||LUKANETTE|| Siempre a tu lado.

Príncipe, Princesa y Juglar

Marinette con cautela subió el tramo de escaleras hacia su cuarto, donde seguía sonando una melodía embriagadora. Las ideas en su mente fluian como los barcos en el Sena y las plasmaría en su cuaderno, sucia y bosquejadamente.
Dejó la bandeja con comida en una pequeña mesita auxiliar cuando el moreno rebajó el ritmo de la canción.

Marinette solo se giró, y antes de que le diera tiempo a preguntar, Luka se le adelanto.
-Te gusta mucho Adrien, ¿no es cierto? ¿Es por él por lo que has estado tan triste estos días?-Se cortó en ese instante, notando la rigidez de la peliazul a su lado-

-Adrien me gusta mucho, prácticamente desde que le conocí, el no siente lo mismo y es una cosa que debo de aceptar. Ahora tiene otra chica que sé, le va a cuidar bien, y es lo único que me debería de importar sobre ellos.-unos hilos brillantes rodaban por sus mejillas y rompían la seriedad de su postura- Tengo que aprender a quererme a mí misma y no estar tan pendiente de los demás. No quiero volver a sentirme como ayer...

Luka se levantó sutilmente, dejando su guitarra en el diván y volvió, una vez más,a reconfortar a Marinette.
La sostuvo entre sus brazos mientras le limpio las lágrimas con el dedo.
Hubo un silencio algo largo que solo dejaba oír la respiración entrecortada de ella.

-Deberias de confesarle tus sentimientos Mari, se que aún no se lo has dicho, lo has intentado, pero no lo has dicho. Y eso es algo que te va a estar rodando por esa cabezota tuya- la sonrió y la dio un pequeño golpe en la frente para que le mirase a los ojos-No tengas miedo Ma-Ma-Marinette.

-!Te dije que no me llamaras así¡- lo apartó violentamente a modo de gracia mientras se reía.

Luka masculló un agónico sonido antes de apoyarse en el suelo y finalmente yacer en este en una clara exageración cómica.

Marinette se acercó a Luka, bromista y feliz de poder haber desviado la atención de lo que acababa de decir el peliazul; seguía sin tener la valentía de hablar con Adrien de ese tema, y ahora lo veía incluso más lejana la posibilidad.

Se inclinó ante Luka, que aún con la lengua fuera y el ojo cerrado, mantenía el izquierdo semi-abierto para observar los mechones oscuros de pelo y los penetrantes ojos azules de su anfitriona.
Marinette sostuvo la cabeza de su amigo entre sus finos pantalones rosas.

-¡No! Cruel destino el qué le ha esperado a este juglar que creyó poder algún día empujar a la princesa a salir de su torre y declararse ante el príncipe del reino. -!Mí pobre e iluso juglar!- recitó con virtud y voz grave.

Luka recogió la lengua y abrió suavemente sus ojos.
-Fué entonces cuando el juglar despertó de su sueño eterno y vió los ojos de la bella princesa. Claros como una nota musical y sinceros como una melodía. La princesa era la canción que lleva en mi cabeza desde la primera vez que se vieron.

Estaban a muy poca distancia el uno del otro, casi podían contar los mechones de pelo de cada uno.
Luka acomodo su cuerpo y cabeza para mirarla fijamente y coloco su mano sobre la mejilla de la peliazul, invitándola a seguirla en ese movimiento.

Ella estaba nerviosa, probablemente el moreno notaba como sus piernas temblaban. Pero no importaba, ni siquiera le dio tiempo a pensar cuando sus labios se rozaron.

Fue un beso gentil, suave y dulce.
Los labios de seda de la costurera encajaban a la perfección con los quebrados del guitarrista. Pese a lo incómodo de la postura alargaron el beso por un tiempo, todo se paró y no corría la prisa de nada, ni Kitty Section ni personas externas. Finalmente sus labios se separaron y la pobre costurera se mareó al separase de él. La presionó un poco la nariz para equilibrarla y que no cayera. Todo sonrojado la miró lo más serio que pudo
-Ahora es el juglar quien te va a acompañar; pues al príncipe tu amor aún le has de declarar-Alzó una ceja en un gesto involuntario y ambos se rieron por lo ridículo de la situación.
El moreno se levantó y la ayudó a subir ofreciéndole la mano gentilmente.

Sin embargo no todo puede ir bien por mucho tiempo, Tikki pellizco a Marinette a través de la camisa y con la mirada la indicó que saliera de la habitación.

-Perdona Luka, cr-creo que tengo que ir al baño.-
La respondió con una media sonrisa y una afirmación. La costurera se deslizó escaleras abajo mientras Luka se acomodaba en el diván con una clara expresión de felicidad e interpretando una alegre canción que representaba el corazón de ambos hace tan solo unos instantes.

M-¿Qué ocurre Tikki?
T-Marinette, algo no va bien, mira por la ventana.

La morena cumplió la orden y observo que por el cielo volaban miles de sentimonstruos y que de repente el suelo comenzaba a temblar.
-Tenemos que hacer algo, ¡y rápido!

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Siento muchísimo haberme retrasado tanto en la entrega del siguiente capítulo, pero los exámenes me consumen chicos ; (

Espero que os guste! Ya pasó el momento más esperado por toda Latinoamérica unida (?) XD

Espero lo hayan disfrutado!
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