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Agradezco de corazón a @AngelRMurillo por esta bellísima portada que me encantó, eres genial!

La vida en el "cielo" no era tan sencilla como los mortales suponían, todos los arcángeles estábamos a ordenes del superior, nuestros trabajos ocupan casi todo el tiempo, es muy complicado para todos, pero en especial para Gabriel y yo.

Gabriel se esforzaba por alcanzar la perfección del superior (algo imposible a mi criterio), pero pese a sus esfuerzos, el favoritismo del superior hacia mi era incomparable y esto enfurecía más y más a Gabriel, aumentando su odio hacia mi.

La verdad es que de niños Gabriel y yo fuimos muy amigos, casi hermanos, pero a medida que íbamos creciendo él se molestaba cada vez que el superior me halagaba y llegó al punto de ignorarme y considerarme su rival, pasaron los meses y dejé de prestarle atención y me concentraba en mis tareas lo mejor posible pues no podía quedar mal con el superior, una tarea mal hecha equivalía a una tortura como castigo, y no volvería a pasar por eso.

El odio era demostrado abiertamente con gestos y trabas en mis tareas cada que tenia la oportunidad, esto obviamente me resultaba molesto, pero es parte de mi moral en no darle molestias al superior con mis asuntos personales, así que solo lo ignoraba , y esto lo molestaba aún más.

Esta mañana Gabriel entró en mi habitación a fastidiarme como todas las mañanas, llevo varias semanas soportando esto y he llegado a mi límite, lo enfrenté y mi habitación se convirtió en un verdadero campo de batalla, las cosas abandonaron su lugar habitual para volar hacia cualquier dirección, un florero voló hacia la puerta, pero no se estrelló contra esta, al contrario, flotó y se poso sobre la cama con una delicadeza irreal, entonces el superior hizo acto de presencia, se veía sin su paz habitual, algo molesto, pero para hablar usó su tono dulce de siempre.

-Me siento realmente decepcionado por esto, mis dos preciados y consentidos arcángeles se han dejado llevar por sus peores emociones, no es algo que puedo permitir, los dos irán a la gayola y allí se quedaran hasta resolver sus diferencias, no saldrán de ahí hasta que sean los buenos amigos de la infancia, si es necesario estarán años encerrados, ya saben lo que puede ocurrir si me desafían, así que no lo hagan.- Sentenció y fimos escoltados a la gayola.

La Gayola no es más que una pequeña habitación vacía y apartada del resto del paraíso, nadie había estado allí desde la muerte de Lilith, quien murió allí por desnutrición, ya que estando dentro no se puede comer ni beber, un arcángel no es inmortal como creen, solo tenemos mayor resistencia física y mayor fuerza, todo ese "poder" se acumula en nuestras plumas y nunca se ha escuchado de un arcángel que perdiera sus alas.

Si bien pues, Gabriel no era de mi total agrado, no lo despreciaba y la convivencia con él no podría ser complicada.

-Para ya con esto Gabriel, esta disputa es inútil, mira a donde nos has traído...

-Tú no lo entiendes, Samael, soy mejor que tú y lo he demostrado.

-Esto no es una competencia, nadie es mejor que nadie, eso nos lo han enseñado desde niños...

-No es como crees Sam, yo soy mejor que tú, mejor que todos, y se lo haré saber al superior, no me importa quitarte del camino para conseguirlo.

-No puedes matarme, sólo te condenarás

-No, no es lo que tenía en mente...

Esas fueron las ultimas palabras que me dirigió, luego ignoró todos mis intentos de conversación y con los días dejé de insistir.

Seis...eternos...meses

Un completo calvario, me siento morir... mis doradas alas están mugrientas y grasosas al igual que mi rojizo cabello.

-Han progresado hijos míos ?

-Por supuesto Padre, nuestras diferencias han sido reducidas a la nada, como deseabas.

-Eso es genial Gabriel. Samael, piensas lo mismo que tu amigo?

-Comparto la opinión de Gabriel, alteza, sus deseos son órdenes.-Mentí, mi primera mentira

-Es un alivio para mi y para todos su reconciliación, por hoy pueden tomar un descanso, mañana volverán a sus labores a primera hora.

Agradecí y fui directo a mi habitación, preparé la bañera con espuma y jabones aromatizantes, quité la suciedad de mis alas y mi cuerpo, relajé mis músculos y cerré mis ojos, percibí un olor diferente al de los jabones que llenó todo el cuarto de baño, y entonces todo perdió sentido para mí.

Hola! Apoyen esta nueva historia si les gusta no olviden dar estrellita, con eso me ayudan a continuar.

Mis demás obras quedarán pendientes hasta terminar esta.

Un abrazo a todos y gracias por leer.

Mahomy.R

El Verdadero Infierno de Lucifer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora