Conociendo a la nueva compañera.(corregido)

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***

Estando ya en el trabajo, a Eijirou le presentaron a su nueva compañera de trabajo una vez que estuvieron frente a frente.

—Kirishima, esta es Saori Kentsume. Ella es la nueva empleada.

Kirishima observó a la chica, ésta parecía ser algo más joven que él, tenía el cabello castaño, ojos azules y piel pálida, no era muy alta. Ésta vestía con un jersey color granate, unos vaqueros y unas deportivas blancas.

—¡Hola! Encantado de conocerte, mi nombre es Eijirou Kirishima.—Se presentó alargando su mano derecha.

—Hola, mucho gusto, Kirishima.—Respondió la chica sonriendo cordialmente y estrechando su mano con la del pelirrojo.

"Vaya, qué guapo es. Me pregunto si tendrá novia."—Pensó Saori mientras miraba el atractivo rostro de su ahora compañero.

—Veo que os habéis caído bien...Ahora debo volver a mi despacho, Kirishima enséñale a Kentsume cómo funcionamos por aquí y aclaralé toda duda que tenga.—Dijo Taishiro.

—¡Por supuesto!—Respondió Eijirou.

—Bien, te lo dejo a ti entonces. ¡Hasta luego!—Se despidió su jefe alejándose de ellos.

Se despidieron de su jefe y Kirishima condujo a la chica a su zona de trabajo.

—Ya lo verás, no te será complicado entender el funcionamiento de esta empresa. Aprenderás rápido, ¡seguro!

 —Claro, estoy muy segura de que serás un buen maestro para mí.—Respondió ella sonriendo y agarrándose de uno de los brazos de Eijirou mientras andaban.

***

Mientras, en Canadá, Katsuki continuó andando por las frías calles pues, a pesar de desagradarle el frío, prefirió seguir caminando en busca de algo interesante. Y lo halló cuando se topó con una pintoresca tienda, en cuyo letrero se podía leer en letras moradas sobre un fondo blanco: Shaleen.

"¿Shaleen?Qué nombre tan extraño..."—Pensó al leerlo.

El rubio cenizo, sintiendo curiosidad, se acercó al escaparate de la tienda. Nada más echar un vistazo, se dio cuenta de que aquella tienda vendía objetos antiguos, había varios que encontraba particularmente interesantes, así que se animó a entrar.

—¡Hola, buenas tardes!—Le saludó una voz masculina que parecía provenir del interior de la tienda.

—Hola.—Saludó cortante mientras intentaba descubrir al que debía ser el dueño de la tienda.

Bakugou, al no poder ver al hombre que le saludó, decidió dejar su búsqueda y pasó a curiosear los diferentes objetos que estaban allí expuestos.

"Vaya...Este tipo parece tener buen gusto."—Pensó al ver varios libros antiguos que él mismo había leído tiempo atrás.

La tienda había permanecido en silencio durante unos breves segundos hasta que se oyeron unos pasos rápidos que se dirigían hacia Katsuki.

—Oh, creí que eras una persona mayor pero veo que eres un adulto joven.—Comentó una voz tras él.—¿Puedo ayudarle en algo?—Preguntó el dueño amablemente.

El rubio cenizo dejó de mirar los objetos y volteó su rostro para ver a la persona que le estaba hablando. Y entonces, quien creía que se trataría de una persona mayor, resultó ser un joven de cabello rubio largo platino, piel clara y ojos verdes que llevaba un suéter azul marino y unos vaqueros a juego con unas zapatillas.

 —No, no necesito ayuda.

—Ah, está bien. Avíseme si necesita de mí, estaré en el almacén.—Dijo con tono de decepción al notar el frío trato del cliente.

Katsuki ni se inmutó, le daba igual aquel desconocido y siguió curioseando un rato más.

***

Conforme avanzó en su recorrido, mayor variedad de cosas encontraba. Algunas no eran nada del otro mundo pues eran objetos tales como: Teléfonos antiguos, tocadiscos, alguna gramola...

En cambio otros parecían interesantes, como figuras que tenían una forma un tanto extraña, era difícil saber qué eran exactamente. Parecían pequeñas estatuas abstractas, éstas se le hacían interesante mas no querían comprarlas.

"Hay cosas interesantes aquí...Una pena que no tendrá mucha clientela."—Pensó Bakugou.

Continuó con su recorrido y, cuando ya estaba casi al final, divisó una caja, de tamaño mediano, seguramente de metal, color dorado y adornada con unos cuantos rubíes, esmeraldas y ámbares. Pudo comprobar que ésta era una caja de música. Le pareció bastante bonita y le apetecía comprársela, así que miró el preció de ésta.

"¿Veinte dólares canadienses?"

Katsuki hizo la conversión a yenes y descubrió que equivalían a 1634,37 yenes.

"Joder...¿Es que es de oro de verdad o qué?"—Pensó dejando la caja en su sitio.

Entonces el rubio cenizo se dispuso a salir de allí.

—¿Ya se va?—Le preguntó el chico.

—Sí, me voy.

—¿No ha habido nada que le haya interesado?

Bakugou meditó por unos segundos si mentirle o no.

—Sí, una caja de música dorada que está adornada con joyas.

El dependiente hizo memoria para recordar que objeto era y, en cuanto lo supo, le preguntó:

—Ya sé a qué caja se refiere...¿Y por qué no la compra?

—Porque, en yenes, es demasiado cara.

—No se preocupe, se la regalo. No quiero esa caja aquí por más tiempo, voy a por ella. Espere aquí.

Katsuki, sorprendido por la reacción del muchacho, esperó.

—Aquí tiene.—Le dijo entregándosela en una bolsa blanca de tela.

—¿Seguro que me la regala?—Preguntó agarrando la bolsa.

—Sí, sí, seguro.

—¿Por qué?—Cuestionó asombrado, sin dar crédito a lo que estaba pasando.

—Me trae malos recuerdos, además seguramente, a parte de usted, nadie se interesará en ella. Llévesela, por favor.

—Está bien, gracias.

—Gracias a usted, me ha quitado ese objeto de encima. Se lo agradezco.—Dijo esbozando una suave sonrisa.

—De nada, adiós.

—Adiós.

Bakugou salió de la tienda y no miró atrás, había sentido un escalofrío al ver por última vez al chico.

"Qué tipo tan raro...Debo contarles sobre esto a Shoto y a Eijirou, no se lo van a creer."—Pensó mientras andaba de vuelta al hotel.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

Creo que este capítulo me ha salido raruno xd

Bueno...¡Espero que os haya gustado!





Poliamor.[TodoBakuKiri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora