— Esto es una estupidez, Sadie, deja esas luces en paz por favor, ya vámonos, el vecino nos verá. —
Habló el pecoso con algo de nervios, sus tripas se movían como si fueran a salirse de su cuerpo o algo así.
Sadie estaba colgándose de la casa del vecino para colocar unas luces con forma de penes en el techo, yo sabía que estaba haciendo mal, que no deberíamos estar metiéndonos en problemas, ¡y menos en épocas navideñas!
— ¡Oh mierda! ¡Finn! —
Noté a los pocos segundos que ella se había caído en la nieve, que por suerte había amortiguado el golpe.
Un suspiro de alivio salió de mis labios, en serio pensé que ella se había lastimado, así que bajé inmediatamente las escaleras para poder cargarla en uno de mis hombros.
— Es suficiente, Sink, nos vamos. —
Mencioné con firmeza, y ella terminó por asentir con la cabeza, teniendo una mirada de victoria, dirigiendo esta hasta desde donde se había caído. ¡Las había logrado poner!
Los dos nos miramos con unas ganas tremendas de reírnos. Y eso hicimos, ¡nos reímos! el techo de la casa estaba lleno de luces en forma de penes.
Cuando volvimos a casa corriendo, yo aún la llevaba en mis brazos, tratando de aguantar su peso, lo que me causó algo de dificultad, pero al fin y al cabo, lo logré, ¿verdad?
— ¡Ya quiero ver su cara! —
Comentó la pelirroja con ese típico toque de felicidad que a Finn tanto le gustaba. Un suspiro salió de ambas bocas, y finalmente fueron a comer.
Era un 23 de diciembre a las 22:02, y del otro lado de la ciudad, se encontraban también los otros dos mejores amigos, Millie y Noah, los dos eran tan unidos, que ambas familias ya eran una sola, y esta ya era la tercera navidad que pasaban juntos.
Los dos chicos estaban en la habitación, Noah recostado en la cama con los ojos cerrados, descansando un poco, y Millie encima suyo, admirando el rostro de su mejor amigo, la perfección que tenía, lo bonito que era de hecho.
— Eres muy guapo, Noah. —
Decía ella sin vergüenza.
Él la miró.
Y ella lo besó, tal y como siempre lo hacían, era costumbre ya.
Noah le tomó las caderas y la alzó un poco, para que se asentara bien y así hacer el beso un poco más cómodo.
"¿Sabias que te amo mucho?" Salió de la boca de Noah con una sonrisa luego de separar sus labios de los de la castaña.
Cuando ambos sintieron unos pasos, Millie se tiró al suelo, justo a tiempo de que la mamá de su mejor amigo entrara sin tocar.
— Mis bebés, les traje unas galletas y leche. —
POV'S MILLIE
Cuando ella se fue nuevamente, yo solo sonreí nerviosa, ¿qué pensaría Karine si me ve montada sobre su niño comiéndomelo a besos? estaba tan avergonzada...
Sentí un chillido que hizo Noah, por lo cual volteé a verlo, y corrí mi cabello hacia atrás, mordiéndome los labios.
— ¿Qué sucede? —
Pregunté levantándome del suelo, volviendo a la cama con Noah, pero esta vez sentándome adelante suya, dándole la espalda.
Él con sus delicadas manos me acaricio el cabello y lo corrió, dejando mi nuca desnuda, en la cual dejó un ligero beso que me dio cosquillas.
— No entiendo porqué te quieres seguir escondiendo, preciosa... tu sabes que yo... te amo y tú me amas... —
Mi cara se fue tornando a una seria, pero con un toque de tristeza, no quería que nuestra amistad se arruinara por un sentimiento tan inútil como el amor.
Admito que estoy loca por Noah, pero... la última vez que dije que estaba enamorada de alguien, Jacob me botó como si fuera un pedazo de basura.
No quería que nuestras familias se dividieran, ellos de veían muy felices... juntos.
— Noah, sabes lo que pienso de eso. —
Él inmediatamente bajó sus brazos de mi, lo cual me hizo estremecer, no quería que se molestara conmigo, así que me recosté en su pecho y susurré un "lo siento."
— ¿Puedes seguir besándome? —
Inmediatamente tomé ambas mejillas del castaño, comenzando un hermoso beso, que nos llevó a recostarnos sobre la suave almohada.
"NOAH, MILLIE, LA CENA ESTA LISTA." Se oyó de abajo, lo que suspiré un poco y dejé un beso sobre los labios de mi chico antes de levantarme de la cama, poniéndome mi abrigo, yendo abajo antes que el castaño.
La cena navideña estuvo perfecta, comimos todos en familia, éramos como 10 personas en una misma mesa. Lo que más me gustó fue cuando Ava abrió sus regalos. Una linda barbie y varios muñecos que a ella le encantaban.
Cuando nuestros padres se fueron a dormir, nos quedamos solos.
En ese instante, él me estaba mirando, cuando se fue acercando a mi, la piel se me erizó, mis labios fueron atrapados por mis dientes, no podía, no podía dejarme cegar por la tensión sexual entre nosotros, así que le di un beso en la nariz.
— Vamos a la cama, Noah. —
Le dije tomándole de la mano, llevándolo conmigo a la cama, cuando ambos nos acostamos, él me besó el cuello, pero de una manera distinta, quise jadear, pero en vez de eso se me escapó una carcajada.
Lo separé de mí, y dejé un beso en los labios.
— Sí sigues molestándome iré a dormir al sofá, primer aviso. —
POV'S NARRADOR
— ¿Lo ves, Kelly? esos dos son solamente amigos. —
Dijo Karine con algo de gracia, ya que recordó a Kelly tratando de ver por el picaporte a ver qué era lo que pasaba dentro de la habitación de Noah.
— Por dios, Karine, yo sé que tienen algo, yo sé que se besan, Dios, lo presiento... —
Karine rodó los ojos incrédula.
— Te dije que este plan de juntar a la familia sería inútil. Llevan 9 años juntos y aún no dan frutos. —
Kelly hizo lo mismo.
— ¡Tú solamente espera un poco! yo sé que se van a enamorar en algún momento. —
Lo que ambas mujeres no sabían era que... ambos ya estaban enamorados, ambos se besaban como si el fin del mundo se aproximara...
Noah tenía el ojo puesto en Millie, solo en Millie, ella era el amor de su vida, con la mujer con la que quería estar por siempre.