I fucking love you

CAPÍTULO 5

—¿Vosotras estáis seguras de que no estoy ridículo? — comentó Hugo saliendo del probador.

—Pero ridículo ¿por qué? Mira lo bien que te queda eso por favor, si pareces otro— dijo Victoria con las manos en las caderas admirando su obra.

—Estás muy muy guapo Hugo y créeme que no soy de dar halagos— Sentencié convencida.

Victoria le había conseguido un estilo que fuera con él, pero manteniendo su petición de que fuera "cómodo y no muy colorido", no es que Hugo fuera un chico aburrido, pero era algo reservado. Así que conjuntaba una camisa blanca ajustada y metida por la cintura con unos pantalones negros finos y un cinturón a juego.

Tras tener la ropa de esta noche y algunos conjuntos más algo casuales, nos fuimos a la peluquería de un amigo de Victoria.

Al final del día no reconocía casi a mi amigo. Desde luego que si seguía esa línea al menos llamaría la atención de Erika, pero también de muchas mujeres y su personalidad estupenda después haría el resto.

—La verdad es que tenía miedo de vosotras, pero... gracias chicas es un buen cambio, creo...— comentó mientras tomábamos café en la esquina de la calle.

—Lo importante es que tú estés contento y después lo demás— le sonreí.

—Esta noche, es la noche chicos, lo presiento— dijo divertida victoria.

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Los cuatro habíamos quedado en la puerta de O'Brian y ya estábamos Vic, Erika y yo ya que a Hugo le costaba algo más llegar puesto que era el que más lejos vivía.

—Hugo tarda y yo tengo demasiada hambre...— comentó Erika mirando el reloj.

—Erika, ha pasado un minuto desde la hora a la que hemos quedado, haber merendado que te lo he dicho— bufé.

—No porque hoy quiero beber poco y si me empacho no me va a subir— cruzó los brazos.

Victoria y yo nos miramos sabiendo que lo de "beber poco" solo se lo creía ella.

—Que hambre...— repitió.

—Mientras no te comas a nadie— dijo sonriendo Hugo.

Todas nos giramos y después de ver la cara de Erika, habían valido la pena totalmente las 5 horas que nos pasamos viendo tiendas la tarde del jueves. La misión de APLR parecía que iba a arrancar bien.

—Wow Hugo vaya cambio— dijo sorprendida.

La verdad es que estaba guapísimo, el conjunto de la ropa arreglada y el pelo degradado y levantado hacia arriba en la parte del flequillo le daba un aire juvenil y masculino. Además, parecía haber adoptado una actitud decidida lo cual le ayudaba.

—¿Se te ha pasado el hambre Erika? — dije picándola al ver como se comía a Hugo con los ojos.

—¿Eres idiota Alexis? — me respondió algo nerviosa de saber que le había pillado— yo siempre tengo hambre— me guiñó un ojo y entró al bar.

Los tres rezagados nos reímos de su actitud y Victoria y yo animamos con miradas a Hugo y le dijimos que su entrada había sido triunfal.

Nada más entrar busqué a Kate con la mirada, pero no la encontré, lo que me puso algo nerviosa. Tenía ganas de verla, la verdad que conseguía que en poco tiempo quisiera estrechar mi amistad con ella. Era emocionante cada momento, de normal yo sabía leer a las personas e incluso algunas llegaban a ser predecibles. Con ella eso era imposible, nunca sabía que pasaba por su cabeza.