¬Otra mentalidad

48 7 1
                                    

Cierra los ojos e imagina que estás en una tierra en donde la maldad se extinguió, los sentimientos son tan puros como el agua de manantial y solo viven seres en una armonía desprendida, en donde la primavera duraría una eternidad. Nunca sería nuevamente invierno, otoño o verano, tan solo existiría la maravillosa época de las flores. Para un pequeño poeta la inspiración se extiende de cualquier parte: los árboles, las flores, la tierra, el agua, el cielo, el universo, las estrellas, las galaxias y hasta los sentimientos de seres humanos... Lo que nadie nunca llegaría a pensar, es que mi mente anestesiada es un mundo por explorar, y la única medicina para los pensamientos psicóticos, es un poco de inspiración para escribir el sentimiento agonizante que se oculta en lo profundo de las acuarelas, que entona el latido de mi corazón.

Un eclipse asemeja la coloración rojiza, a una rosa llena de espinas dolorosas que satisfacen la falta de belleza de una pradera. El sol se oculta y la luna usa su antifaz lleno de una dulzura más falsa que la perfección de múltiples celebridades, porque en el fondo oculta la maldad que seduce la desesperación de la bestia infernal. El sol debería ser oscuridad y los árboles tendrían que poseer verdaderos sentimientos para comprender lo inhumanos que somos. El néctar de las flores sería la cura para el SIDA y las drogas terminarían siendo la solución para el sufrimiento.

El canto de un ruiseñor se esparce como las gotas de la lluvia al llover y se encoge como el sol cuando se oculta detrás de las montañas. Su canto es un desahogo contemporáneo a los delirantes sonidos del ambiente, que acreditando la voz interior, inyectan heroína a la sangre.

 Su canto es un desahogo contemporáneo a los delirantes sonidos del ambiente, que acreditando la voz interior, inyectan heroína a la sangre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La metamorfosis de mis palabras ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora