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Sus nervios se activan apenas abre la puerta y ve a Seungho sentando en su viejo sillón. No sabe cómo entró, pero está ahí, su cara no denota ninguna expresión, pero sus ojos sí. Destellaban un poco de culpa y decepción tal vez. Lleva su usual traje formal, con corbata, zapatos pulidos y saco. Yoongi se sienta a su lado, cae lentamente.
-Entonces...
-Le conté todo a Yangmi.
Yoongi abre los ojos grande, su boca también lo hace. La garganta se le seca, no sabe que decir.
-Tranquilo. Está molesta conmigo, no contigo. Dijo que era una pena que haya hecho sufrir a un chico tan puro como tú, y un niño increíble como Minwoo.
-Yo-
-Hablé con la juez y mi abogado. Dijeron que la única manera que Minwoo vuelva contigo sería que consiguieras un trabajo. No te preocupes por eso, inventaré algo en la oficina y trabajarás ahí.
-¿Por qué haces esto? -la voz de Yoongi tiembla y sus ojos le pican.
-Dijeron que de no ser así, yo me tendría que quedar con él. Joder, Yoongi. No puedo, es mi hijo y-y lo quiero, pero no puedo. Es mucho para mí -acerca su cuerpo al de Yoongi-. Me voy a ir.
-¿A dónde?
-No tengo idea. Pero no quiero estar aquí. No soporto ver a Yangmi, Minwoo... a ti y recordar lo que les hice.
Yoongi acerca su rostro un poco más... su nariz está tocando la de Seungho. Se quiere alejar, pero no puede. Respira hondo, siente el pefume del hombre, trayéndole muchos recuerdos.
-Quiero que cuides de Jeongguk... de Minwoo, tu gatito -ríe, relamiéndose los labios-, también de Dohyun y de Yangmi si puedes. Se que es mucho, pero hazlo. ¿Sí?
Un sollozo escapa de los labios de Yoongi.
-También quiero que sepas que me odio por tratar a Minwoo como lo hice, pero tenía miedo. Quiero que le digas que estoy orgulloso de él.
Seungho acaricia la parte trasera de la cabeza de Yoongi, rozando el fino cabello de su nuca. Aspiran profundo antes de que el mayor jale al castaño al frente, uniendo sus labios juntos. Yoongi se asusta bastante, pero no se aleja. Sus besos siguen siendo iguales de toscos, pero no niega que le gustaba. Siempre amó la manera en que Seungho era dominante con él.
-Cuídalos a todos -limpia sus labios con la manga de su traje y sale, cerrando la puerta despacio.
Con la boca levemente abierta, Yoongi solloza. Tiene emociones revueltas dentro de él. Culpa, por haber seguido el beso de Seungho. Felicidad, porque su gatito volvería con él.
Sus manos temblequean cuando marca el número de Jeongguk. Contesta tres timbres después.
