Diario de Brujas || todo comenzó como un juego

LA OUIJA

Diario de Keila Moore.

06/09/2014

Página 02.

Querido Diario:

Nos hicimos amigas por el hecho de que nuestros nombres eran religiosos, nos fascinaba esa conexión entre nosotras, era algo especial, pero ahora algo más nos unió de forma espantosa.

Si en ese entonces nos hubiéramos dado cuenta que jugar con el... todo sería más fácil, no hubiéramos perdido tanto, pero supongo que ya no hay vueltas atrás.

Comenzaré relatando la primera vez que jugamos aquel juego de mesa llamado la ouija.

"-¿Lo compraste?.-pregunté

-Pues, claro. Salió una fortuna, pero gracias a todas pude comprarlo antes que se agotará.-respondió Jana.-Llamare a las chicas para que juguemos.

-Dale."

Jana cogió su móvil y le marcó a las muchachas. Estabamos en mi casa ese día, ese jodido día...

Mientras esperábamos pacientemente, Jana se fumaba un cigarrillo y yo le hacía compañía.
Esperábamos que las chicas se negaran a jugar o por lo menos yo esperaba eso.

Aún recuerdo cuando el timbre de mi casa sonó, sentí ese miedo expandirse por mi cuerpo.

Jana se limitó a abrir inmediatamente la puerta para que las dos individuas ingresarán a mi hogar.
Vi como luego una de ella se dirigía al juego que estaba encima de la mesa de  centro.

"-¿Están listas?.-preguntó Ela.

-¡Claro que si!, sólo es un absurdo jueguito.-dijo Jana con tono de seguridad."

El juego se  abrió... Mara sacó un pequeño recordatorio que provenía de él y lo comenzó a leer en voz alta.

"- No juegues sólo, no jueges en cementerios, despidete siempre."

Jana armó el juego y cogió el master (el triángulo para señalar las letras) lo colocó al medio del tablero.

"-Coloquen todas sus manos en el master y no las retiren.-dije"

Y así fue, cada una poso sus manos en el triángulo. Ninguna se animó a hablar al instante, fueron unos largos minutos en silencio. Hasta que desgraciadamente alguien cogió valor y pudo pronunciar algunas palabras.

"-¿Hay algún espíritu aquí?.-se dijo..."

Nada.

"-¿Hay... algún espíritu aquí?."

Nada.

"-¡¿Hay algún espíritu..."

Todo. El Master comenzó a moverse a la esquina izquierda.
"SI", se detuvo. Al inicio pensamos que una de nosotras había movido el aparato, pero no fue así. Había un espíritu con nosotras en ese instante, en ese precisó momento. Nos observaba, cada movimiento, podía ver nuestros rostros horrorizados y como nuestras manos temblaban.

"-...Hola.-se animó a decir Mara.-¿Eres... malvado o malvada?

"NO"

"-¿Quién eres?.-preguntó Ela."

"U N  A M I G O"

"-¿Un...amigo?.-trage fuertemente saliva."

"SI"

"-¿Necesitas que te ayudemos?.-preguntó Jana."

"E S T O Y   A T R A P A D O   E N   E S T E   T A B L É R O"

Hay se detuvo. Mara quito sus manos, Jana se las cogió y la obligó a que las dejará. Le prometió parar que sólo debían despedirse.
Y tal como prometido, así fue. Nadie quiso volver a jugar. Cada una se fue a su casa y no se hablo del tema.

Me llamo Keila Moore, 17 años de edad, nacionalidad británica.

Físicamente: alta, contextura delgada, cabello hasta el hombro color castaño, ojos color café.

-Keila Moore