Bello Atardecer.

Lo Siento.

Al salir de la escuela Sergio, Janeth y Karlos salieron en búsqueda de Mateo, quien se había marchada hace ya más de una hora.

Después de buscarlo en Hot Little, en el parque, en el puente junto al rio se rindieron.

-¿Dónde podrá estar?- preguntaba Janeth cuando regresaban algo cansados después de haber pasado horas buscando a Mateo.

Habían pasado más de tres horas desde que los chicos habían comenzado a buscar a Mateo y no lo habían encontrado.

Cuando Sergio se encontraba a 2 cuadras de su casa, fue que encontró a Mateo, sollozando en los restos que quedaban de una casa de árbol.

-Literalmente tienes forma de irte del pueblo cuando quieras, ¿y lo primero que haces es venir y encerrarte entre un montón de madera vieja?- dijo Sergio, mientras se sentaba a un lado de Mateo.

-¿Qué es lo que haces aquí?- dijo Mateo molesto al verlo ahí junto a él.

-Regularmente me gusta sentarme, entre basura y escuchar llorar a las personas- dijo Sergio con un tono burlón y sarcástico en su voz, al ver que Mateo le daba la espalda dudo en si continuar o simplemente irse.

Mientras Sergio tomaba una decisión Mateo tomo sus cosas y salió de la casa, dejando solo a Sergio, quien al ver lo que hacía Mateo lo imito y lo único que atino a decir fue un simple "Lo siento".

Mateo se paralizo al escuchar a Sergio decir esas palabras.

-Sé que tal vez no me quieras escuchar, pero lo lamento. Lamento que nos hayamos distanciado, lamento el dejarte solo cuando más me necesitabas, lamento no haberte apoyado cuando tus padres te dejaron, cuando todo el mundo te señalaba, cuando Edén te engaño y abandono. Lamento no haber sido ese amigo que tanto necesitabas- dijo Sergio, con un nudo en la garganta.

-No sé a qué viene todo esto- respondió Mateo, dándose la vuelta para mirar a los ojos a Sergio.

Sergio no supo que responder, por lo que lo único que supo hacer fue acercarse a su amigo de la infancia y darle un abrazo.

Cuando Sergio abrazo a Mateo este último se rompió en llanto en el hombro de su amigo.

Después de haber llorado más de 10 minutos, sin decir una sola palabra ambos chicos emprendieron una marcha hacia la casa de Sergio, donde ambos pasarían la noche.