llevé a su habitación, yo también estaba molesto, hablaría con Jihyun, esto no se podía quedar así.

Estaba acostado al lado de Taeyeon viéndola dormir cuando de pronto una imagen vino a mi mente, el rostro del chico de la noche anterior, me pregunté que estaría haciendo, si también ya estaría dormido, ¿volvería a verlo?, pero, ¿por qué pensaba en él?, eso no estaba bien, ¿acaso rompería las reglas esta vez?, cerré los ojos tratando de dormir.

Cuando desperté, Taeyeon ya se había ido a trabajar, me dejó una nota en la mesa de noche diciéndome que me sintiera en casa y desayunara lo que quisiera, me levanté y me dirigí a la cocina, abrí el refrigerador y saqué un bote de leche, me serví en un vaso y después tomé las galletas del anaquel de arriba, me senté frente a la mesa y al terminar le marqué a Jihyun y lo cité a las seis en el restaurante del Signial.

Después fui a mi departamento, me bañé, me arreglé y luego fui a la oficina a ver qué pendientes tenía. A las dos almorcé con Taeyeon, me dio gusto verla más tranquila, eso siempre se lo había admirado, no se clavaba mucho tiempo en las emociones, las vivía al máximo y en poco tiempo las hacía a un lado.

Más tarde me dirigí al Signial, pasé a saludar a Jane y me quedé poco más de una hora platicando con ella y su mamá, estaban tan felices y agradecidas las dos, me alegraba poder contribuir con esos momentos. Iba saliendo de su habitación cuando el celular sonó, era un poco temprano para esas llamadas, sin embargo, lo saqué y miré sorprendido el número, una sonrisa se dibujó en mis labios al ver de quien se trataba.

– Hola.

Estás libre esta noche? – me sorprendió escuchar su tono sensual y me gustó.

– Sí, te veo en el mismo lugar a las ocho, ¿te parece?

No podría ser más temprano?, ¿a las 6:30?– ¿por qué querría verme más temprano?, ¿tendría algo que hacer más tarde?

– Lo siento, me es imposible a esa hora – otra razón más para querer golpear a Jihyun.

Ok, entonces a las ocho – respondió un tanto desilusionado.

– A las ocho, en el lobby, cerca de los elevadores.

Colgué porque se habían abierto las puertas del ascensor y entré, presioné el botón de la planta baja y sonreí ante la expectativa del encuentro nocturno, no estaba muy seguro si volvería a buscarme y no imaginé que llamara tan temprano, de haberlo sabido hubiera citado a Jihyun a la hora del almuerzo, pero pensaba llamarlo yo después de terminar de arreglar ese asunto, quería volver a verlo antes de ir a pasar el fin de semana a casa de mis padres.

LIBRE HASTA QUE TÚ APARECISTE EN MI VIDA   -    KOOKV       ((ADAPTACIÓN))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora