Por más que pierda lo volveré a intentar (Meliodas X Liz)

...Tal vez solo sea mi impresión...Pero...Aún así...

-Como...Es qué sabes mi nombre? Meliodas...-

-Solo hay tres nombres con el diminutivo de "Liz"- Mentí- Era Elizabeth, Lizbeth, o Liz a secas. Y opté por Elizabeth. Ves cómo soy adivino?

-Esa foto...Es tu hermana?- Preguntó refiriendóse a una foto de su antigua reencarnación.

-Am...Yo...Es decir, si- Miré el cuadro, no me acordaba de qué la dejé allí. Era un reencarnación con el pelo rubio y ojos turquesas, tez blanca, y una hermosa sonrisa y figura esbelta.- Tal vez solo sea mi impresión...Pero...Aun así...No se parece nada respecto a mi...Ella era sincera y nada pervertida...Amable y cariñosa, siempre dispuesta a dar todo por los demás, pero fui un imbécil y no la pude proteger...- Dije entre lágrimas...- Con todo lo que la apreciaba y amaba...

-Oye...Estás bien..?- Preguntó.

-Am...Si! Perdón, cuando pienso en ella se me saltan las lágrimas. Soy un llorón. Oye Liz, tengo que hacer unos encargos. Que tal si mientras salgo, te das un baño? Así te quitas esos andrajos que llevas... Te buscaré algo de ropa limpia, si?- Ofrecí con amabilidad.

-No me...Harás nada?- Estaba algo cohibida.

-Hmm...Si salgo, seré incapaz de tocarte. Es ilógico, no?- Contesté.

-Es cierto. De acuerdo.

*               *              *

-Hey!!! Ya volví, Liz?

-Hola Meliodas.- Estaba sonriendo. Parecía alegre.

-Ten, esto es para ti. Un regalo mío, si? Pruebatelo.- Le di un paquete.

Se lo probó. Le compré un jersei con unos pantalones oscuros. Pero creo que lo otro no le gustó del todo...

Liz: Me has comprado...Ropa interior?

Meliodas: A que es bonita, aunque ese color...- Recibí una bofetada. Me sobé la cara. Era más fuerte que las demás reencarnaciones. Se fué al lavabo a cambiarse. Al volver me tiró la ropa interior a la cara. Se había puesto todo menos eso. Sonreí, me levanté del sofá y caminé hacía la salida.

Meliodas: Oye Liz, he quedado con los caballeros sacros de Danafor en la taberna de al lado, te vienes? O prefieres quedarte en casa? 

Liz: Esta no es mi casa...Pero, te acompaño.

Le dí la mano y salimos corriendo de casa. Estaba sonrojada. Porqué, no lo sé. Al llegar, algunos miraron mal a Liz. Pero aún así les hablé de ella.

CONTINUARÁ