Las voces de Grissel

Capitulo 2

Un hombre de mediana edad y muy sonriente con una camisa que porta el escudo de la Universidad de Belfast me da la bienvenida abriendo una enorme puerta de madera para permitirme el acceso. Frente a mi veo un amplio pasillo repleto de salones en donde circulan alumnos y profesores por todas partes.

- Adelante señorita, mi nombre es Raúl, sígame por favor, la compañeré hasta su dormitorio - toma mi maleta y lo sigo a través de los andadores que conectan con los edificios en donde se encuentran los dormitorios.

En el trayecto me encuentro con chicas que parecen sacadas de una tienda de muñecas de porcelana con ropa que seguro es más costosa que mi casa entera y ni decir de los chicos, me pregunto si todos ellos fueron reclutados en la misma agencia de modelaje, ¿realmente me encuentro en una Universidad?

Después de un largo trayecto veo un letrero que dice "Edificio D", entramos y Raúl llama al asensor, ingresamos y me doy cuenta que Bastián continua con nosotros, por un momento pensé que ya se había marchado. En el elevador se situa Raúl frente a nosotros dándonos la espalda y oprime el número 3, Bastián y yo quedamos detras de él, se acerca a mi oido y me susurra con voz ronca

- No has dicho ni una sola palabra en todo el camino, pensé que serías más parlanchina, pero me equivoqué y me intriga saber en qué estás pensando, Grissy.

- Grissel, para ti soy Grissel. Y ahorrate la intriga, apenas y te conozco ¿cómo esperas que te exprese abiertamente lo que estoy pensando en este momento?

- Y, ¿acaso no es eso lo que estás haciendo ahora? - su media sonrisa me está comenzando a sacar de mis casillas, ¿Quién se cree para tomarse esas libertades?

Cuando el elevador abre sus puertas, caminamos sobre el pasillo deteniendonos frente a una puerta que lleva el número 311

- Hemos llegando Señorita, este es su dormitorio asignado - Raúl abre la puerta y lo primero que veo es que solo hay una cama, parece que Bastián adivina mi pensamiento

- ¡Vayaaa! No tendrás que compartir recámara con nadie más ¡Qué suerte te cargas! Podrás hacer aquí lo que te plazca - me guiña el ojo y me doy cuenta por primera vez que tiene ojos verdes, son preciosos, en todo el trayecto no me había dado tiempo de mirar su rostro a detalle, me quedo mirándolo más de lo planeado y parece darse cuenta. Reacciono y dirijo mi mirada con determinación a Raúl

- Raúl, gracias por tu ayuda, comenzaré a instalarme ¡Buen día! - ignoro a Bastián completamente y antes de darles tiempo a responder intento cerrar la puerta pero un pie atravesado me lo impide. Es Bastián.

- Seguro necesitas ayuda para instalarte - inmediatamente entra a mi dormitorio sin esperar a que yo lo invite a pasar
- Muy bien Grissy, iniciaré desempacando tu maleta - abre el primer compartimento, oh no... ¿no era ahí donde había guardado mi ropa interior?
- ¡Vaya! No sabía que vendían panties de Hello Kitty para adultos, ¡Todos los días se aprenden cosas nuevas! - lo dice bastante serio sosteniendola con las dos manos a la altura de sus ojos para  admirarla mejor.

Esto fue demasiado. Tomo mi maleta y le quitó bruscamente mi prenda de las manos
- ¡Vete! No se quién te has creído para sentirte con la libertad de poder seguirme, entrar a mi dormitorio, hablarme así y mirarme así... - Bastián me mira fijamente sin despegar la mirada de mis ojos y siento un hueco extraño en el estómago, ningún hombre me había mirado así  y estoy comenzando a sentir mucho calor, seguro mis mejillas están rojísimas, tengo que parar lo que sea que esté pasando

- Por favor, vete - me obligó a mirar a mi maleta, cualquier otro lugar que no sea él es buena opción.

Bastián camina directo hacía mi y me da lentamente un beso en la mejilla y al mismo tiempo rosa la palma de mi mano con mucho cuidado, es casi imperceptible pero siento que su roce con mi piel me quema.