Esta mañana me levante con un humor bastante bueno, aunque eso no es algo nuevo en mí, habíamos dormidos los tres juntos, Drew arriba de Cameron y yo acurrucada a su lado, una pose extraña lo sé.
Mire el reloj y eran las 7:45, buena hora para levantarse, el sol ya estaba arriba, fui al baño y arregle mi pelo en una coleta y me quede en piyama, un short corto negro y una remera sin mangas blanca, nada mal. Mamá debería estar en la cocina. Cuando llegue a la cocina efectivamente estaba mí madre allí, riendo sobre la mesada mientras veía unos videos en internet.
-Buenos días mamá –sonreí y me senté en uno de los banquillos de la barra.
-¿Cómo dormiste cariño?
-Dormí de maravilla, hace tiempo que no lo hacia –reí y ella entendió a que me refería.
-¿Ya has comprado ropa para el concierto? –dijo alcanzándome un jugo de durazno.
-No mamá, aunque como estamos recién empezando vacaciones no creo que sea muy difícil conseguirla –reí.
-Ahora estas tan tranquila por ir a verlo, eso que solo falta un día, hace cuatro años, cariño, tu estuviste llorando una semana completa cuando te regalamos las entradas y también recuerdo que tachaste durante cuatro meses los días uno por uno en tu calendario
-¡No me lo recuerdes! –reí y acomode un mechón de mi roja cabellera que caía por mi frente detrás de mi oreja.
-¡Estabas tan enamorada cariño! –rio ella y yo le seguí la corriente, en verdad si uno recuerda eso ahora que estamos bien, podemos reírnos.
-¡Buenos días gente! –entro Cameron con Drew en brazos y se sentó a mi lado- ¿De que reían tanto señoritas?
-De tu novia –rio mi madre por ultima vez y le entrego a Camerón un jugo de durazno y unos sándwiches
-¡Mami! –escuche a Drew por primera vez desde que llego a la cocina.
-¿Qué pasa cariño? –le entregue su tazón de duraznos con crema.
-Quiero ir a ver un partido de futbol, ¡Con Cameron! –dijo con una voz muy tierna, a sus cuatro años habla muy claro.
-Bien, ¿A que hora van a ir? –agarre su pequeña mano y mire a Cameron.
-Dentro de dos horas amor –me respondió Cameron y sentó a Drew en su silla de bebes.
***
Dos horas más tarde me encontraba sentada en mi habitación sola, navegando por twitter, hasta que unas cuantas preguntas vinieron a mi mente, ¿Querría verlo de nuevo? O ¿Solo era impulso?
/ Justin POV’S /
Desperté malditamente mal, los gritos de las chicas no me dejaron dormir en toda la noche, ¿Cómo aguantan tanto?
Había llegado tarde ayer, después de ver a la tal Luna en el centro comercial, hermosa chica por cierto, creo que la conocía de algún otro lugar; estoy segurísimo de eso, para mi no era la primera vez que la veía en la vida.
Esa noche fuimos a una discoteca, nos metimos en problemas y mucho mas, cosas que ahora no quiero recordar.
-¡Que alguien me traiga una maldita aspirina! –grite apoyando mis codos en la cama, no aguanto el dolor de cabeza.
-Aquí tienes idiota –Scott me alcanzo una aspirina y un baso de agua.- ¿La pasaste bien? –dijo con sarcasmo.
-Scott no estoy para estupideces, ojala pueda recuperarme para mañana –tome en seco el baso con la aspirina.