Pensamientos de un joven drogadicto

no es fácil

Ser drogadicto no es cosa fácil, deberían reconocerlo. ¿Por qué no? Nadie ve lo cansada y difícil que es la vida de un adicto. Perdón, pero no todo es placer, no señores. Aúnque muchos lo vean así.

El adicto sufre sin querer, le duele la sociedad, le duele tanta libertad. Por que un adicto es libre y sobre todo independiente.

Para empezar necesitas ser astuto para poder comprar tu vicio. Aúnque a decir verdad, ésto es lo de menos.

Lo que de verdad se necesita es tener un par de cojones bien puestos. Saber quién eres y qué quieres, para poder hacer lo que quieras sin importar del 'qué dirán'.

Y ya que se tienen éstos dos puntos dominados, hay que decirlo, se necesita tiempo, mucho tiempo para poder ser un 'buen adicto'. Ser drogadicto es un trabajo de tiempo completo. No puedes pretender ser un estudiante/ciudadano perfecto y un buen adicto a la vez. Ésto es algo que más que nada; necesita un lapso.

Sí, claro, probablemente dejes de hacer cosas que antes de tu adicción hacías e incluso te gustaba, pero es uno de los pequeños sacrificios que se tienen que hacer.

También hay que decir ésto; necesitas tener cabeza fría, para cuando todos se vayan. Naturalmente, nadie quiere a un adicto. Pero no importa, al final todo lo vale.

Después, todo se vuelve rutinario ¿sabes? Y uno

termina huyendo de sí mismo, en

círculos. Una y otra vez.

Ya no te interesa el sexo. Mucho menos el amor. En todo momento no sabes lo que buscas. Aprendes a vivir con esa carga que es la rutina.

Es cuando te das cuenta, de que buscas lo que siempre quisiste, para lo que naciste; para morir, la muerte. Y ¡eureca! Felicidades, tú escogiste la forma más sabrosa para hacerlo. Desde ese día y hasta el fin, solo la esperas a ella.

Buenas noches, yo ya la estoy esperando, quería escribirles más, pero mi adicción necesita tiempo, mucho tiempo...

En fin, así vive uno. Jugando a morir la vida y vivir la muerte.