Al momento de despertar todo estaba en completa oscuridad, el cuerpo me dolía. Todo me pesaba y me costaba moverme. Se podía escuchar el sonido de agua corriendo a lo lejos. el suelo en el que estaba era blando, al ponerme de pie extendí mis brazos lo más alto que puede intentado alcanzar el techo. Pero no toqué nada, mis brazos se quedaron estirados ahí unos segundos.
Comencé a caminar lentamente moviendo los brazos a mí alrededor intentando tocar algo, note que el aire no circulaba y los ruidos que se alcazaban a oír sonaban muy lejanos o apagados. Avece unos pasos más y pise un hueco y caí de frente, sin la mínima oportunidad de sostenerme de algo mi cuerpo cayó a un vacío. Gire por lo que parecía una cuenca y aterrizé boca abajo, completamente de cara contra aquella superficie blanda.
Me puse en pie, trate de avanzar unos pasos y el terreno se inclinaba hacia arriba de una manera brusca. Estaba atrapado en alguna clase de pozo. Para entonces ya no se escuchaba el sonido del agua, pero se oían golpes amortiguador a lo lejos.
De la nada se escuchó como dos pesados objetos se movían a lo lejos y en las alturas muy por encima de mí se colo una sábana de luz por una abertura en línea horizontal. Este haz se corto parcialmente y el suelo tembló.
La brecha por la que se filtraba la luz se ensanchó dejando ver un techo inalcanzable junto la cabeza de Karina; llevaba el pelo envuelto en una toalla. Para cuando retiro lo suficiente del cajón en el que me encontraba.
Estaba por debajo de su busto descubierto.Sin prestar la más mínima atención en mi, introdujo su mano para alcanzar algo del fondo. Mientras cuidaba cada una de sus movimientos vi como tomaba un par de bragas, de paso puede ver en donde me encontraba.
Estaba atrapado dentro de la copa de un enorme sostén.
Aquello era una situación bastante irreal.
Para cuando vuelvo la vista hacia Karina su mano ya había tomado el sostén de la otra copa y comenzó a elevarlo fuera del cajón. Solo se me ocurrió un cosa: GritarGritar del miedo, por su tamaño, por de la velocidad con la que se movía que era espantosamente rápida. Logré sostenerme de mala manera con un bordado del interior de la copa.
Karina se lo colgo de costado, yo me balanceaba precariamente mientras ella abrochaba los sujetadores del sostén.
No les mentiré, estaba aterrado.
Colgaba a más de 10 pisos de altura del sostén de mi novia mientras ella se vestía.
El ver el suelo tan lejano y pensar en una muerte segura al caer me mantenía decidido.
No quería morir.Yo seguía gritando, en un vano intento de que ella me hiciera caso. El movimiento había cesado de golpe. Y un enorme brazo se colaba por el elástico y me alzó por los aires.
Ese impulsó me dejó caer dentro de la copa justo antes de que entrara su enorme seno.Ahora estaba completamente atrapado, inmóvil justo por bajo de su pezón. Con ambas manos jugueteó un poco con sus senos
La presión que ejercía era inmensa. Y los movimientos bruscos. Al poco los dejarlos caer. Podía sentir cada movimiento que Karina realizaba; Cómo cerraba el cajón de ropa interior y se inclinaba para abrir otro de donde saco más ropa.Desde el momento en que se elevó con las ropas en los brazos pegados al cuerpo la sensación de vértigo no se detuvo. Cada paso que daba era como estar en una montaña rusa.
Karina comenzó a vestirse como si yo no existiera. No podía ver nada, pero lo podía oír y sentír.
Cómo se calzaba las mallas, una falda corta. El sonido de la tela rozando su piel y la ropa interior
Cuando se colocó la blusa. En ese momento la presión aumento y, también lo hizo la temperatura.Al final se colocó un saco y unos tacones.
Ahora solo se oía sus latidos y sus pasos.Por más que lo intentaba no podía moverme, mi cuerpo se comenzó a entumir (dormir).
Intente reacomodar una de mis piernas y mi torso. Pero después de unos segundos sentí cómo algo me presionaban contra el seno. sobre mi espalda dos de sus dedos me empujaban con mucha fuerza, la suficiente para moverme dentro del sostén. Me fueron deslizando lentamente hasta que se liberaron de aquella prisión. Mientras su palma me esperaba fuera de sujetador para atraparme. Cerro su puño a mi alrededor y me dejó a oscurasEso significaba una cosa, Karina podía y dispondría de mí de la forma que le plazca.
El no poder ver y sentir como te desplazan a gran velocidad no es una sensación a la que. Sea fácil acostumbrarse.
Sin mediar una sola palabra colocó su mano a la altura de sus pechos. La abrió y por primera vez desde que me encogí nos miramos a los ojos.
Su mirada era fría, y cortante. Me dieron escalofríos y sentía como un miedo irracional me recorría todo el cuerpo; Desde la punta de los pies, subiendo por mi espalda hasta llegar a mi nuca. Comencé a temblar.
En esos enormes ojos ya no estaba la mujer de la que me enamoré, ni con la que había empezado una vida.
Intente decir algo pero en ellos se notaba algo parecido al asco o al disgusto.Sin darme cuanta me encontraba de nuevo en oscuridad. Cuando Karina abrió su mano solo vi su boca debajo de mi, abierta e impaciente esperándome.
Fue ahí en ese momento cuando me dejó caer.