Mi nombre es Ava Cora Luven, nací el 03/04/1994 en Alemania, Essen. Hablo alemán aparte de español y ruso.
Pase mi infancia y parte de mi adolescencia aprendiendo Kenpo y Krav Maga, ya que mi familia pertenece a la Bundeswehr (Fuerzas Armadas), decían que necesitaba estar bien preparada por cualquier cosa.
Serví en varias misiones como tiradora de precisión y paracaidista en Iraq y Afganistán, además de traductora. Las cosas que uno ve en esos lugares te destrozan por dentro.
Mis habilidades siempre han sido además de ser trilingüe, poder nadar profesionalmente y escalar sin ningún problema.
No soy una persona que se ande con rodeos, me considero muy tranquila y divertida, bastante reservada, pero las secuelas que te deja estar en el campo de batalla son enormes. Ahí apareció mi trastorno de doble personalidad, al perder a mi mejor amigo en batalla, en mis brazos.
Desde ese momento juré que no volvería sin una razón. Si alguien que aprecio está en peligro, no dudaré en actuar.
Al volver a Alemania me enteré que mis padres fallecieron en un accidente automovilístico lo cual me hundió muchísimo más.
Ya no me quedaba nada, el estrés y dolor que me invadía era demasiado, solo pensaba en matar.
Hablé con un par de contactos y empecé a trabajar para una mafia que se encontraba en Berlín. Contratos venían, contratos iban, y nada es color de rosas, me metí en un problema, uno muy grande, y tuve que huir. Mi cabeza se buscaba por toda Rusia.
Ava sería un recuerdo doloroso para mí, Cora, una nueva vida. Viajé a mis 23 años a Francia, Paris, donde conocí a mi pareja Ryan en una excursión al museo Louvre, todo iba mejorando.., hasta que pasado un año me encontraron.
Una noche la Mafia Rusa de Vólkov se adentró donde vivía, destrozando lo todo y dejándome una nota: ¨No hemos olvidado lo que has hecho, ten seguro que pagarás por ello. Firma: Vk¨.
Ahora no era solo yo, debía cuidar a Ryan, él tenía que viajar a Los Santos pero no podía dejar que se fuera sin contarle quien realmente soy.
Al escucharme, me propuso que fuera con él, pero sería muy arriesgado, la mejor idea era viajar separados.
Él viajó con su abuelo por un lado antes que yo, mientras tanto me contacte con un viejo colega militar, Ruzzó, para que me ayudara por si las cosas se complicaban.
Estuve casi un año totalmente incomunicada viviendo con él a las afueras de Paris, fue muy doloroso, pero era mejor hacerlo que poner nuestras vidas en peligro.
Al ver que las cosas se habían calmado decidí viajar, por suerte no hubo complicaciones en el transcurso.
Cuando llegue a la ciudad después de 1 año sin haberle visto busqué a Ryan, no quería ir por el lado malo otra vez, al encontrarlo me propuso que me uniera a la policía para no estar desprotegida y la idea me encantó. Vólkov y otras Mafias seguirán buscando mi cabeza hasta tenerla, Los Santos, aquí estamos por otra oportunidad, y espero, que esta sea la última.Presente
Jueves 21 de Noviembre, 1:00 AM
Una tienda de campaña en medio del bosque, rodeada de árboles imposible de ver por la oscuridad que ahí yacía, un pequeño destello de luz se podría ver salir de esta, habría una vela derritiéndose sobre una pequeña mesa de madera. En ella, una botella de alcohol casi vacía acompañada de un vaso lleno, una pluma, un tintero, y varios papeles entre platos y hierbas. En estos papeles estarían las localizaciones de cada miembro de Vólkov.
Luven estaría recordando momentos pasados mientras se encuentra escribiendo una carta sentada en el suelo.
Todo comenzó para escapar del pasado, nueva ciudad, nuevas personas, pero el mundo es pequeño, aunque no lo creas, y hace, que vuelvas a reencontrarte con personas que, en su momento, crees que no volverás a ver.
Quien diría que ingresar al cuerpo policial me daría los mejores momentos de mi vida, y los mayores dolores de cabeza.
Empezar como un simple recluta no fue fácil, aprender varios códigos, procedimientos, participar de simulacros, que te reten porque las cosas no se hacen de la misma forma, golpearse, caer, volver a levantarse, y así sucesivamente.
Ascender sin tener idea del porqué, esforzarte hasta sentir que tus huesos van a explotar, reírte con tus compañeros de estupideces, cuidar de la persona que quieres que no está en una buena situación y que un conocido de ambos del pasado lo riegue todo en cuestión de segundos, la vida, da demasiadas vueltas. Enfrentarte a ambas personas poniendo en riesgo tu vida, ¡Joder!, de lo que somos capaces.
Y que, de un momento a otro, quien tenga que dar las ordenes seas tú, ascender a Captain, a pesar que me molestara siempre con Rodríguez, y me doliera que Blake se fuera, fue maravilloso.
Estoy tan agradecida de cada momento que pase junto a ustedes..
Cada entrenamiento hizo que sufriera y amara lo que estaba haciendo, no todos se tomaron la Policía en serio, pero quienes lo hicieron espero que se hayan llevado una gran lección, y es, que a pesar de cuan mal la estemos pasando, siempre nos volveremos a levantar, y, el día menos esperado, nos reencontraremos. Aún, hay una promesa que cumplir, y aún, hay un francotirador que portar.Firma: Luven.
Deja la pluma sobre la mesa y extiende su mano izquierda para apagar la vela con la yema de sus dedos cerrando sus ojos lentamente, toma el vaso con la mano derecha y se lo bebé de una depositándolo con fuerza sobre la mesa nuevamente.
Abre sus ojos y toma con su mano izquierda la chapa que cuelga de su cuello hace años, la sostiene por unos segundos.Luven:
- Está chapa significa mucho para mí. -Pensé-
Cuando Eithan murió en mis brazos, juré dejar todo atrás y comenzar de nuevo, pero las cosas se empeñan en que no sea como quiero, sino como la vida quiera, y está, posiblemente me quiere a tres metros bajo tierra.
Mañana empieza la cacería que tanto anhelan, Ruzzó, me proporcionó bastante información de cada miembro, así que "V", ahí vamos.Deja su chapa nuevamente escondida en su cuello y se tumba en el suelo cerrando los ojos, quedándose completamente dormida.
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Un viaje sin retorno
AdventureCuando lo as perdido todo, cuando ya no tienes a donde mirar, o donde apoyarte, surge esa pequeña luz de esperanza que no te permite bajar los brazos, pero hay veces, como esta, que la venganza no termina en nada bueno. Tal vez estés acostumbrad@ a...