Capítulo 3

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¡Saludos a todos los lectores de Wattpad! como siempre, les traigo un nuevo capítulo de esta historia de terror, donde se leerá algunos fenómenos que presenciará Toneri con cierta mujer. No los enredo más y vamos a la historia. 

28 de mayo de 1629.

Un nuevo día en mi confinamiento, a cada momento me llegan esas imágenes dignas de un pobre desquiciado de Dios, parece que mi juicio se está deteriorando a cada vez más. Ya no solo son en mis sueños, ahora están en esas risas en los labios de mis ocupantes. ¡Dios! ¡CAYENSE! ¡NO LOS SOPORTO!... Los frailes me sacaron de mi celda y me hicieron rezas varias Aves Marías hasta que no escuchase esos sonidos infernales, luego me hicieron tomar agua bendita y otras cosas para que dejaran de reírse de mis desavenencias. Aliviado de mi castigo, me devolvieron a mi celda.

Mi pesadilla... Creo que inició hace cuatro años. Yo estaba en una de tantos días en el cuartel, habíamos regresado un martes, había ascendido a capitán de la división de infantería, una semana previa, fuimos enviados por orden del corregidor a aplastar una rebelión de indios que estaba haciendo estragos en una zona de Puebla. Fue una difícil afrenta, ya que no deseaban dejar sus creencias paganas, ni sus ritos. Ganamos la pelea, y destruimos sus altares de adoración y sus ídolos diabólicos, también hubo algunos muertos de esos indios. Entramos a sus templos y tomamos todos los tesoros que irían a parar a la corona de España. Fue casi un mes que estuve fuera del cuartel; Regrese a finales de agosto, después de controlar la revuelta de indios.

En ese entonces ya sustentaba el cargo de capitán de brigada de infantería a la edad de 26 años. Mi Madre me decía que tenía que buscar a una esposa, yo me negaba a ese hecho, ya que no me sentía preparado para tal responsabilidad como el matrimonio, pero no perdía la esperanza de tener una familia. Un día, cuando estaba en el cuartel, escuché el rumo que había llegado a Puebla una viuda, acompañada de su hermana y dos mujeres. Decían que ambas hermanas eran muy hermosas y que tenía unos ojos muy raros, pero a la vez hermosos; yo no le tomaba la importancia, ya que lo único que quería era disfrutar mi libertad.

Pasaron los días, y las habladurías de esas mujeres se intensificaron, en especial en la que le llamaban Hinata. Era un nombre hermoso, eso era algo innegable; empecé a sentir curiosidad, ya que decían que era muy hermosa, gentil y compasiva con los indios y la demás gente. Daba dinero a los necesitados. Eso era algo muy curiosos de una mujer, y más si es viuda.

Paso el tiempo, podría asegurar que fueron aproximadamente 3 meses, donde mi curiosidad empezaba a ganarme con cada palabra que la gente decía sobre las damas recién llegadas. En especial de Hinata. Un día, cuando estaba descansando, vi a un grupo de cuatro mujeres caminando por una de las calle hacia la iglesia de la virgen de los ángeles. Todas ellas iban vestidas de negro, dos de ellas tenían los ojos blancos, pero una de ellas portaba las más hermosas perlas que nunca había visto, ya que parecían a la misma luna en una noche de estrellas. Me cautivo tal hermosura, más que las otras tres damas; aunque debo reconocer que al verla me quedé sin una pisca de aliento, ya que nunca en mi vida había visto a tal majestuosa dama. Aunque iba de negro, pareciera una reina que caminaba con su sequito. Muchas mujeres quedaban impresionadas ante tal muestra de esplendor que irradiaba su ser. Pareciese como si todos las respetaban e incluso le saludaban de una forma muy cortes. Era una excelsa mujer, que no podía quitarle la mirada de encima.

Pasé algunos días recordando su cautivadora belleza; día y noche estaba entronada en mi mente, es como si se hubiese introducido en lo más hondo de mi ser; como se me hubieran hechizado de una forma tan sublime y efectiva, que me impedía dejarla de soñar. A mis compañeros les platiqué de la visión del día en que vi a Hinata; algunos se burlaron de mi desafortunada cobardia, otros me alentaban a cortejarla.

La Bruja y el NahualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora