❝𝐁Ú𝐒𝐐𝐔𝐄𝐃𝐀.❞

213 18 6
                                    

                                                     NARRACIÓN: EN TERCERA PERSONA. 


Japón es una de las ciudades más grandes del mundo, hogar de mucha gente, desde clase media, hasta alta, un lugar habitado por todo tipo de personas. Las que son inofensivas en cierto aspecto, y las que son de tener cuidado. En esta ocasión nos centraremos en ellos, en personas peligrosas incluso para sí mismos.

Un hombre muy temido por la mayoría de personas que lo conoce, es gran líder una organización celestial que se respalda con amenazas y hechos insólitos de las que es creador

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Un hombre muy temido por la mayoría de personas que lo conoce, es gran líder una organización celestial que se respalda con amenazas y hechos insólitos de las que es creador. su nombre es ... Uchiha Madara, aquel símbolo de la maldad que gobierna las profundidades de ciudades inmensas, quien tiene pasado con muchas desgracias e incluso devastadoras escenas vividas que marcaron su vida por completo.

.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

— Lamento decirte que aún no sabemos nada sobre el paradero de tus hijos.

Murmuro la joven pelirroja observando la majestuosidad de su líder.

— ¡Maldita sea! ¿Qué demonios has estado haciendo con el imbécil de Obito?

Exigió respuesta con todo derecho al no obtener resultado por parte de esos dos.

— Hacemos todo lo que se puede, pero al parecer, no están en el país.

Contesto un tanto agotada por las labores que éste le proporciona.

— Madara, no te alteres. Necesitamos que estés en tus cabales, hay muchas cosas pendientes, sé que tenemos mucho tiempo buscando, pero la realidad es que no sabemos si continúan con vida.

Apareció de repente, como si de un truco de magia se tratase

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Apareció de repente, como si de un truco de magia se tratase. Este hombre definitivamente eS igual de grandioso que el otro pelinegro. Sin embargo y aun con tal tranquilidad en sus vocablos, no parecía conseguir la calma del otro.

— O..Obito, quise meterlo en razón, pero es inútil.

— ¡Vete de aquí, Karin! Déjame a solas con Obito.

— Has lo que pide, te veo en balcón más tarde.

La mujer obedeció sin poner objeción. Sabía que todo empeoraría con su presencia ahí, por lo que avanzo hasta salir de la habitación tranquilamente.

— No armes escándalos, entiende que yo daré mi vida para encontrarlos, si es necesario.

Realmente estaba dispuesto a entregar todo con tal de hallar a aquellos desaparecidos.

— Sabes los años que llevo en esto, tu y yo comenzamos juntos desde pequeños, logramos construir un gigantesco imperio. Ahora tú tienes prácticamente todo, el amor de una mujer maravillosa... Y yo ... yo estoy solo con la esperanza de tener a mis dos hijos de vuelta en casa. Apenas tengo el recuerdo de uno de ellos, al otro no pude verlo nacer ...

Inmediatamente después de dejar sus sentimientos a flote, giró completamente para encontrarse con un paisaje hermoso, lleno de armonía, mientras todo su ser se consumía lentamente entre recuerdos pasados y la idea de tener a dos personas importantes para él.

— Yo lo sé, y no sabes cuantas veces he maldecido el momento en que nos convertimos en esto ... por la ambición de ambos . . . . Quiero que me des menos de un mes, también necesito gente para recorrer cada parte del mundo y traer de vuelta a Itachi y a ... Sasuke.

Más que obvia era su idea, ya no quedaba otra alternativa, era eso, o darse por vencidos.

— Júrame que los traerás a mí.

— Puedes estar seguro de que así será.

Con un semblante serio como de costumbre, extendió su mano hasta el contrario, quien se encontraba a un metro de distancia.

— Ocupa todo lo que necesites, tengo mi confianza en ti.

Aceptó la mano del azabache, sosteniéndola en medio de la intemperie estrechándose como en los viejos tiempos.

Salió de la oficina dirigiéndose a solicitar la ayuda de más hombres que trabajan para Madara. Pues estos se dedican a distribuir sustancias adictivas por todo el mundo. Definitivamente la compañía le sobra para esta misión.

—	Karin, haz una maleta pequeña con lo esencial, vamos a marcharnos en un par de horas

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— Karin, haz una maleta pequeña con lo esencial, vamos a marcharnos en un par de horas.

Observo fijamente el rostro de la joven, dándose cuenta de que carga con una belleza que a el mismo le asombra, dejándose llevar un poco por lo que ella le causa, avanzo hasta ella, deteniendo sus pasos a centímetros.

— Prepare todo cuanto antes.

Al igual que él, se acercó lo más posible, pues su intención era divertirse antes de salir.

— ¿Hace cuánto que no lo hacemos?

Poso la diestra en la marcada cintura de la menor, jalando de ella para apretarla contra su cuerpo.

— A decir verdad, no lo recuerdo. Hemos trabajado mucho que nos olvidamos de eso...

— Bien. Ya es hora de que me des lo que hace falta, pequeña rojita.

Con su colmillo derecho, mordió levemente el labio inferior, reflejando sus claros deseos carnales.

— Obito . . .

— Shhhh ... Calla, mejor disfruta de lo que puedo darte...

Desde su cintura recorrió un corto tramo hasta su pequeño trasero voluptuoso, masajeando aquí con movimientos circulares. En sus labios se dibujó una sonrisa de prevención que a la chica le gustaba . . .

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
MR. KYUSΞYSHU 〖 SΛSUSΛKU 〗Where stories live. Discover now