Capítulo 22: Un poco de paz

769 61 0
                                    

Después de que haber rechazado a Jaden y dejar expuesto otra parte íntima mía al pelinegro, no supe como reaccionar a las cosas, me había quedado paralizado ante lo que había pasado, mis deseos físicos me había jugado una mala pasada, dejando expuesto ante el pelinegro.

Me había quedado paralizado por la situación pero no importó, el pelinegro se había quedado un rato más, donde trato de hacerme volver a la normalidad, pero con Jaden me sentía mal, de repente ese sentimiento había cambiado, y sentía miedo.

Jaden sabía parte de mi pasado y desde ese entonces había tratado de llenar eso con cosas lindas, los libros y las canciones me habían ayudado, creo que haber llevado un secreto tanto tiempo me había consumido, la oscuridad quería consumirme de nuevo, por más luz artificial que había tratado de meter en mi vida no me ayudaba, por más alegrías que había tratado de aparentar la oscuridad trataba de hundirme, de atraparme y de llevarme y yo no estaba haciendo nada por remediarlo.

Jaden... ese simple chico... pero que tenía unos lindos sentimientos e intenciones no lo hacían tan simple, pero... ¿Ayudaría a sanar una herida como esa?, o... ¿Simplemente lo dejaría seguir para que tratara de ayudarme? y si... ¿Jaden se cansaría?.

-Sam... no quiero dañarte, perdóname, fue mi culpa haberte llevado a ese extremo, pero... si estas dispuesto... no te presiono.

Jaden se quedó conmigo haciendo que volviera a él, pero mis pensamientos o los acontecimientos del momento me habían bloqueado por completo, el tiempo fue pasando y la noche no se hizo esperar más, pero el pelinegro tuvo que irse.

El chico de ojos verdes se acerco a mi, para besarme la cabeza, y nuevamente me hundí más, aunque me estaba gustando el pelinegro, nunca había tocado el tema sexual con él, y ahora sabía que alguna vez si seguíamos tendría que pasar.

-No te alejes Sam, cuando pensé que te tenía más cerca... ¿Me darás alguna respuesta?

Mirarle el brillo en sus ojos me hizo devolver el alma, entendía que el pelinegro me hacia sentir cosas que pensé que tendría controladas o enterradas en un rincón de mi corazón y mi cabeza, pero sus ojos, su brillo de emoción al verme allí, al tenerme allí, me aseguraba un poco.

Me repetí en la cabeza que iba a dejar de lado mis inseguridades para enfrentarme y arriesgarme al vacío, a caer por Jaden, y es cuando tomo coraje de enfrentar nuevamente la realidad.

Jaden estaba alistándose para salir de la habitación, estaba en el marco de la puerta para salir al resto de la casa y de allí salir, tomaría su carro e iría a su casa, o iría a buscar a alguien más.

-Jaden! -mi voz sonaba apagada y baja, pero bastó para que solo él la escuchara y fijará la mirada en mí. -Espera...

Lo había prometido, después de esta noche me arriesgaría a por Jaden, me abrió a nuevas experiencias con él, es como si ya hubiera aceptado a Jaden del todo en mi vida, pero más bien era aceptarme a mí, aceptar una nueva y mejor forma de pensar.

El pelinegro se acerca lo más rápido posible, para poder quedar frente a mí.

-Sam! perdóname...

-No, no es nada... -lo interrumpí, los dos necesitábamos una explicación de mis actos. -No había pensado que algo así tendría que ocurrir algún día, me bloquee por completo...

-No me tienes que dar alguna explicación, si me quede es para poder demostrarte que quiero poder ayudarte, y entenderte.

El simple comentario me hizo sonreír, y eso hizo entender un poco más de Jaden, y en que la felicidad estaba en las pequeñas cosas, en los pequeños detalles y en los pequeños momentos que me brindaba.

No Me Digas AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora