—Tu vas a salvar está familia de la deshonra.- Repetía una y otra vez el ministro Kim mientras Jongin miraba por la ventana sin hacer mucho caso, todavía era muy joven para casarse.— Tu debes resarcir la moral y las buenas costumbres, tú eres mi orgullo, no como Minseok….el no merece ser rey…tu si.
—Papá!- exclamó Jongin asustado viendo a todas partes.—No digas eso, eso es traición, podrían mandarte a la horca.
—Es la verdad, además Minseok no tiene las pelotas para mandarme a ninguna horca, es un afeminado!- dijo sentándose de mala gana en el sillón y Jongin lo miro decepcionado pero no dijo nada, solo se sentó a su lado.
—…..y como es ella?- pregunto desganado mirándose las manos, que más podía hacer además de resignarse a su suerte.
—ohhh la baronesa Krystal es encantadora, tiene un temperamento un poco….agrio, pero es muy bella, fue una destacada estudiante y tiene un terreno bastante amplio y fructífero.
Su padre continuo hablando sobre la baronesa Krystal y Jongin no escuchaba demasiado, el era muy joven para casarse….bueno….no en realidad … pero no estaba listo, el tenía un espíritu joven, le gustaba divertirse, amarrarse a un esposa de seguro no era divertido, las mujeres eran divertidas….pero no, eso era terrible, dónde quedaba su sueño de viajar por el mundo, conocer distintos lugares, conocer distintas personas, acaso una recatada baronesa estaría dispuesta a seguirlo en sus sueños. Pero estaba resignado, no quería ser el foco del odio de su padre como lo era Minseok, porque al menos Minseok tenía un poder superior real que lo respaldaba, pero el era un segundo príncipe, en resumen no era nadie.
Los dioses parecieron compadecerse de Jongin y le enviaron una pomada en tantísimo dolor, esa semana su hermano mayor Baekhyun había decidió quedarse una temporada en el dorado de visita junto a su esposo, y Jongin estaba 99% seguro de que el malnacido de Sehun se iba a colar a la visita real, y no se equivoco, allí estaba de arrimado su querido amigo Sehun, debería poder casarse con Sehun, el era divertido y saldrían todas las noches de fiesta, pero a su padre le daría un infarto si siquiera pensará en esa posibilidad, por ahora su gran amigo estaba con el por un mes, iba a hacer de esa temporada la más divertida ya que sería probablemente la última.
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—Eso es una mierda Jongin, no puedes hablar en serio, en serio te van a casar?- decía Sehun, y si no fuera porque estaba reventado de la risa en la cama Jongin creería que su compasión era sincera.
—Es en serio, mi matrimonio está concertado desde antes de que yo naciera, ni siquiera conozco a la tal Krystal.- dijo jalándose el caballo.
—Te cuento un secreto… yo si la conozco.- dijo Sehun acercándose hablando en susurro en confidencia.
—Es bonita?- pregunto Jongin, no quería ser superficial pero en realidad era una pregunta que le estaba carcomiendo el cerebro.
—Es completamente hermosa, pero ese no es el problema, la llaman la reina de hielo, un título bastante interesante teniendo en cuenta que será próximamente princesa de este cubo de hielo que llamas país natal, Jonginnie.—Jongin lo miro mal, El dorado no era tan frío.
—No es mi culpa que tu país del fénix sea un maldito asadero.- contrataco y se pusieron a hacerse una guerra de cosquillas que terminó con algunos puñetazos. —Ya bueno idiota, dime qué sabes de Krystal, porque la llaman así.
—Por que es fría como el hielo, yo la conocí porque Yoora se hizo amiga de ella un tiempo, ya sabes, cosas de princesas, pero era tan seria y fría que una sola mirada te atravesaba como un hielo, jamás le hable, es bonita pero en serio da miedo…..es algo tétrica….y siempre te está mirando mal, estás perdido amigo.- dijo consideradamente Sehun dándole unos golpecitos en la espalda y Jongin concluyó que definitivamente estaba perdido.
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Sehun y Jongin comenzaron a escapar cada noche desde que llegaron, Jongin sabía todas las salidas secretas del palacio así que no le fue difícil pasar desapercibido, se dispuso a disfrutar de hasta el último minuto de soltería que le quedará, ya se había resignado a lo peor, tenía que casarse con Krystal, pero mientras eso sucediera iba a divertirse como si cada día fuera el último, y que mejor que Sehun para secundar sus juegos. Cada noche era una aventura diferente, Jongin descubrió además que tenía mucha suerte para jugar a los dados, así que iba de bar en bar probando suerte y ganado dinero para el alcohol.
