La decisión de pasar la semana en la pequeña casa de playa de Taehyung había sido una estupenda idea en su mayoría hasta que, en los últimos días de nuestra estadía, el frío se coló por cada una de las rendijas y el viento azoto en las ventanas.
Y fue esa la razón que nos llevó a los siete chicos y a mí a realizar una pequeña e improvisada acampada en la sala, haciendo uso de todas y cada una de las cobijas disponibles.
Me encontraba acurrucada entre Yoongi y Jimin, molestando al segundo poniendo mis manos frías en su piel. Sus gritos agudos no fallaban en hacerme reír y sólo cesaba mi risa cuando sus manos desordenaban mis cabellos. Por eso y por los ojos que no paraban de observarme desde el otro lado de la habitación.
Las cosas entre Jungkook y yo no se encontraban ni bien ni mal, sino todo lo contrario.
El cariño que sentimos el uno por el otro es innegable, sin embargo la distancia hacía mella en la comodidad que sentíamos al estar juntos. Tantos meses fuera de casa habían hecho que me acostumbrara a entrar y salir de casa sin tomar en cuenta a nadie y, a él, vivir con seis hombres y teniendo siempre alguien quien limpiara detrás de cada paso que tomaba, tuvo como consecuencia que se volviera desordenado y diera por sentado que yo estaría ahí para resolver cada una de sus más mínimas necesidades.
"¡No me estás tomando en cuenta para nada! Tiene dos semanas que volví a casa y sigues desapareciendo como si yo no existiera."
Las palabras que intercambiamos un par de semanas antes hacían eco en mi cabeza.
"Y tú te comportas como si tuvieras a alguien que va a resolver cada uno de tus problemas, Jungkook. ¡A mí no me pagan por cuidarte!"
El recuerdo de sus ojos tristes y enojados me aplasta el corazón y me hundo inconscientemente en el mar de cojines y cobijas a mi alrededor.
"Te mantienes fuera de casa como te es posible, parece que ya ni siquiera quieres verme. ¡¿Acaso quieres terminar?! ¡Dímelo!"
Su mirada sigue fija en mi cara y no me queda más que cerrar los ojos, ocultando las lágrimas que amenazan con hacer río en mis mejillas.
Las horas pasan y el ánimo de los chicos empieza por apagarse, la noche abraza la pequeña casa y uno a uno cae dormido hasta que sólo yo me encuentro despierta con demasiados pensamientos rondándome la cabeza como para poder conciliar el sueño.
El viento ha cesado sus gritos y me decido a salir a despejar la mente un poco. Robándome una cobija del montón y de un par de pantuflas que sé que no son mías, me hago camino a observar las estrellas y a hundir mis pies en la arena.
Después de un rato de grata soledad, escuchando las olas romper contra la playa, siento la presencia de alguien junto a mí.
-¿Te molesta si te acompaño? - No necesitaba ver su cara para estar completamente segura de la añoranza en sus ojos y tampoco me sentía con la seguridad suficiente para hacerlo, así que sólo me encogí de hombros.
El silencio que le siguió era extrañamente familiar, similar a los que habíamos compartido las semanas anteriores: cargados de sentimiento y con las palabras en la punta de la lengua negándose a ser dichas.
Podía sentir como sus ojos estudiaban mi cara y se detenían en mis labios, como analizaban cada una de mis respiraciones y cada minúsculo movimiento.
-¿Lo decías en serio? - mi voz era poco más que un murmullo pero él podía escucharme - ¿de verdad preferirías terminar a intentar solucionar esto juntos?
Me giré a mirar su cara, asumiendo que sería la última vez que la vería de cerca, y no pude evitar las lágrimas silenciosas que rodaron por mi cara.
Sus ojos parecían no creer mis palabras, parecían no comprenderlas.
-No hay ninguna otra persona por la que intentaría más que por ti, no importa cuanto tiempo nos lleve - sus manos tomaron mi cara mientras me miraba fijamente - Siempre voy a querer intentarlo si es contigo.
Mis párpados se cerraron ante la intensidad de su mirada y de los sentimientos que revoloteaban en mi interior.
-¿Me quieres, Jungkook? - mis ojos se abrieron y su cara se encontraba a centímetros de la mía.
-Completamente y sin dudarlo - respondió-.
-¿Cuánto me quieres? - pregunté contra su boca-
-Más de lo que debería y para siempre -.
Una de sus manos se hizo camino hacia mi cintura mientras nuestros labios se juntaban sellando una promesa silenciosa.
ESTÁS LEYENDO
One shots. (Kpop ver.)
FanficMe imagino constantemente lo que sería estar con un ídolo del kpop y decidí plasmarlo aquí.