Entre Amores Y Memorias

capitulo 1

La lluvia era intensa, las gotas de agua no dejaban de chocar contra la ventana, parecía que el cielo se caía con cada trueno que se oía.

Mi corazón estaba triste, te marchaste de mi vida y ni siquiera por tu propia voluntad.
lo único que pude hacer, fue ver como te llevaban con ellos para luego desaparecer.

Ni gritar, ni correr, ni buscar un arma para detenerlos, nada de eso pude hacer; me sentí tan inutil, tan miserable, tan cobarde. ¿Pues que puede hacer una pobre chica contra cinco hombres armados? Nada.  y eso fue  exactamente lo que hice.

¿porque te llevaron?¿ cual era la necesidad?  Les dimos todo sin protestar;  la comida, el dinero, todo lo que ellos pidieron, ¿porque simplemente no se fueron sin mas ? ¿que razón tenían para llevarte ? ¿porqué tu? Son preguntas que aun me hago y las cuales aun no he podido contestar.  

Después de ese día sentí que mi vida ya no valía, si mi vida eras tu y tu ya no estabas conmigo ¿que razón tenia para seguir viva?
No tenia padres, no tenia hermanos, ni siquiera amigos, solo eramos tu y yo y ahora lastimosamente era  solamente yo.
¿que debía hacer? Llorar? Morir? O simplemente vivir?. Llorar ya lo había echo, morir no me atrevía hacerlo, me tocaba vivir y diablos,  si que era difícil vivir sin ti.

Pasaron dias, semanas, meses y yo aun no aprendía a vivir sola sin ti.  Pero un día,  cuando ya yo no podía, apareciste.

Con el cabello mas largo, un poco mas delgado, con una sonrisa triste y unos ojos apagados, pero eras tu y por fin mi vida tenia sentido otra vez.

Corrí a tus brazos, te atrape en un abrazo, junte mis labios con los tuyos y jure que nada en la vida nos volvería sa separar  otra vez, que esta vez te protegería, y me encargaría de llenar tu vida otra vez de alegría.  Que lastima que las promesas no sean tan fáciles de cumplir.

Pasado dos semanas de que regresaste, note el cambio abrumador por el cual pasaste. Ya no eras alegre, ya no tenias una mirada dulce, eras mas callado y tu rostro reflejaba todo el dolor por el cual habías pasado.
Me sentí culpable, me sentí miserable; porque a pesar de que regresaste sabia  que dejaste tu alma en alguna parte. Eras tu pero a la vez no lo eras, estabas conmigo pero no me veías, te podía tocar pero no te podía alcanzar. ¿que te paso mi amor? ¿que tuviste que sufrir para que te convirtieras en un cuerpo sin alma?

Mis besos, mis caricias, mi amor, no llegaban a ti y entonces comprendí, que un cuerpo sin alma no podía sentir.
Volví a prometer que aunque mi alma de rompa en pedazos en el proceso,  volvería a la vida a esos ojos negros.