uno; ¿sintomas?

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Isabelle se había despertado como cada mañana, sin ganas pero sin tener de otra por qué tenía que ir a clases.

—Me cambio y a desayunaaaar.- Dijo mientras se estiraba para sentirse más despierta.

Se alistó y bajo a prepararse lo más decente que podía en treinta minutos, ya que solo eso tenía para cocinar, comer y llegar a la escuela.

"Un cereal está perfecto" pensó, en un plato se sirvió el cereal y le incluyo plátano, fresas y miel para darle más sabor.

—Belle, te vas caminando o te apuras.- Amenazo su mamá bajando de las escaleras.

Isabelle la miro entre indignada y extrañada.

—Pero si usted literal acaba de bajar, ¡incluso le falta sus tacones!— Se quejó.

—Yo hago eso rápido, tú comes muy lento.- Le echo en cara a lo que la pelirroja menor hizo una mueca.— No me hagas muecas y vamos, por cierto, ¿Irás a la casa de Perla hoy?

Isabelle asintió masticando su último bocado mientras dejaba su traste sucio en el lavabo.

—De acuerdo hija, espero no se te olvide nada.-

—No mamá, no te preocupes.- Le sonrío de manera tranquila, no por nada se había levantado tan temprano.

Ya habían terminado las clases e Isabelle caminaba junto a su amiga Perla pues se quedaría a dormir con ella ese día aprovechando que es viernes.

—Estaba leyendo Wattpad sobre los elegidos de los creepypastas.- Perla sacó el tema con un tono serio, según ella pues nada de lo que dijo en esa oración tenía sentido para ella y seguro para nadie que la escuchara.

—Ay amiga, podríamos ser nosotras unos de los elegidos y follar como si no hubiera un mañana con nuestro creepypastas favorito aaaaah.- Actuó como una fangirl Isabelle haciendo que Perla no aguantara su risa.

—Ascoooo.- La empujó mientras reía e Isabelle siguió con las bromas hasta que llegaron a casa.

—Bienvenida, sabes que mis padres llegan tarde de trabajar, así que tenemos toda la tarde solas.- La pelinegra tiro su mochila en el sillón y se dirigió a la cocina, la pelirroja la imitó.

Perla le empezó a contar cosas, pero Isabelle solo podía escuchar estática, por un momento no le dio importancia, pues a veces por la electricidad o cosas parecidas se escuchaba muy fuerte, según ella, sin embargo se asustó cuando el sonido se volvió tan fuerte que solo era eso lo que escuchaba.

—¿Estás bien?- Le pregunto si amiga preocupada, pues se había quedado quieta sin ninguna expresión en la entrada de la cocina.

—Oh si, solo que me faltan vitaminas creo.- Contesto no muy segura.

—Ve a la sala y ve escogiendo tú lo que veremos, no vaya a ser que te me desmayes aquí.- Bromeó un poco.- Yo llevaré las papas y sándwiches.

Isabelle le agradeció y se dirigió a la sala olvidando aquel extraño suceso.

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2019 ⏰

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