HASTA QUE TE RECUERDE

TE AMO

POV EVELYN

Mi parte favorita de la relación que día a día forjaba con Melissa son las veces que de la nada empezábamos a hablar de un tema y terminábamos enredadas con al menos diez, historias de la infancia, caídas de la niñez y locuras de la adolescencia, de la nada ya sabía porque se había roto el brazo a los ocho años, porque le aterra el mar, porque tiene esa cicatriz en la muñeca, porque le encantan las donas, el porque de todo lo que le gustaba y el porqué de todo lo que no le gustaba, porque ella creía en los fantasmas y no creía en los alienígenas, porque apoyaba a ese político y no al otro, porque le encantaba el acento americano y odiaba el británico. El te amo se quedó en ese único día que me lo dijo, no se lo admitiría nunca, pero moría por escucharlo de nuevo, como se lo prometí, fingimos que ese día nunca paso.

Increíblemente se llevaba de maravilla con Taylor y doblemente increíble ver lo bien que congenio con Allyson, parecían conocerse de toda la vida, muchas veces me cuestione si nuestra diferencia de edad podría ser un problema en el futuro, eran seis años, no era una diferencia abismal, al menos ya era legal. Fueron pocas las veces donde me ponía a pensar seriamente en mi futuro, este ya estaba asegurado, la parte económica, me había encargado de ello hace años ya, ahora lo que carcomía mi cerebro era pensar si Melissa estaría dispuesta a seguir por mucho tiempo más conmigo, ¿era estúpido pensar en ello? solo tenemos meses de estar juntas y la idea de pedirle y hasta rogarle que no me deje ya estaba presente, mis días eran iguales y distintos al mismo tiempo, eran iguales con respecto al trabajo, eran completamente diferentes al ver a Melissa y emprender una aventura nueva cada día, con una conversación, conocer un restaurante nuevo, el cine, algún partido, parques, todo eso que antes solo me servía para la "previa", me refiero a antes de tener sexo, ahora era tan diferente, disfrutaba cada minuto y ninguna de esas veces termino en sexo, no es que no lo quisiera, analizándome bien, estoy segura que me urgía, acaso ¿estaba enamorada? La respuesta es sí, estoy enamorada.

- ¿Quieres que pase por ti? - le pregunte apenas encendí el auto para llevarla cerca de su casa, por razones que no entiendo no quiere que la lleve hasta esta.

-No es necesario cariño- nadie, ni yo podía expresar la felicidad que me causaba cada vez que me lo decía, tenía muchas maneras de llamarme, amor, cariño, nena, preciosa y muchas más, parecía que su repertorio inventaba una palabra cada minuto- te prometo que estaré allí.

-A Danae le encantara, la mayoría de los miembros del club tienen hijos, conociéndola hará muchos amigos mañana.

-Imagino que si...

-Okey, ¿qué pasa? - su tono de voz anterior no era muy animoso que digamos.

-Si quiero ir, contigo puedo escalar el monte Everest si me lo pides, estoy nerviosa, nunca fui a ningún club, bueno, si fui, solo por trabajo, sé que no debería, pero siento no encajar en...

- ¿Quieres terminar conmigo?

- ¿Qué? - vi su rostro horrorizado por mi pregunta, no me gustaban los rodeos, iba al punto y ya.

-No me gusta hacer comparaciones pero si debo hacerlo, bien, no voy a obligarte a nada que no quieras, lamentablemente para ti, el mundo que intento mostrarte es en el que vivo, en el que me relaciono y lo siento Melissa, pero no me privare de cosas que me gustan hacer y lugares que me gusta frecuentar, si no quieres acompañarme está bien, pero dímelo y no solo muestres tu molestia en silencio- quizás lo había llevado a un extremo- te vuelvo a repetir, no es necesario que hagas todo lo que yo hago- del 1 al 10 mi enfado bajo considerablemente a un pacífico 2- no intentare cambiarte, quiero que te sientas cómoda conmigo, si no quieres ir, está bien, no me molestare ¿de acuerdo?

-Si quiero, ¿no entiendes que el tiempo que paso contigo se me hace cada vez más corto? - fueron pocas veces las que lograron sonrojarme, esta es una de ellas- no me molesta acompañarte a cada lugar por más extraño que me parezca, lo que intenté decir es que a veces siento no encajar, a ti te sale tan natural, me sorprende como has...- no terminó la frase callándose, tocándose la cabeza como si hubiera estado a punto de cometer un error- lo siento Ivy, a veces sigo creyendo que soy una niña.