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Era una mañana tranquila. El cielo despejado, un sol resplandeciente, aire fresco y sin una nube en el cielo. Aunque claro, el clima era lo único hermoso en este mundo.

Bajo aquél cielo hermoso, caminaban muertos vivos, chorreando sangre a su paso, caminando sin rumbo alguno con pedazos de piel, órganos y otras cosas más en sus desastrozos cuerpos. El mundo ya no era lo mismo y eso se notaba demasiado.

Jeon Jungkook, un chico híbrido de dieciseis años que salía de su instituto junto a su amigo y casi hermano Park Jimin para ir a comer algo, fueron testigos de una escena digna de una película de terror. No hay que explicar mucho, ellos salían de su instituto, caminaban en dirección al puesto de comida rápida más cercana que había hasta que escucharon gritos de miedo junto a unos pocos gruñidos que fueron aumentando a medida que pasaban los minutos.

Para suerte de ellos, lograron salir de su ciudad sanos y salvos. Seoul ya no era lo mismo y suponían que el país tampoco.

Jungkook perdió a su madre, única familiar. No sabe que pasó con su hermanito pequeño y tiene miedo al pensar en las posibilidades.

—¿Jungkook? —Escuchó una voz algo lejana. Estaba nuevamente divagando en sus pensamientos.

—¿Qué pasa hyung?

—¿Dónde dijiste que era la casa del árbol?

Park Jimin, también un híbrido pero mayor que Jungkook. Tiene dieciocho años y va al mismo instituto que su menor. Ahora mismo se encontraba manejando hacia la dicha casa del árbol de la amiga de Jungkook, HyunA.

—Estaba cerca de Daegu, al menos eso me había dicho ella

Nuevamente el silencio reinó entre ambos, incomodandolos a ambos.

—Uhm... ¿Estas bien, kookie? —Preguntó en susurro y un poco preocupado. Desde que su madre llamó a su menor, no habia dicho nada y solamente miraba por la ventana.

—Estoy un poco mareado... Todo esto me confunde

—Tranquilo, ya somos d-

—¡Park Jimin, cuidado!

Una niña no más de seis años estaba al medio de la autopista, quedandose quieta y sin moverse de su lugar. Para suerte de ambos —nuevamente—, no chocaron y atropellaron a la niña.

—¿Qué hace esa niña ahí?

—No lo se hyung, pero me da mala espina

Miraron fijamente a la niña para tratar de buscar algo que les diga el por qué estaba ahí. Tenía un osito de peluche en sus brazos, el cabello alborotado, sangre en su vestido blanco y una mordida en su mano.

—Hyung, tiene una mordida...

—Mejor pasemos de ella

Jimim tuvo que rodear a la niña para no matarla. Aunque sabían que ella ya no era un humano completamente, ambos aún tenían corazón.

Park volvió a retomar su camino hacia la casa del árbol de HyunA, pero no contaron con que la niña se subiera al auto y comenzara a golpear el techo. Ambos se sobresaltaron, uno más nervioso que el otro.

—¿¡Cómo mierda subió?!

—¡Hyung, cuidado!

El mayor había perdido el control del automóvil, haciendo que este se moviese de un lado a otro. Intentó mantenerse calmado para volver a controlar el auto, pero la niña tenía otros planes. Bloqueó la vista del pelinaranja y comenzó a golpear el vidrio, agrietandolo solo un poquito.

El auto estrelló contra un árbol con fuerza, matando a la niña y golpeando a los dos híbridos.

Unos treinta minutos después

Ambos se habían desmayado por el fuerte impacto, uno más que fuerte que el otro. Jungkook por suerte recibió solo cortes por el vidrio roto, pero Jimin recibió cortes más graves y un golpe fuerte en su cabeza.

—¿H-Hyung? —Murmuró con sus orejas bajas, tratando de no moverlas mucho ya que estas también habian sido dañadas.

Escuchó un pequeño quejido por parte del mayor y suspiró aliviado.

《No está muerto》

Hyung, ¿cómo te sientes?

—Adolorido y mareado... ¿Qué pasó?

—La niña se subió al auto y perdió el control

El silencio reinó por tercera vez aquél auto y gracias a eso escucharon a lo lejos gruñidos.

—D-Debemos salir de aquí y conseguir otro auto

—Pero hyung, está muy herido

El pequeño —de estatura— bajó del auto con difícultad y miró a ambos lado, caminando medio cojeando hasta la puerta donde estaba Jungkook y la abrió.

—Ven, hay que irnos antes de que esas cosas vengan

Y antes de que pudieran escapar, los muertos vivientes ya habian llegado, rodeandolos poco a poco hasta no tener escapatoria.

—Mierda...

Se metió al asiento trasero y cerró la puerta, bloqueandola rápidamente y asegurandose de que no entren por las ventanas rotas.

—Hyung...

—Tranquilo, vamos a estar bien —intentó calmar al menor— S-Solo cierra tus ojitos y cuenta hasta veinte, verás que todo se irá luego

Y el menor le hizo caso, cerrando sus ojos y contando lentamente. Jimin cerró sus ojos y abrazó a Jungkook con las pocas fuerzas que tenía, sollozando silenciosamente al no haber podido proteger a su casi hermano.

—Dieciseis...

Los gruñidos se escuchaban más cerca de ellos.

—Diecisiete...

Susurró con miedo, pensando que sería su fin.

—Dieciocho...

Golpes en las puertas lo sobresaltaron, pero no dejó de contar.

—Diecinueve... Veinte

Escuché disparos, golpes y a dos personas hablar. Abrió de golpe sus ojos y miró por la ventana, encontrandose con dos chicos totalmente desconocidos para ambos.

Excepto uno, que Jimin conocía a la perfección.

—¿Yoongi?

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World Z Vkook (Omegaverse/ Hibrido) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora