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Capítulo 4:

Capítulo 4:

Lean este capítulo con la canción que deje en multimedia "Taylor Swift - Wildest Dreams"

"Puedo ver el final mientras comienza,  mi única condición es, di que me recordaras de pie en un vestido bonito mirando el ocaso, cariño labios rojos y mejillas sonrojadas, di que me veras de nuevo incluso si es solo en tus sueños más salvajes - Taylor Swift - Wildest Dreams"

Una presión en mi pecho se empezó a crear, varias lagrimas cayeron directo de mis ojos, quería gritar pero ellos seguían ahí. No podía escapar,  siquiera podía moverme, no tenía fuerzas, no tenía ganas de seguir escapando, no me importaba nada.

Él estaba muerto...

Mi hermano estaba muerto...

Lo habían matado...

Varios sollozos se me escaparon sin siquiera poder evitarlos. Los morochos que me estaban persiguiendo se acercaron a donde yo estaba, sin importarles mi estado, me levantaron de un tiro y me llevaron con ellos a una camioneta, no hablaban, no decían nada, solo se limitaban a mirarme con asco y desprecio. Llegamos a un edificio acabado, con varios grafiteos rayados en la pared, introducimos a este subiendo por las escaleras y para llegar frente a la puerta del edificio numeró veintitrés.

Abrieron la puerta dándome paso entre ellos para introducir a dicho lugar, no me resistí a entrar, no valía la pena, nada valía la pena ya, habían asesinado a mi hermano y los haría pagar.

Ahí estaba la persona que asesino a mi hermano Harry Styles con una sonrisa reluciente e incomparable. Me empujaron cayendo de rodillas ante a el sin tener cuidado alguno.

-Cuidado con el trofeo chicos - me dedico una mirada acosadora- Pueden irse, el cuerpo está en el maletero lo sacan y se lo llevan  - Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo poniéndome los bellos de punta - Luego me traen las llaves, estaré un poco ocupado -saco las llaves de la bolsa trasera de su pantalón y se las aventó dedicándome un sonrisa escalofriante.

Los chicos salieron del departamento dejándonos solos a Harry y a mí. Se pare de su asiento y se dirigió a un pasillo.

-Levántate - ordeno, no hice caso omiso, me quede estática viendo la puerta de la entrada acordando que nadie le había puesto seguro. Me levante decidida a ir directo a ella pero una voz me detuvo.

-No intentes escapar, tiene llave, además te encontraría donde sea que estuvieras - dijo de espaldas en el pasillo sin siquiera mirarme. Camine hacia a él, entrando un cuarto donde había una lujosa cama, una lámpara y varia ropa tirada en este. Cerro la puerta tras de mí, voltee asustada. Lentamente se acercó a mi acorralándome con la pared chocando su aliento en mi mejilla.

-Ya te había dicho lo hermosa que eres - susurro en mi lóbulo mordisqueándolo lentamente.

Sus manos recorrieron mi muslo sin siquiera pedir permiso, mis ojos se cristalizaron queriendo delatar lo débil que era.

-¿Porque lo mataste? - pregunte con la voz quebrada, dejo de hacer lo que estaba haciendo para separarse de mí y verme directo a los ojos.

-No lo mate - dijo volviéndose acercar para besar mi cuello, dejando varias marcas en él. Lo separe bruscamente intentado buscar alguna respuesta.

-¿Qué? - pregunte aturdida - Escuche perfectamente como dijiste por teléfono que ya lo habías matado - farfullo.

-No fue a él, linda - rio - Fue al estúpido de su amigo, el que quería llevarte lejos de aquí - se sentó en la orilla de la cama - Sabes el idiota jamás debió de a verme traicionado de esa manera.

-Dylan - susurre - ¿Donde esta? - mi mandíbula se tensa.

- ¿El? - carcajeo fuertemente - El idiota escapo y te vendió a mí - me miro de pies a cabeza - Ahora eres mía - se levantó de su asiento , acercándose a mi lentamente, posando sus manos a cada lado de mi cabeza acorralándome - inquiere levantando una ceja divertido - Solo mía - susurra.