🌷°etiquetas°🌷
×maylor×
×stripptease×
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Brian era una persona recatada y quien lo conociera no tenía duda de eso. profesor de literatura, buen hijo, siempre inculcando los buenos valores a sus alumnos y demostrando lo buen ciudadano y persona que era.
No sólo con palabras, los hechos bastaban.
Pero nadie, absolutamente nadie tenía noción de lo que él verdadero Brian Harold May era.
Prácticamente siempre había sabido que era gay, siempre aparento ser heterosexual, tuvo varias novias pero estas terminaban siendo más amigas que nada, solo para darle gusto a sus padres aunque a escondidas solo deseara la compañía masculina. En su entorno social sólo lo sabía su querido mejor amigo Freddie. El cual extrañamente tenían eso en común, pero este solo era un secreto. Una complicidad.
A pesar de esto, a sus 26 años no había tenido la oportunidad de haber tenido encuentros o algo formal con algún hombre, nunca tenía oportunidad, o nunca se había presentado. llevaba vario tiempo reprimido y cada vez se sentía más sofocado ante eso.
Ante un intento burdo de safarse un poco de la reprimidad creía que no era tan mala idea lo que iba a hacer, inhalo, exhalo, apretó fuertemente la perilla de ese lugar , lo suficiente para marcar sus nudillos. Aún estaba a tiempo de salir corriendo de ahi, de aparentar que la sola idea no se le cruzó y seguir con su vida normal.
Pero no, al abrir aquella puerta y escuchar la música retumbar en sus oídos y las luces alternandose sobre su rostro con diferentes colores con ese ambiente raramente hipnotizante que lo invitaba a quedarse ahí, sabía que no había marcha atrás.
Totalmente novato sólo atinó a pedir vodka con refresco y hielos, en una actitud desesperada de calmar sus nervios.
Bueno, no estaba robando, no hacía algo ilegal, solo era un hombre adulto tratando de pasar un buen rato conforme a sus gustos, igual a sus demás compañeros de trabajo o conocidos, lo único que era distinto era que el se deleitaba con la dulces vista de los hombres.
Ahora aceptando su realidad, lo admitía, estaba en un bar gay, donde es más famoso por los espectáculos de strippers, ahora que lo menciona no es tan fuera de lo común, tal vez a veces peca de dramático, pero es comprensible al no estar acostumbrado a esos sitios. Un lugar bastante agradable para ser lo que es, grande, limpio, realmente los chichos que se dedicaban a dar un espectáculo eran demasiados lindos, ha escuchado que a veces se llegan a acostar con los clientes pero el no estaba ahí para eso, solo para ver.
Al tener la bebida entre sus manos decidió acercarse más al lugar principal del espectáculo, había escuchado que el show de los strippers comenzaría pronto así que no quería perderse ni un detalle. Se acomodó sobre una silla en frente de una mesa solitaria, muy cerca del escenario, tal vez demasiado pero permaneció estético ahí. Las luces se apagaron y la voz del presentador se escuchó. Presento a algunos chichos, eran muy guapos si podía admitirlo, bailaban muy bien, eran sexys y de su agrado, hasta el momento se la pasaba demasiado bien. Pasaron al menos cuatro perdonas para que el presentador volviera a hablar.
-para nuestro siguiente espectáculo queremos presentar a una joya de verdad, de los mejores manjares que tenemos por aquí. Aplausos para Roger Taylor!
Los aplausos y las adulaciones no se hicieron esperar, las luces se apagaron de nuevo, alumbrando solo al escenario se dejó ver la delgada pero fina silueta del chico mencionando, de espaldas.
Se escuchaba aquella canción que en lo particular le agradaba. <swett emotion>. El joven poseía una bata blanca algo larga y botas negras exuberantes.
