Capítulo #4

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El hechicero se quedó soñando despierto como siempre lo hacía en su mundo de ilusión, amaba tanto al príncipe que espero pacientemente a que llegara la fecha del encuentro como si fuese un niño antes de navidad, apenas pudo dormir el día posterior del encuentro y cuando amaneció se bañó a las cinco de la mañana, tardo una hora en alistarse; cuando termino, se miró en el espejo, viendo su desagradable apariencia- Puede que no sea hermoso como las mujeres que acostumbras a salir, pero mi amor sobrepasa todo lo que ellas te ofrecen... Si tan solo me notaras, si vieras lo que hay en mi corazón

Suspiro con tristeza, siempre supo que Thor nunca sería suyo sin embargo iría a la reunión porque se lo pidió por medio de esa carta y no iba a rechazarlo, sobre todo si verle era un deleite semejante a unos fans conocer a su estrella de cine favorita.

Tan lejano, pero proporciona una especie de felicidad el solo verle.

Cantando de la emoción, les dijo a sus primos que iría a Asgard. Estos mandaron algunos escoltas como de costumbre, ellos temían que el hechicero se encariñara con el príncipe o se ilusiona porque sería más dolorosa la caída, los asgardianos no les gusta los jotun sin embargo el rey se encapricho con uno y no había palabra que le haría cambiar de opinión.

Las personas enamoradas son muy tercas.

Al llegar a Asgard saludo a la reina antes de todo y al príncipe que parecía algo nervioso, no obstante, lucia tan atractivo con su traje formal, con su delicioso aroma a macho alfa, ese porte celestial y Loki simplemente estaba perdidamente enamorado de él.

El rubio le llevo a un lugar bastante reservado para cenar y se tomó unas cuantas cervezas como si se quisiera emborrachar, actuaba de forma muy extraña.

Thor tomo aire- Quería felicítate, lamento no haber podido ir a tu coronación

-No es necesario príncipe, tu hermana me conto que estabas ocupado peleando contra elfos oscuros- dijo cordialmente.

Se sentía nervioso de tal proximidad; el chico era tan hermoso que era difícil mirarlo a los ojos azules tan seductores que encantaban a cualquiera como un hechizo mortal, su presencia le atraía aunque supiese que estaba fuera de su liga, disfrutaba del solo mirarlo de lejos.

El guerrero tomo más de su bebida alcohólica -Puedes llamarme Thor, con confianza... Somos cercanos después de todo.

-Está bien, Thor- se sentía raro decir su nombre sin honoríficos, como si fuesen amigos.

-Te invite porque quería verte y confesarte algo- murmuro algo borracho.

- ¿Qué? ¿Es sobre política? Me dijiste que era algo importante, supuse que era algo relacionado al reino. - admitió pensativo

-No, yo- tomo sus manos suavemente- En estos días me he dado cuenta que estoy sintiendo algo por ti, una cosa que es más fuerte que yo mismo.

- ¿Qué? Eso no es posible, debes estar bromeando o la cerveza te hace ver mal - dijo anonadado y totalmente asustado creyendo que debía ser un sueño.

- ¿Me estas rechazando? - Indicó enojado tirando el jarro al suelo con desdén.

-Es solo que tú siempre has salido con las mujeres más bellas del reino y como puedes ver yo no soy alguien hermoso – admitió melancólico.

Era realista, además, alguien tan sensual como ese príncipe nunca se fijaría en él. Ya estaba acostumbrado a ser rechazado por su apariencia y decidió abrazar la soledad dado que nadie le había amado realmente.

-Tú tienes una belleza rara, eres especial a tu manera y me gusta eso de ti- dijo forzadamente, porque estaba mintiendo.

- ¿Por qué te ibas a interesar en mí?

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