하나 | SEX IN IN THE CITY.
Le gustaba, y no le daba vergüenza admitirlo. Todo de el le gustaba.
Le gustaba ver la manera en la que de su boca salían dulces palabras, pero a la vez sucios gemidos. Como sus preciosos ojos se abrían por la sorpresa y con ternura, pero se cerraban por el innegable placer. La manera en la que sus manos se deslizaban por su cuello con delicadeza acariciándolo, pero rasguñaba su espalda dejando profundas marcas en ella. La forma en la que su cuerpo se estremecía ante sus besos y caricias, pero se retorcía debajo de él.Todo era perfecto, todo a su lado era jodidamente perfecto. Se creía incapaz de caer bajo los encantos de un ángel, bajo los de una persona llena de luz estando el tan rodeado de la misma oscuridad. ¿Quien iba a pensarlo? Parecía ser que los finales felices si existían para los villanos, después de todo. Y que el malo de la historia al final del día conseguía lo que quería.