En una noche de desenfreno como las que últimamente estaba teniendo vio una cara bonita que se le hizo conocida, era raro que estuviera en un bar de mala muerte a las 3 de la mañana, a esa hora debería estar durmiendo con su perrito para levantarse temprano a cosechar lechugas, se le hizo extraño y Jongin estaba tan alcoholizado que no le pareció mala idea ir a interceptarlo.
—Pero miren nada más quien está aquí, mi granjero favorito, Do Kyungsoo, dónde están tus amigas las lechugas? – dijo burlonamente mientras se le trabaja la lengua por lo borracho que estaba, solo recibió una mala mirada y fue ignorado por completo. Jongin no quería que eso se quedará así, mentiría si no dijera que desde que lo conoció, Kyungsoo era una persona recurrente en sus pensamientos, y eso le jodía de sobremanera porque no le gustaba pensar en alguien tanto.—Te pregunte algo plebeyo.- dijo agarrándolo del brazo y Kyungsoo a jalones lo llevo fuera del bar sin que nadie se diera cuenta.
—Mira estúpido imbécil de mierda, estoy trabajando, y si me vuelves a agarrar de esa forma te rompo el maldito brazo, me importa una mierda si me fusila la guardia real.- Le espeto ácidamente agarrándole el cabello para bajarlo a su nivel ya que Jongin era considerablemente más alto, cuando el príncipe se quejó Kyungsoo lo soltó, le dio una última mirada de advertencia y entro de nuevo al bar. Jongin quedó con la boca abierta, jamás le habían hablado de esa forma, el era un príncipe, la gente se inclinaba ante su presencia y el maldito do Kyungsoo se había atrevido a tirarle del cabello, la ira lo lleno completamente pero estaba consciente de que estaba demasiado ebrio y hacer algún tipo de escándalo solo llevaría atención indeseada hacía su prófuga presencia así que trato de ignorar esa rabia y en su interior y solo entro de nuevo al bar para buscar a Sehun y salir de ese lugar.
Después de unos minutos encontró a Sehun pero este no estaba solo, lo acompañaban dos bellas señoritas que Jongin estaba seguro de haber visto en alguna parte pero no recordaba dónde, estaba claro que no eran prostitutas del bar por la forma elegante y recatada en la que vestían, pero que demonio hacían dos chicas en un asqueroso bar como ese.
—Quienes son ellas Sehun.- pregunto confundido y las chicas se apenaron un poco.
—Un tipo quería molestarlas, pero yo las defendí.- dijo sacando pecho orgullosamente.—Tal vez le dije que conocía al príncipe Jongin y que haría que la guardia real lo castrara, no importo que tan grande era, salió corriendo – dijo burlón y Jongin maldijo porque lo último que quería era que supieran quién era.
—Qué hace un par de muchachas en un lugar como este? las mujeres que frecuentan los bares son las prostitutas y las meseras, cual de las dos son?- pregunto desganado tratando de desquitarse la rabia que tenía por lo sucedido con Kyungsoo.
—Jongin no seas grosero con las señoritas.- dijo Sehun azorado.
—Los únicos que frecuentan los bares son los ladrones y los marineros, cual de los dos son?- respondió una de las chicas, era rubia de cabello corto y ojos grandes, era linda, y tenía tal vez una lengua demasiada larga para su gusto.
—Nuestro hermano salió y no ha vuelto, solo estábamos nosotras con el así que hemos salido a buscarlo, estamos preocupadas por él, dijo otra mas pequeña, de cara redonda y rasgos más felinos, tenía cabello oscuro y largo, era justo su tipo, además era más sensata que la rubia, definitivamente su tipo.
Pasaron las horas hablando con las chicas divirtiéndose un poco, eran dos muchachas bonitas y elegantes, algo raro para encontrar en un bar a esa hora de la madrugada, no se habían presentado y era mejor así, no conocer nombres innecesarios que pudieran presentar un problema, Jongin estaba bailando y la rubia le siguió el ritmo, bailando contra su cuerpo, la morena al parecer no le gusto eso demasiado porque sin si quiera pensarlo dos veces arrastró a Jongin hacía una de las mesas y le plantó un beso que lo dejo descolocado, jamás hubiera imaginado tal atrevimiento de una chica como ella, se notaba que era aristócrata por su forma de vestir y sus maneras, fue un beso inexperto pero Jongin le correspondió hasta que un grito lo asusto.
—Que demonios estás haciendo!- gritó aquel hombre iracundo agarrando a Jongin de la camisa y levantandolo, el tipo se notaba borracho y no estaba demasiado alegre, Jongin no quería iniciar un pelea y llamar la atención.
