solo un secreto[kookmin]

CAP 08 CAFÉ

—lo… lo siento… mucho Jungkook… —fue lo primero que dije al llegar a su lado, mi voz estaba entrecortada por haber corrido tanto, puse mis manos en mis rodillas y me flexione un poco para regular mi respiración.

Jungkook observó a Jimin por unos segundos, ya se había dado cuenta de la situación, pero no pudo evitar sonreír con lo tierno que se veía, ¿y porque no? confesar lo guapo que estaba.

—No te preocupes tanto, esta bien… De hecho… ¿estas bien? –puso una mano sobre mi hombro y cuando ya me sentí bien, me enderece.

—Solo corrí… Me dormí un poco—susurre, era un tanto vergonzoso de admitirlo, después de todo ya eran pasadas las doce.

—¿Estabas cansado o algo así? —me pareció que lo había dicho de una manera que insinuaba algo, pero al verlo a los ojos no parecía que esa fuera su intención, de todas formas decidí ignorar ese hecho.

—No lo sé… Tal vez debió ser por el frío que mi cama se sintió más cálida de lo normal—Jungkook solo contesto con una sonrisa.

Cuando los dos nos quedamos en silencio, note cuan incomoda era la atmósfera, era muy lógico que fuera así, cuando nos acababamos de conocer y esto en sí era como una cita… Al pensar en ello la culpa volvió a asomarse por mi corazón. Suspire.

—¿Vamos? —preguntó haciendo que lo mirara.

—Si.

Empezó a caminar a un lado de la calle y lo seguí, supongo que el café fue mencionado en algunas de las conversaciones divertidas de Tae y él le preguntó sobre él, o averiguo después de invitarme… Cualquiera de las opciones no me molestaba.

—Jimin…

—¿Mmmm?

—Lindo suéter…

En cuanto lo mencionó recordé mi cuello y mi mano izquierda fue a parar ahí, lo sé, sé que se quiere partir de risa por verme así…

—Es tu culpa… —dije en voz baja.

—¿Qué es mi culpa?, yo solo hice lo que se debía— y fue la gota que derramó el vaso, empezó a reír.

—Ajá, claro, lo que debía haserce ¿no?

—Si, lo que se debía—y me miro levantando una ceja.

—¿Nunca te habían dicho lo pervertidos que eres?

—No, yo soy muy santo.

—Tanto para hacerme esto ¿no?, vaya que santo— y reí.

Pude observar que él también lo hizo.

—No se valía cuellos tortuga…

—Tu me retaste a venir sin maquillaje, no mencionaste nada sobre ropa—lo dije orgulloso de mi mismo, así es, mi carta triunfal había acertado. Llevaba un suéter de lana que tenía un cuello de tortuga, no lo suficiente para tapar todo como lo haría una bufanda, pero lo necesario para no pasar una mayor vergüenza.

—Bien, tomaré eso en cuenta la próxima vez.

—No dejaré que vuelvas a marcarme—dije con una mirada desafiante y agarrando con ambas manos mi cuello.

—Quien sabe…

Después de eso se dedico a caminar y yo también, lo incomodo no desaparecía, pero se olvidaría de a poco.

(...)

Llegamos a un café que no conocía, no estaba muy lejos de la plaza, por ello me sorprendió saber que nunca lo había visto. Jungkook entró y nos sentamos en una mesa redonda, con asientos un poco altos, de esos pequeños sillones que no tienen respaldo alto, para que mentir, no me gustaban, paresiece que en cualquier momento me caería atrás.