—Oigan... ¿Qué no HyukJae es heterosexual?
Menciona KangIn una vez estábamos todos instalados en la cocina.
—¡Oye es verdad! Llegó presumiendo que se había encontrado una chica en Tinder y fue la mejor mamada de la vida.
Contestó SungMin y la incomodidad a mi llegaba con su manto sagrado para abrazarse a mi y hacerme sentir más miserable por ser un homosexual enamorado de un puto idiota.
—Creo que al final nadie se puede resistir al culo de DongHae, ni siquiera el chico que cree tener una competencia con la vida en ver cuantas mujeres puede follar en un mes.
—Eso no me hace sentir nada mejor, SungMin.
KangIn soltó una carcajada escandalosa y quería estrangularlo, ¿a caso quería despertar al bello durmiente?
—Oh hermano, tienes una suerte de mierda. Tantos años enamorado de HyukJae y ahora que se te cumplió el sueño, ninguno de los dos se acuerda de nada.
Revolví mis cabellos, exhalando con mucha frustración. El dolor de la cabeza se estaba haciendo mucho más grande y me estaba empezando a sentir un poco mal, necesitaba vomitar.
—¿Saben qué? Me iré a mi casa. Una, porque me estoy cagando y otra porque no quiero estar aquí cuando HyukJae despierte.
—No puedes ser más asqueroso...
Arrugó la nariz SungMin y KangIn soltó otra carcajada, atrayéndolo hasta él para darle un beso en la mejilla.
—Todo esto es culpa de los dos, si tan solo todos sus amigos fueran homosexuales, yo no tendría que estar sufriendo por mi culo. —Picaba mi teléfono con frustración para pedir un Uber de inmediato y poder irme a mi casa a morir.— Me hubiera follado al pendejo de Kim KiBum y solo me estaría arrepintiendo de mi resaca ahora.
—¿Y perdernos de esto? ¡No gracias!
Le saque el dedo miedo a KangIn y me levanté de la silla, el Uber ya estaba llegando.
—Si HyukJae pregunta por mi, dile que jamás estuve aquí.
Me volví a despedir del KangMin (apodo creado por mi) y me aseguré que todo estaba en mis pantalones antes de salir y ver el auto estacionado frente al departamento de los chicos. Me subí y el auto empezó a avanzar y sentí que mi cuerpo descansó al fin. Los nervios de haber salido de ahí habían calmado y ahora estaba en un lugar seguro.
Eran las doce del medio día y seguro apestaba a alcohol, lo siento por el conductor de Uber.
Me deje hundir en el asiento de atrás y los recuerdos de como mi amor nació por HyukJae llegaron a mi, el primer año de universidad conocí a KangIn, quien es un año mayor que yo y nos hicimos amigos al instante solo por haber tenido una discusión idiota de si el beisbol o el futbol era mejor.
KangIn siempre ha sido el típico chico popular que toda la universidad sabe quien es y lo saludan por todos lados, hay que destacar que las fiestas de KangIn siempre han sido mortales. El pendejo este tiene una bebida a la cual llama "La Bomba" lo cual es tequila con cerveza y jugo de limón, suena demasiado asquerosa pero es un éxito cuando estás en la fiesta.
En las primeras fiestas a las que asistí de él, había un mundo de gente, todavía no era tan cercano a los demás así que tuve que apartarme de todos y salir a tomar un poco de aire y ahí estaba él, fumando marihuana solo y al verme acercarse solo sonrío y levanto su cabeza en modo de saludo, tosiendo después y empezando a reírse porque seguro se había avergonzado.
—¿Quieres?
Me dijo estirando el porro y lo acepté, le di una calada grande y lo mantuve un buen rato hasta que empecé a toser y Hyuk río más fuerte, demasiado bonito para mi gusto. Le di un sorbo a mi cerveza y le regrese el cigarro.
—Dale más. —Dijo y le obedecí, dandole dos caladas más hasta que sentí que mis párpados empezaron a ser pesados y mi boca se estaba secando. Creo que la marihuana no era lo mejor para una fiesta, pero ya estaba hecho.— Soy HyukJae. —Dijo fumando cuando había tenido el cigarro de vuelta en sus manos.—
—DongHae.
Ese día mi amistad con los chicos se había fortalecido más, Hyuk no era como que un amigo frecuente de KangIn pero si era uno bastante cercano que lo veíamos siempre en las fiestas. Su sonrisa me había gustado desde el inicio, no paraba de escuchar a todos decir que era feo, que no sabía por qué me gustaba, pero parecía que nadie veía lo guapo que era, su sonrisa de encías que puedo jurar, jamás había visto una tan bonita como la de él, Hyuk tenía un humor demasiado pendejo, algo parecido al mío según lo que decía SungMin.
Ambos éramos de la misma edad, solo nos separaba unos meses de diferencia donde yo era menor.
Desde ese día no pude dejar de pensar en él, lo veía en la universidad y quería acercarme a él, pero KangIn me resaltaba un montón de veces la heterosexualidad de Hyuk y la poca oportunidad que tenía con él, así que jamás quise hacer algo, ya había tenido mala suerte anteriormente cuando me le había confesado a Choi Siwon y él solo se había asustado y había dejado de hablarme.
Creo que fue demasiado caballeroso al no partirme la cara como había escuchado de muchos otros chicos que se habían confesado a chicos heterosexuales.
Yo era el típico chico que babeaba por el amigo de mi mejor amigo a escondidas y jamás le podría confesar mi amor.
Aunque no sabía que significaba esto que había pasado, ¿Hyuk podía sentir lo mismo que yo?
¿Era una señal?
Mi celular vibró en mis manos y un mensaje nuevo había llegado, era KangIn.
"El mono despertó, no preguntó por ti, se acaba de ir."
Suspiré algo decepcionado, tal vez después de todo si quería que Hyuk se acordara de que había pasado.
Llegue a mi casa y le pague al señor conductor, por fin podía descansar como era debido.
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Shall We Dance?
Teen FictionDongHae despierta con una reseca grande después de una fiesta de la cual no recordaba nada, en una habitación que no era de él y con alguien en la cama que si bien no era un rostro desconocido, no era exactamente la persona con la que quería despert...