Bromeó en las costillas, busco en las caras, hago la plegaria diaria y me dispongo a dormitar entre los muertos, despierto después de una ronada noche, el olor a conejo nunca fue mi favorito, aún así me dispuse a desayunar sin decir más, todos los ancianos estaban tranquilos y podía por fin empezar la misa, tengo un don, puedo hablar con los animales, está era la misa para conejos de 6 de la mañana a 8 y media, se llenaba el lugar, pesados respiros me tensaban las cuerdas vocales mientras me lavaba las manos, al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, yacía mi corazón entre la maleza aún oculto para el ignorante y dado a criticar a los conocedores, era mi trabajo, me puse la túnica blanca y me mire doble en el agua, ser de carácter posminario y soberbio, repetí mi plegaria y hale de poemas los dolores de los pobres conejos. Uno de ellos me contó que le había sido infiel a su marido y que ahora se sentía culpable, maldito animal ojito rojo brujuloso que se pensaba el perdón, tome mi violín y quebré mi vara en su espalda hasta que una cruz sangro por su piel, oh conejo, dejadme purificar tu alma o permíteme coleccionar tus pecados, la infidelidad me hacía falta en el porche, el conejo cedió y arrastre sus viceras pecadoras a el muro del olvido, le di un beso en la frente y se fue con una sonrisa en la cara, tome la Biblia, porque se que no digo, es cierto, es mi trastorno, amén.
______________________________________VOZ/ Ana Toira
Estaba ansiosa, mire mi trenza de colores mientras esperaba que Yansan se alistara, Tara preparaba la comida, estaba en la víspera de su boda con el abogado, la acompañaremos a elegir su vestido, Tara era reconocida por ser una increíble perfumista, tenía todo tipo de esencias y locuras, un cabello rizado como el café tostado que se olía en sus ojos, unas cuantas constelaciones que adornaban la parte inferior de sus ojos y un buen órgano latente en ese pecho, era una buena mujer, tal vez entre constelaciones y cielos el último infierno se hace más invisible y menos doloroso, cepillando el río de oro que caía por su espalda largo y sedoso, Yansan era un dado, un dado de 5 caras donde faltaba el número 6, detestaba ese número, cuando fue hecha de útero una mágica tormenta ocurrió y su madre fue envuelta en odio y avaricia, por desgracia muy hermosa, pequeño demonio de ojos fuego, danza en regocijo de Reyes y reinas, porque su piel es tan blanca como la nieve, llueve en sus mejillas la quema del sol rojizo y toma entre sus caderas el espacio de huesos de el cuello a las costillas, mientras desayuné solo pensé en cuando me probaría un vestido igual de blanco a la piel de yansan, mi hombre, padre, el dolor que me causa recordar, pero me siento muy maldecida entre los destinos y el tiempo, el nuevo padre es, como el vodka, tan exquisito como un susurro en la noche, porque por sus venas corre el ron y llora vino blanco, soy una alcohólica, muy alcohólica, mientras esté hombre sea de oh parencia, no dejaré que mi pequeño problema resalte entre las mujeres, me iría feliz al infierno ... Siempre feliz.
______________________________________VOZ/Yansan Vendetta
Mire mi reflejo en el espejo, desnuda mi alma pensaba, porque mis ojos necesitan cubrirse, pueden quemar el ego y asustar a los niños, Diem llegó a mi ventana tan temprano como siempre, le puse un poco de aceite a sus alas, tanto roce con el metal las estaba pelando, Diem me traía los mensajes de mi primo, que estaba en los lugares bajos, sus mensajes sexosos sobre los pezones, tomando y bebiendo describiendome como en una pintura porno, así es el, pero hace mucho calor en mi cerebro como para no decirle a Diem que responda, el diablo estaba últimamente celoso, perdona iré a confesarme a la iglesia, haber si en mis palabras podré hallar mi Donatello constante, una buena torre de conciencia y una copita de aguardiente, me puse un vestido rojo, mis piernas daban bien y podría la imaginación de los hombres volverme lo que deseen pero nunca, nunca, deseo dejar estereotipo y romperle la boca al padre nuevo, una confesión un tanto original es un buen comienzo, puse un velo negro con transparencia cubriéndome los ojos y la nariz, Tara aún seguía en el vestidor,Diem se quedó dormido en el motor del carro y yo me fui caminando a la iglesia.
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La Catedral
RandomCual es la diferencia entre un problema con las drogas y el amor?, Ah sí, el amor enloquece, desecha, destruye, confirma, une y decide entre ella o la muerte, una chica que quizás piensa que no hay un hombre más demoníaco y poeta que ella, se equivo...