Capitulo 3

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BAEKHYUN

El trayecto de vuelta al hogar de mi infancia es fácil y lo conozco bien; nonecesito pensar mucho. Me obligo a gritarlo todo, tal cual, a gritar todo cuanto mepermiten mis pulmones hasta que me duele la garganta, antes de llegar a laciudad en la que nací. Me cuesta mucho más de lo que pensaba porque no tengoganas de gritar. De lo que realmente tengo ganas es de llorar y de que se metrague la tierra. Daría cualquier cosa por retroceder en el tiempo hasta mi primerdía en la universidad; habría seguido el consejo de mi madre y me habríacambiado de habitación. A ella le preocupaba que Kyungsoo fuera una malainfluencia; ay, si nos hubiéramos dado cuenta de que el chico maleducado depelo rizado iba a ser el problema. De que iba a cogerme, a marearme y ahacerme pedacitos para luego soplar y esparcirlos por el cielo y bajo las botas desus amigos.Sólo he estado a dos horas de casa todo este tiempo, pero con todo lo que hapasado, parece como si hubiera estado mucho más lejos. No he vuelto aquí desdeque empecé la universidad.

Si no hubiera roto con Kasper, habría vuelto a menudo. Me obligo a mantener la vista en la carretera cuando paso por delante de su casa. Aparco en nuestra entrada y salto del coche. Pero cuando estoy delante de la puerta no sé si debo llamar o no. Se me hace raro llamar, pero no me encuentro cómoda entrando sin más. ¿Cómo pueden haber cambiado tanto las cosas desde que me fui a la universidad?

Finalmente decido entrar sin más y me encuentro a mi madre, de pie junto alsofá marrón de cuero, completamente maquillada, con un vestido y zapatos detacón. Todo está igual que siempre: limpio y perfectamente ordenado. La únicadiferencia es que parece más pequeño, tal vez en comparación con la casa deKen. 


Bueno, la verdad es que la casa de mis padres es pequeña y fea vista desde fuera, pero por dentro está muy bien decorada y mi madre siempre hizo lo imposible por esconder el caos de su matrimonio detrás de unas paredes bien pintadas, flores y atención a las líneas limpias. Una estrategia decorativa con la que continuó después de que mi padre nos dejara, creo que porque para entonces y a se había convertido en costumbre. Hace calor en la casa, y el familiar aroma de vainilla invade mis fosas nasales. Mi madre siempre ha estado obsesionada con los quemadores de aceites esenciales, y hay uno en cada habitación. Me quito los zapatos en la puerta; sé que no quiere restos de nieve en su suelo de madera recién encerado.

—¿Te apetece un café, Baekhyun? —pregunta antes de darme un abrazo.He heredado la adicción al café de mi madre, y esa pequeña conexión medibuja una sonrisa en los labios.

—Sí, por favor.

La sigo a la cocina y me siento a la mesa sin saber muy bien cómo empezarla conversación.


—¿Vas a contarme lo que ha ocurrido? —pregunta sin reparos.

Respiro hondo y le doy un sorbo a mi café antes de responderle.


—Chanyeol y yo hemos roto. Su expresión es neutra.

—¿Por qué?


—Bueno, porque resultó no ser quien yo creía que era —digo. Sujeto la taza de café con ambas manos para intentar no pensar en el dolor y prepararme para la contestación de mi madre.

—Y ¿quién creías que era?


—Alguien que me quería. —No estoy muy segura de quién creía que era Chanyeol, como persona, por sí mismo, más allá de eso.

—Y ¿ahora y a no lo crees?

—No, ahora sé que no significo para él lo que yo me pensaba.

AFTER 2ª   CHANBAEK  ¨EN MIL PEDAZOS ¨Where stories live. Discover now