Parte 2

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El camino a casa Momo iba pensando que pasaba por su cabeza esa extraña emoción que había invadido su cuerpo la desconocía por completo y la incertidumbre de si su ahora compañera de trabajo se sentiría igual, comió en silencio mientras Mina hablaba aunque Momo estaba presente no la estaba escuchando de la manera correcta, cenaron y ambas fueron a dormir, Momo sabía que mañana sería un día pesado.

Sana:

-Hora de trabajar…- Mi cuerpo aun se sentía cansado, las sabanas aun cubrían mi cuerpo y se podía sentir la calidez de estas y el brusco cambio al momento que me quite las sabanas de encima tome unos segundos para abrir mis ojos por completo sentada en la orilla de la cama, arrastrando mis pies me dirigí al baño, me quite mi pijama y entre a la regadera sentí el agua caliente caer por mi cuerpo aunque aun no me sentía lo suficiente despierta pero senti una sensacion de comodidad así que eso me alivio, la ducha termino y yo salí del baño con la toalla en la cabeza, me coloque una ropa interior de color negro, puse crema en mis piernas y busqué un pantalón gris, una camisa blanca holgada al cuerpo con detalles en el cuello así como pequeños olanes y unas zapatillas negras deje que mi cabello se secara solo mientras me colocaba un maquillaje bastante delicado un poco de perfume y listo.
Tome mis llaves y salí de casa miré mi reloj y aun era muy buena hora para llegar a la oficina me supongo que sería la primera en llegar, el tráfico era tranquilo por lo que mis predicciones fueron ciertas y llegué bastante temprano, saludó al guardia de la entrada y mire a una chica justo en la puerta, achique mis ojos como si de esa manera enfocara un poco mejor. -¿Momo?.- murmure para mi misma que era esa sensación de felicidad, era un sentimiento muy raro, camine hacia ella con un poco de nerviosismo en el trayecto no se porque estaba así.
-Buenos días.- Dije sin hacer contacto visual con la chica que desde que llegué no me quitaba la mirada de encima de reojo le mire y se veía muy linda al parecer entendió esa indicación de llegar temprano. -Buen día, Sana.- escuche que la chica me respondía, dijo mi nombre y sonaba tan bien que mi nombre saliera de su boca, negué para mi misma cuando abrí la puerta ella dejó que pasara primero.

-Hoy comenzó bien el día ¿no?.- Sonaba la voz de Momo camino al elevador de eso en más era todo silencio y así fue como mantuve solo me limitaba a sentir en varias ocasiones, no tenía porque entablar una conversación con alguien que apenas conocía, era una pequeña característica mía que quería quitar no hablaba mucha aunque pareciera muy amigable, no me gustaba entablar conversaciones con personas que apenas veía, mi círculo de amigos era muy pequeño hasta con ellos en ocasiones tendía a ser callada inclusive estando rodeada de ellos era muy difícil para mí  abrirme como debería, me daba miedo.

El camino fue un tanto incómodo quizás para ella que podía ver como jugaba con sus manos, estaba tan nerviosa como yo -Haga un buen trabajo hoy Momo, en su escritorio está todo lo que debe hacer, le recuerdo que estoy ocupada la mayor parte del día así que háblame solo cuando lo necesite.- Sentencie eso último al escuchar que habíamos llegado a nuestro piso, me adelante y fui directamente hacia mi oficina que estaba justo enfrente de la de ella, creo que este sería un día cansado.

Momo:

Realmente no creí que el trabajo iba a ser tan pensando, creí que la loca de Sana cambiaría su actitud estaba pensando que quizás había tenido un mal día pero creo que no así estaba de loca y quizás me iba a enloquecer  a mi también, todo el camino hasta nuestras oficinas fue en silencio si acaso cruzamos algunas miradas pero parecía estar distante o querer estar distante, yo trate todo el camino de buscar algunas palabras pero al parecer la señorita Minatozaki no tenía un dialecto muy amplio o era una pesada, quizás me voy más por la segunda opción.

-Claro que si…-Apenas alcance a responder aquellas últimas palabras cuando ella ya estaba rumbo a su oficina con la palma de mi mano me pegue justo en la frente, “soy una tonta”, dije para mi misma a manera de regaño, arrastre mis pies hasta llegar a mi pequeña oficina, la loca de Sana tenía razón tenía todo lo necesario para comenzar a trabajar y en cada pequeña carpeta había una nota de lo que tenía que hacer, era una caligrafía muy bonita y todo estaba con tinta rosa, sin duda quien haya escrito eso era alguien muy dulce, desvie la mirada hacia la oficina donde estaba Sana estaba anotando algunas cosas en esos mis ojos se abrieron como platos -¿Un boligrafo rosa?- dije para mi misma, y negué en más de una ocasión, no podía ser la misma persona,  no debía ser la misma persona, mientras la miraba pude ver como se me quedó mirando de igual forma, sin querer desvié mi vista a su bolígrafo por lo que pude ver un sonrojo en ella, era muy linda por lo que yo solo me reí y volví a mis cosas.

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⏰ Última actualización: Nov 15, 2019 ⏰

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