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Ambos despertaron en una gran habitación blanca, en medio de un fuerte olor a medicina. Las camas estaban una junto a la otra y los chicos luchaban por permanecer con los ojos abiertos debido a la debilidad en sus organismos.

Jaemin fue el primero en levantarse. Su último recuerdo fue haberse esforzado por sacar su móvil y llamar a su madre para que los recogiera en el parque, para su suerte ella fue de inmediato y al verlos en similar estado no dudó en llevarlos a una clínica.

--Estoy manchado con vómito -susurró Jaemin llamando a la atención del azabache.

Voltearon sus cabezas hacia la puerta al escuchar un sonido desde allí, una mujer con una bata blanca entró inmediatamente seguida de la madre de Jaemin.

Esta tenía una cara de preocupación y en su mano derecha sostenía un pequeño bolso. -- Hijo, traje ropa para que te cambies, dudo que quieras seguir con esa polera manchada -- dijo acariciándole el cabello y el chico le dio una sonrisa agradecida.

-- ¿No me hará un lavado de estómago o algo? Sáquenlo de mi cuerpo --chilló Jeno ganándose una mirada de odio por parte de la enfermera.

--No hace falta, solo te inyectaremos suero fisiológico, estás muy deshidratado -- murmuró ella abriendo un cajón donde se encuentra todo tipo de jeringas.

-- ¿Y a el qué le harán? -preguntó alejándose de la aguja que iba directo a su trasero.

--¿A mi? nada, no vomité, no es la primera vez que me intoxico con nuggets -- explicó encogiéndose de hombros.

Su madre, a su costado, lo miraba con desaprobación al notar que disfrutaba viendo sufrir a su amigo.

--iNo es justo! no volveré a vomitar, lo prometo, pero no me ponga una inyecci ... ¡ouch! -se quejó cuando no pudo evitar que la jeringa hiciera contacto con su piel.

-- Es todo. Descansen, beban mucha agua y procuren no comer comida en mal estado --la enferma le guiñó el ojo a Jaemin, anotó algunos datos en un libro y posteriormente salió de la habitación.

-- Iré a cambiarme --Jaemin tomó el bolso y se escabulló en uno de los pasillos de la clínica.

Su madre observaba con curiosidad a Jeno mientras él intentaba no intercambiar miradas con ella, admitía que se encontraba un poco nervioso, agotado y dolorido.

-- ¿Puedo hacerte una pregunta? -preguntó ella tímida.

--Claro.

--¿De dónde conoces a mi hijo? -- el chico tragó profundo antes de contestar.

--Uhm ... bueno, el solía ser cliente en la tienda donde trabajaba ... -dijo.

--Ahora lo recuerdo -rió.

--¿Tú le ayudate a conseguir trabajo? --inquirió con una mirada picara que asustó al chico.

Jeno pensó por un momento, técnicamente él no le había ayudado. Su tía simplemente lo había contratado porque creía que sería una buena influencia y lo ayudaría a llevar la tienda en su ausencia.

--Algo así -,-él sonrió a pesar de las constantes punzadas en su parte trasera.

La mujer abrió la boca para decir algo pero Jaemin llegó en ese mismo instante.

-- ¿Podemos ir a una casa? -preguntó el colgando el bolso en su hombro.

Las ojeras debajo de sus ojos demostraban el agotamiento de su cuerpo, era obvio que quería marcharse lo más rápido de allí.

--¡Bien!, firmaré unos papeles y nos iremos, los espero afuera --al decir esto se marchó.

-- Lo siento

--No es nada -respondió Jaemin jugando con sus dedos.

--Lo es, fue mi culpa, solo quería llevarte a comer los nuggets que tanto te gustan y terminamos intoxicados -habló decepcionado.

-- Fue ... algo lindo de tu parte -respondió el menor sonriéndole levemente.

Jeno sonrió también, Nana le hizo una seña para que se fueran de allí pero el sonido de su celular los interrumpió.

-- ¡Lee Jeno! juro que cuando llegue a casa lo primero que haré es matarte. ¡Han robado la tienda! --se escuchó a través de la línea.

Era hombre muerto, definitivamente. Y no solo él, también Jaemin.

nuggets #nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora