Primer día: Israel.

62 4 1
                                    

Tener que cursar el último año de preparatoria con diecinueve años no me hace sentir orgulloso, había sido el destino o una serie de problemas desencadenados por mi forma de ser que me llevaron a esto. Dos años sin estudiar era demasiado, apenas era momento de volver. Había terminado de hacer todo lo que tenía pendiente: era momento de empezar una nueva vida.

Sin dejar la marihuana, claro.

La preparatoria estaba bastante cerca de mi casa a diferencia de otros yo solo tomaba un camión. Uno que pasaba por mi lugar favorito: lo más alto de la ciudad, donde se puede apreciar lo más bello de todo, las montañas.

Me baje del camión sin ver ninguna cara conocida. Era una mierda. Empezar de nuevo, sin conocer a nadie. Mi brazo estaba con las venas resaltadas: necesitaba un poco. Pero no. Nunca. Más. No.

Salir de tanta mierda es difícil.  Después de dos cuadras de caminar bajo el horrible sol del verano llegue a mi ex lugar preferido para fumar: unos arboles grandes con una sombra increíble y perfectamente escondido, no es mi intención volver a un reformatorio. Fumar marihuana es completamente natural para mi: en la mañana, en la hora de la comida, en el postre, en la cena, a media noche. Ahora mientras tengo que pasar este año: debe ser antes de entrar. Fumarla, me hacía sentir tan tranquilo. Olvidaba los problemas y la presión que conllevaba estar en este lugar.

Había hecho una lista de las cosas que debía hacer:

1)   Graduarme

2)   No reprobar

3)   No faltar

Eso era, ¿Qué tan difícil podía ser? ¿Qué de complicado iba a tener? No tenía ningún amigo. Y no iba ser fácil conseguirlo. ¿Quién quisiera ser amigo de un drogadicto?

Recostado bajo la sombra del árbol decidí terminarme todo. Y entonces mi mirada fue a parar directo a los ojos de una chica. Su cabello negro viajo alrededor de su rostro, sus ojos negros se fijaron justo en mi maldito vicio. Ella también fumaba, pero un cigarro. Lo tenía en su mano izquierda. Giro su rostro en forma de indignación y continúo caminando.

¡Que maldita primera impresión! ¡Porque debo de ser un estúpido! ¡Que maldita pena si la veo de nuevo! ¿Qué irá a decir del chico fumando hierba, escondido bajo del árbol? Y ella caminando sin cuidado fumando a dos cuadras de la preparatoria. ¡Vaya mujer! ¡Vaya!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 10, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Azul en el Abismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora