Capítulo 14: Un problema con amor

869 66 1
                                    

-Me debes el granizado.

Ya habíamos salido de los carros de carrera y estábamos caminando a una de las plazas principales del parque para llegar también a los restaurantes que había, nos fuimos discutiendo todo el camino pues el pelinegro no me quería pagar el granizado que habíamos apostado, pero eso también le hacía gracia a él.

-¿Y si hubiera sido yo quién hubiera ganado, me lo hubieras pagado?

Su pregunta me hizo reflexionar, ¿en serio lo haría?, pero al final era una apuesta de los dos, si hubiéramos estado solos, yo había ganado, ¿entonces?.

-Claro que lo hubiera hecho!, pero gané yo! -pero el pelinegro me detiene de un brazo para mirarlo más de cerca y quedar frente a frente.

-Entonces pagame el beso.

Los labios de Jaden se estaban acercando y eso no era parte de la apuesta o no de la mía, así que me alejo de él lo más rápido antes de que me alcance.

-Eso no era parte de la apuesta. -Jaden abre sus ojos y de sus labios sale una sonrisa. -Vamos por mi granizado!

Le suelto una sonrisa y el chico llega a mi lado para seguir avanzando, pero en el camino había otra atracción más y esta era de agua, no habíamos llevado nada de ropa para cambiarnos, pero había un poco de sol calentando la brisa, haciendo el día cálido, pero en cualquier momento podría llegar a cambiar de nuevo.

-Montemos a ese! -fue Jaden el que propuso en montarlo, mientras yo trataba de ignorarlo para no mojarme y más mis zapatos, porque si lo hacía, pasaría todo el día con ellos húmedos, y además me seguía debiendo el granizado. -Y después te pago el granizado.

El pelinegro sabía que se le volvería a reclamar, así que lo anticipo para que no lo estuviera atosigando con eso.

Comenzamos a caminar hacia la atracción, era una montaña rusa de agua, donde llegabas al final y te empapabas completamente por gotas de agua, el parque se iba llenando poco a poco, y en esta atracción había un poco de más personas, al parecer estaban aprovechando que había salido el sol, para calentarse después de una buena mojada.

-Pero vas de primero, que no me quiero mojar tanto.

El pelinegro caminaba a mi lado llegando a la fila y por mi comentario se vuelve hacia mí una vez llegamos, delante de nosotros había un grupo de amigos, al parecer eran un poco más jóvenes que nosotros o eso pensaba, Jaden me toma con su mano derecha por mi cintura, haciendo que pegue más mi cuerpo al de él.

-De todas formas te vas a mojar, no puedes escapar... -y con este va pegando su rostro al mío. -Ó ¿Te da miedo a ti esta?

Juntamos nuestras narices y para mirarlo bien a sus ojos me despego un poco de él.

-Obvio no... solo no me quiero mojar.

Los chicos que estaban delante de nosotros nos miran al ver el contacto que tenemos Jaden y yo, pero estaba aprendiendo a que no me importara, no estábamos haciendo tampoco nada malo, pero también era mi impresión, o al estar siempre a la defensiva, pues note que varios de ellos miraban a Jaden, mientras otros con recelo hacia mi.

-Relajate te puedes sujetar a mi si quieres. -Jaden suelta una risa y me mira con una gran sonrisa en sus labios, me miraba a los ojos, me miraba el rostro como que le gustaba lo que estaba viendo por que por mi parte me estaba muriendo en ese momento de ansiedad.

-¡Jaden! -la voz de uno de los chicos que estaban delante de nosotros nos vuelve a la realidad y al momento, la voz del chico me sonaba bastante familiar, pues era un chico rubio de ojos miel que hacen juego perfectamente con su rostro y color de piel.

No Me Digas AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora