𝐃𝐄𝐔𝐗

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HwanWoong abrió sus ojos, su cabeza dolía al igual que su brazo. Volvió a cerrar sus ojos, la luz del lugar había hecho que lo hiciera por inercia, luego de unos segundos volvió a abrirlos, notando que no estaba en el mismo lugar que en la noche. Siquiera cerca de allí.

¿Dónde se suponía que estaba? Intentó sentarse, pero su cabeza dio vueltas ante eso, haciendo que volviera a su posición inicial. Notaba que ya no hacía frío, como también que ya no estaba en la calle. Oyó la puerta de ese lugar abrirse, notando a un chico alto entrar por ella, haciendo que tragase saliva.

— ¿Cómo te sientes? —HwanWoong no sabía que responder a eso, no sabía qué hacer, no entendía absolutamente nada. El chico solo lo miraba, pero HwanWoong no habló— Entiendo, mira —El chico tomó aire— Logré quitarte de las manos de ese delta, cuando llegué a ti ya te habías desmayado, al parecer el aroma del delta fue demasiado para ti —HwanWoong no recordaba eso, mejor dicho, no recordaba absolutamente nada.

KeonHee había notado el aroma de un gamma cerca de su casa la noche anterior, y fue extraño, nunca había notado el aroma de un gamma tan dulce a su gusto. Tampoco es como si se hubiese encontrado muchos a lo largo de su vida, pero esos gamma no tenían ese delicioso dulce aroma que tenía ese gamma. En cuanto salió en busca del aroma, logró ver al chico en las manos de un delta, el mismo delta que había estado causando problemas desde hace unos meses atrás.

Él no era un beta que actuase sin pensar, o fuese agresivo con respecto a los demás, inclusive simplemente ignoraba a los alfas que hacían comentarios estúpidos hacía él por el simple hecho de no tener pareja. Pero esa noche lo hizo, no supo en que momento había logrado noquear al delta, ni como no tenía ningún rasguño por ello, pero en cuanto se acercó al gamma noto que estaba en celo y por lo que sabía eso no iba a ser nada fácil para el chico. Simplemente decidió llevarlo a su casa, quizás cuando despertase quisiera irse o sólo se iría, pero al menos no pasaría la noche en las manos de un delta.

En cuanto llegó a su casa con el gamma en sus brazos, se adentró a su habitación, dejando al chico sobre las sábanas, para luego colocarle una manta. Dormir en el sofá un día no le haría mal a nadie, el gamma había despertado un par de veces en la noche por su mismo celo y KeonHee había notado eso, haciendo que fuese lo más rápido que pudo por supresores para el chico. En cuanto logró que el gamma bebiera los supresores, espero que volviera a dormirse, y en cuanto lo hizo se dirigió a la sala y se recostó en el sofá.

En la mañana siguiente KeonHee se despertó temprano, vigilando al gamma de vez en cuando. Le sorprendía cómo los supresores habían hecho que el aroma del gamma disminuyera tanto. Entró a la habitación y vio al chico despierto, entendía su confusión.

— Gracias —Murmuró HwanWoong, mirando al chico.

𝗚𝗔𝗠𝗠𝗔 » KEONWOONGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora