1.Calma

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Miraba aquellos majestuosos edificios, el hermoso atardecer que adornaba el paisaje y el tráfico de mi ciudad o por lo menos eso aparentaba. Mi cuerpo iba allí en el metro de pie, mirando por la ventana como cualquier otra persona esperando llegar a su destino... aunque mi mente por el contrario se encontraba en un sitio muy diferente, yendo a mil por hora pensando con temor en lo que sucedería en los próximos días.

—...Será complicado, pero estamos dispuestos a morir si es para lograr un verdadero cambio... —. Esas tediosas palabras dichas por un chico en la asamblea de sede, se rehúsan a salir de mi mente, realmente me dan escalofríos.

La situación en el mundo está complicada otros países se han levantado y el mío está en la puerta de una revolución o eso pronostica todo el mundo, y así mientras el paisaje y mi entorno se desenfocan mi mente divaga aún más lejos.

— ¡Esta marcha marcará un antes y un después en la historia, los jóvenes debemos ser parte del cambio! —. Realmente no puedo sacarme ese dichoso tema de la cabeza pienso con molestia.

Ya volviendo un poco a la realidad y enfocando devuelta mi mirada al vagón del metro, no puedo evitar darme cuenta que todas la personas allí presentes tienen una expresión preocupada, las personas llevan la vista perdida y están más ajenas a su entorno de lo usual... ¿por qué todos están tan tensos? , no puedo evitar pensar, es solo otra inútil marcha que no nos llevará a ningún lado, pero yo misma tengo esa extraña sensación de que algo sería diferente ese día, no sabía qué pero justo cuando empezaba a plantearme malos escenarios, la voz mecanizada hizo presencia para indicar la siguiente parada, a la cual yo me dirigía, al llegar a la estación salí por completo de ése extraño trance en el que me encontraba.

De camino a mi casa, en esos escasos minutos, evite pensar en eso, me dije torpe deberías estar pensando en el parcial que tendrás mañana ¡Eso realmente si merece mi esfuerzo! — dije en voz alta, sin querer, ganando un par de miradas raras entre los transeúntes que me hicieron olvidar por fin ése tema. Avergonzada apresure mis pasos y seguí caminando sin pensar en nada más hasta llegar a mi casa.

¿Cómo te fue hoy, Al final que decidieron en la universidad? — me preguntó mi madre, apenas al verme atravesar la puerta de entrada.

Vamos a salir a paro — me límite a decir, mi madre me miro atentamente y en ese momento pude ver la angustia reflejada en su mirada — Descuida no será por mucho tiempo, realmente todos exageran con eso dije rápidamente ante su reacción, aun cuando yo misma no lo creó.

Bueno, supongo que tienes razón — dijo breve mente, para luego dejar que el silencio nos invada, me miro con mucha seriedad y no pude evitar notar que se acercaba aquella crítica pregunta que a mi madre le costaba hacer —... ¿Irás a marchar? — dijo por fin, seguido de un ligero suspiro.

El silencio nos invadió de nuevo — Yo... no lo sé — le respondí después de meditarlo un momento, Hay que salir, mamá este paro está más que justificado, el país necesita despertar y luchar sobre todo por sus derechos — mi madre me analizaba muy seriamente con la mirada por lo que continúe — Sin embargo no estoy segura de que una marcha sea el mejor método... lo más probable es que termine muy mal, como siempre siendo desprestigiada por la violencia y el vandalismo —. Mi madre me dirigió una mirada más relajada y afirmó suavemente con la cabeza.

Bien, acomoda la mesa debes tener hambre — dijo mi madre como si nada, me dirigí a la mesa cuando su voz volvió a sonar — y Nora, no olvides llamar a tu hermano a la mesa .

Bien dije con desgano y me dirigí a subir las escaleras para buscar a esa molesta lagartija que se hace llamar mi hermano — ¡Oye! Ya es hora de cenar insecto — le dije recostada sobre el marco de la puerta.

Bien ya voy, déjame término está partida enana — dijo con una sonrisa ladeada mientras yo ponía los ojos en blanco.

Me volteé con molestia, de verdad no tengo cabeza para perder el tiempo con sus tonterías, el resto de la noche fue muy normal, después de la cena me dedique a estudiar para ese dichoso parcial de Semiología...Qué diablos pensaba cuando me inscribí a estudiar medicina, ya pasadas las tres de la mañana, casi cuatro, sentía que mi cerebro en algún momento explotaría y tenía clase de siete al otro día...ya era más que claro que debía irme a dormir.

Al dirigirme a mi habitación no pude evitar ver qué de la alcoba de mi hermano salía un tenue rayo de luz por encima de su puerta, lo pille, ha de seguir jugando su tonto vídeo juego. Aunque pensándolo bien estaba demasiado cansada para reprocharle a Rubén su obsesión por esos juegos, por lo que simplemente me limite a seguir de largo a mi habitación.

Hoy será un día muy largo, pensé con cansancio, pero aun así tengo la sensación de que será un día interesante y con este último pensamiento caí rendida en los brazos de Morfeo.

La "Chispa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora