Sinopsis

89 12 1
                                    

¿Tanto sufrimiento a tan poca edad no? Esa frase la había escuchado tantas veces, me costaba creerlo, no tenía idea de cómo una persona joven podría sufrir tanto... o tal vez no quería verlo de esa manera y solo quería enfocarme en algo que no existe, pensando que todas las personas son felices.

Mi vida no fue nada fácil pero tampoco difícil, tengo una madre y un padre que me quieren demasiado, tengo amigas que me causaron risas y alegría momentánea, un novio que me quiere mucho, soy la más destacada en mi carrera y en todo lo que hago, no podría pedir más.

Hasta que un día la vida perfecta que tenía dio un vuelco completo, de un momento a otro pude sentir ese dolor y vacío en el pecho, esas lágrimas derramadas por alguien que las causó y se fue, el sabor amargo de una traición. Ahora puedo decir que sí, que hay sufrimiento en alguien con tan poca edad, que la persona que menos esperas te puede dañar, que ser buena persona no te sirve de nada.

Con eso aprendí dos cosas de la humanidad, primero, que no hay que confiar en nadie, y la más importante, que mientras más fría y mala seas, más te van a respetar.

Pero en medio de todo ese dolor al final del túnel está la luz, al final de la tormenta viene la calma, y eso fue lo que obtuve cuando lo conocí a él, fue tan lindo conmigo que cuando creía que no tenía a nadie, él llegó justo a tiempo para aplacar mi dolor, me salvó y me amó más que a nadie.

Parece un típico cliché, una buena historia siempre empieza cuando conoces al amor de tu vida, pues... Esa es mi historia, así fue.

Al comienzo es difícil enamorarse después de tanto sufrimiento, pero luego te das cuenta que es la persona correcta cuando sigue a tu lado a pesar de tus demonios y problemas.

Ojalá que la persona que amo con todo mi corazón esté con alguien que realmente valga la pena.

No Me Dejes IrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora