Capítulo IV

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Hola preciosa, ¿cómo sigues?, ¿ya en casa?

Mensaje de Eduard, lo veo cuando voy llegando a casa.

De inmediato se dibuja esa sonrisa tonta en mí.

--¿A quién se debe esa sonrisa pícara?, dijo mamá mientras me veía por el retrovisor.

--Es Eduard, mamá.

Siempre he tenido bastante confianza y comunicación con mi madre, nunca nos hemos ocultado nada, y amo eso a decir verdad.

--Eh muchacho, ¿por qué tan callado?, le digo a mi hermano Alan que está en el asiento del copiloto. 

No me responde, sólo ve por la ventana con una mirada fría e ida. 

Toco su brazo y lo muevo un poco.

--Qué, ¿qué pasó Alycia?, dijo ésto un poco asustado.

--Nada hermano, sólo te veo muy ido.

--Sólo pensaba... Dijo Alan un poco susurrado.

Ya han pasado 3 semanas, y no he ido a la escuela, y Alan tampoco. Lo he notado muy extraño últimamente, ¿muy preocupado?, ¿asustado?

La verdad me preocupa mucho su estado.

--Bueno mis niños, llegamos. Dijo mamá bajándose del auto.

¡El mensaje de Eduard!

Rayos, olvidé responderlo.

Hola Eduard, un poco mejor. Sí, acabo de llegar, estuve en el hospital con mi madre y Alan, pero ya en casa.

Entré a casa con el móvil en la mano, respondiendo su mensaje.

Subí a mi habitación a dejar todo, y a ducharme. Estaba muy cansada.

Seguía hablando con Eduard, ya era común hablar con él todos los días. 

-¿Harás algo hoy?

+Emh, no creo que no. ¿Por qué?

-¿Quieres salir, hermosa?

+Claro que sí, no haré nada supongo

-¿Es una cita entonces?

+Lo es

-A las 7pm paso buscándote

+Me parece bien cariño

Nunca fui cariñosa con Eduard, ni con ningún otro chico, por más atractivo que me parezca siempre mantengo mi línea, y creo que no está mal un "cariño"

A decir verdad, estaba emocionada por verlo, por salir con él. Iba a verme a menudo al hospital, pero ésta será nuestra primera cita.

--Mamá, adivina qué

--No, no adivino. Dime qué pasó mi amor

--Eduard acaba de invitarme a salir, pasará a buscarme a las 7pm

--¿Quéee?, ¿mi bebé tendrá una cita?, ¿por qué creciste tan rápido mi amor?

--Ay mamáaa, lo sentimental para después por favor

--Está bien, está bien. Lo siento

--Más bien ayúdame a elegir qué ponerme porque no tengo ni mínima idea

Mamá y yo subimos a su habitación, ella estaba buscando algo en su clóset. Sacó una caja, y la puso en la cama.

--Cuando tenía 16, conocí a un chico. Me enamoré como no tienes idea, amé a ese chico con todo mi corazón, le di mi todo, y él me dio su todo. Estuvimos 2 años juntos, nos amábamos como no tienes idea. Un 8 de Abril, recuerdo muy bien; me dijo que tenía la misma enfermedad que tú tienes ahora, y por eso debía mudarse de país para una prueba clínica. Sólo le quedaba una semana más acá en California, luego debía irse para Reino Unido. Esa semana la disfrutamos como nunca, y el último día estuvimos hasta la madrugada juntos. Vi como se fue, y como junto a él se fue mi corazón. No supimos más nada el uno del otro, nos enviamos cartas el primer mes, luego el correo de donde me llegaban sus cartas cerró, y así perdimos contacto. Yo conocí a tu padre, y bueno, ya sabes lo demás... El punto es, que éste vestido, mamá abrió la caja y sacó el vestido que estaba dentro de aquella caja, fue el que usé en la primera cita que tuve con él. Quiero que lo uses tú ahora, mi amor.

Quedé total y completamente en shock, lo que me contó, el vestido, su primer amor, la enfermedad. Todo, no podía comprender completamente

Espera, si él tenía esa enfermedad, y yo la tengo ahora... No será qué...

Alto, no debo tener pensamientos así.

Abracé a mamá y le di las gracias por la confianza y por el vestido.

--Es precioso mamá

--Se verá más precioso en ti, mi vida

Puedo asegurarles que lo mejor que tengo en ésta vida es a mi madre.

6:30 pm

--¡Mamá, ya es tarde! 

--Corre a arreglarte hija, no querrás estar lista muy tarde

Fui de inmediato a mi habitación a ducharme, en el camino me choco con mi hermano Alan.

--¿Una cita?, dijo Alan un poco sonriente

Por fin lo veo sonreír

--Sí hermano

--Por fin un chico ve lo hermosa que eres

Lo abracé, y fui a la ducha.

Me duché lo más veloz posible, y me arreglé.

Cuando bajé, estaban mi hermano, Eduard y mamá en la cocina.

Los tres se me quedan mirando 

--Wow. Dicen los 3 en coro

--¿Tan mal me veo?

--Te ves preciosa, dijo Eduard

--Mi amor, estás hermosísima, dijo mamá

--Por fin te pones tacones, dijo mi hermano Alan

Esa noche me sentía como una diosa, sus halagos me hicieron sentir como la chica más hermosa de éste mundo.

Mamá y Alan se despidieron de Eduard y de mí

--No lleguen tan tarde, cuídense y disfruten. Dijo mamá dándome un beso en la frente

--Usen protección, dijo mi hermano Alan. Al instante mamá le pegó con la mano en la cabeza y se rió

Salimos, y tomamos un taxi para donde sea que fuésemos.

Con él, iría hasta el fin del mundo sin importar el qué.


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⏰ Last updated: Nov 17, 2019 ⏰

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Amándote ansiosamenteWhere stories live. Discover now