—Hermano, ya para.- Exclamó la chica que había estado abrazando a Jongin y la rubia llegó con Sehun para detener al que al parecer era su hermano, su rostro se le hacía familiar pero no recordaba de dónde lo conocía.
—Tu cállate, vas a ver cómo se va a poner papá cuando se entere de lo que hiciste……….Sehun?- pregunto el tipo apenas vio a su amigo y Sehun se puso pálido apenas lo vio y retrocedió.—Nos vamos de aquí inmediatamente! Gritó el tipo jalando a las dos chicas y todo el mundo se quedó mirándolos, era demasiado espectáculo por hoy así que decidieron volver al palacio del dorado y hacer como si nada hubiera pasado, Jongin supuso que Sehun sabía quien era ese tipo, pero al parecer no quería hablar de ello y era mejor no presionarlo, así que dejó aquel tema como si no hubiera pasado.
De todas formas las salidas nocturnas no pararon, Jongin se había prometido divertirse hasta que llegara el día de su matrimonio, así que cada noche sin falta salía a divertirse, conocía mujeres, jugaba juegos de azar, le iba bastante bien en los dados a diferencia de Sehun, hacia un tour por todos los bares de la bahía y curiosamente terminaba en el bar donde al parecer ahora trabajaba el granjero Do Kyungsoo, no era que fuera a propósito, solo que sus pies lo llevaban a ese lugar, el morbo secreto de verlo cada día. Al comienzo Kyungsoo se veía agobiado a fastidiado, pero poco a poco soltaba un poco más, a veces incluso le dirigía más de dos palabras, pero luego seguía mirándolo mal.
Jongin y Sehun eran molestos, pero conociéndoles noche tras noche Kyungsoo descubrió que solo eran un par de mocosos que les gustaba jugar, se molestaban entre ellos, molestaban a las demás personas, eran inmaduros, Sehun era egocéntrico y le gusta mostrarse y que lo admirarán, por otro lado Jongin era juguetón pero también era un poco tímido y cuando se ponía muy borracho se sentía enfermo y se comportaba como un bebé, y a Kyungsoo extrañamente se le hacía tontamente tierno este comportamiento, despertaba en el unas extrañas ganas de cuidar y cerciorarse de que nada malo le iba a suceder. Por lo que cada final de noche con un ceño fruncido le daba algún remedio casero para las náuseas y los enviaba a casa verificando que estuvieran bien.
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La primera vez que Jongin vio a Do Kyungsoo sonreír el corazón se le hizo chiquito, luego se hizo grande, y luego comenzó a latir como loco, Jongin se asusto, jamás había sentido algo así, generalmente do Kyungsoo le daba miedo, está sensación era parecía pero diferente, era confuso, su interior estaba confuso, se sintió incómodo y dejó de ver esa sonrisa que lo hacía sentir extraño, sus labios parecían un corazón y tiraba la cabeza para atrás, era totalmente adorable. Luego se dio cuenta de que esa sonrisa había sido causada porque Jongin muy mareado se había enredado con sus propios pies y había caído al suelo, fue vergonzoso así que totalmente rojo se levantó y fingió que no había pasado nada mientras escuchaba las estridente risa de Sehun dañar toda la burbuja que había creado.
Fue como una revelación que su corazón se sintiera así, se dio cuenta de que en todo lo que podía pensar últimamente era en Do Kyungsoo, en sus ojos grandes y redondos, en su boca, en sus cara, en sus brazos, en su sonrisa, en como fruncía el ceño, en todo lo que pensaba era en él.
—Me estás escuchando Jongin? Te pregunté si quieres la corbata púrpura o la azul, esto es importante, es tu traje de boda.- dijo su padre enfadado porque no recibía respuesta, y es que Jongin no podía pensar muy bien con todo lo que tenía en la cabeza.
—La azul.- dijo sin ganas y siguió viendo su figura en el espejo vistiendo el traje de novio que le estaban haciendo.
—Hay otra cosa que tengo que decirte Jongin, mañana llega al palacio la baronesa Krystal, quiero que la trates bien y que se sienta cómoda, podrás estar concentrado aunque sea en eso, verdad?- pregunto el ministro Kim de mala manera acomodando la corbata de Jongin.
—Si padre – contesto sin vida, al fin el día que tanto había querido evitar había llegado.

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Príncipe Jugador (KaiSoo)
RomanceJongin era un jugador, de eso se trataba la vida, porque se tiene solo una, no había necesidad de complicarse, era un príncipe, no tenía que preocuparse por nada, por eso no supo como reaccionar cuando su padre le confirmo que iban a organizar su pr...