Hasta que al acercase más hacia el público lo miró detenidamente y la respiración casi se le corta, tenía el rubio casi dorado, su cara parecía tallada por los mismos ángeles, se dedico a observar su blanquecina y perfecta seguramente suave piel, las ganas de recorrerla con sus manos lo invadieron, su cara y personalidad parecían derrochar ternura, sus ojos grandes eran expresivas y hechizantes, bajo su vista a sus rosados labios, mordiendo su labio inferior al notar como este se relamia los suyos de una manera seductora.
Hasta ahora había sido el mejor chico de la noche, era tan perfecto.
Casi queda boca abierto al ver como aquel joven retiraba la bata de su ser, dejando al expuesto sus clavículas, su pecho, mas detalles de su piel, contrastando con aquel traje ajustado negro que sólo cubría la parte inferior y los tirantes cubrían los pezones.
Sintió un cosquilleo al verlo moverse de esa manera, con cada movimiento de cadera atrapaba a cualquiera, el escenario era suyo en ese momento. Retiró aquellas tiras que cubrían los costados de su cuerpo y aquel pantalón negro, dejando así al joven solo con un short negro de cuero y lo mejor para la sucia mente de Brian, totalmente apretado. Estremeciendolo por la sola imagen y sintiendo aún más calor en la parte baja de su cuerpo.
Dedicaba sonrisas pícaras para todo el escenario, se agachaba tan provocativo, dedicaba algunas nalgadas a él mismo.
Brian empezaba a sentir su miembro despertarse ante los instintos.
Realmente ese chico era una fantasía, meneaba sus caderas al ritmo de la música. Y se preguntaba si para otras cosas podía moverse así de bien, su pelo cayendo sobre sus hombros lo hacía ver inmensamente atractivo y deseable.
Tal vez si no hubiera estado tan atento en la parte baja de su cuerpo habría notado como aquel joven lo miraba con tanta insistencia, que la mayoría de movimientos provocativos eran dedicados para él, que aquel chico mordía su labio inferior al tener esa mirada tan estremecedora sobre él.
Tal vez no lo había notado pero si noto definitivamente cuando el chico se acercó a él, con las intenciones que dejara algunos billetes sobre su única prenda, pero tal fue su sorpresa cuando aquel rubio dedico una mirada salvaje sobre el que hizo que jadeara casi perdiendo los sentidos, bajo del escenario y agarro su mano, una invitación segura a pecar. Desconcertado e incapaz de contestar lo llevo arriba del escenario y sentandolo sobre esa silla.
Se mentiría a si mismo si no lo invadió el deseo de pasear por esos muslos que desparramaban al sentarse sobre el, seguía bailando, a veces se alejaba y solo se dedicaba a besar su lóbulo, quería sentir esa húmeda boca por otra parte.
Al percatarse del poder que tenía sobre él, Roger se sento de nueva cuenta sobre aquel rulozo, admitía que le parecía bastante guapo, su personalidad tan masculina el olor que desprende todo en el le parecía atractivo.
Ahora estaba dandole la espalda, su trasero presionó contra su pelvis sintiendo lo duro que estaba, el miembro de Roger también empezaba a reaccionar y la respiración de ambos era agitada, el hambre sexual los consumía ahora.
Se alejada de él de nuevo para acercarse a su oído y susurrar. -quieres un lugar más privado cariño?.
Sus pensamientos estaban nublados, la sola presencia del rubio sobre él acercándose peligrosamente a su entre pierna, son su aroma masculino penetrando sus fosas nasales bajandole un poco más la guardia, Dios el solo se dedicaría a observar pero el lo estaba haciendo complicado y miles de ideas pasaron por su mente por unos segundos, como es que alguien que vio apenas lo podía poner así en cuestión de segundos.
-o solo quieres observar? A mi no me molesta pero creo que a tu amigo le está empezando a incomodar solo ser un observador.
Mierda, ahora estaba más duro que un martillo y el rubio lo notó. Iba a negarse, pagar su cuenta e irse, pero al ver la tierna mirada posarse sobre su entre pierna insistente y las pupilas dilatadas lo excito aún más. Logrando susurrar un simple<bien>.
carajo, en que se estaba metiendo.
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