ᴼ³第三章 ཻུ۪۪⸙͎

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⚘.*ೃ─── 삼 ───.

Al día siguiente desperté en el suelo y no en la celda, y para el colmo, con las muñecas atadas por detrás de la espalda.

ㅡ Hijos de puta ㅡ. Maldije.

Traté de desatarme a la fuerza creyendo que podría salir fácilmente como en las películas.

Error.

Terminé raspando mis muñecas haciendo que sangren un poco.
Miré alrededor para estar seguro de que no haya nadie.

Apenas levanté la mirada, JeonGguk me observaba con esa molesta cara de superioridad.

ㅡ ¿Qué crees que haces? ㅡ. Pregunta molesto.

ㅡ ¿Quí criis qui hicis? ㅡ. Respondí.

El pelinegro bufa y me levanta del suelo llevándome a otro lugar desconocido. Llegamos frente al palacio de ayer, nos quedamos ahí hasta que un señor con barba llegó vestido con el típico hanbok*

Aún con las muñecas atadas, JeonGguk me sentó de rodillas y se posicionó a lado mío.

ㅡ ¿Cómo te llamas? ㅡ. Me preguntó el extraño señor.

ㅡ ¿Yo? ㅡ. Me señalé irónicamente.

ㅡ Sólo responde ㅡ.

ㅡ Kim TaeHyung ㅡ. Suspiré.

El señor me examinó lentamente.

ㅡ ¿De qué país has venido hasta aquí? ㅡ.

ㅡ República de Corea del Sur ㅡ.

ㅡ Repu-, Co...Corea del Sur ㅡ. Repitió confundido. ㅡ Jamás escuché hablar de tal nación ㅡ. Guardó silencio unos segundos mientras pensaba. ㅡ ¿Cómo es que hablas tan bien nuestro idioma? ㅡ.

ㅡ Porque es... ¿coreano? ㅡ.

ㅡ ¿Coreano... ? ㅡ. Levanté los hombros. ㅡ ¿Entonces quién te mandó aquí y por qué? ㅡ.

ㅡ Tampoco sé cómo llegué aquí ㅡ.

ㅡ No estás ayudando ㅡ. Gruñe JeonGguk.

Lo fulminé con la mirada. ㅡ Estoy diciendo la verdad ㅡ. El señor suspiró.

ㅡ Posiblemente está loco ㅡ. Afirmó el señor. ㅡ Vuelvanlo a encerrar ㅡ.

ㅡ ¡¿Qué?! ㅡ. Grité. JeonGguk me tomó de los hombros para levantarme.  ㅡ ¡Sueltame! ㅡ.

Mientras intentaba zafarme de su agarre, el maldito brazalete que había encontrado en el río, cayó al suelo.
Todos prestaron su atención a aquella joya.

El pelinegro volteó a verme. ㅡ Vaya ladrón ㅡ.

ㅡ No, no, no. Eso no lo robé de la tienda ㅡ. JeonGguk volvió a tomar mis hombros mientras ignoraba lo que decía. ㅡ ¡Escúchame! ¡¡Nunca robé eso!! ㅡ. Nuevamente me volvió a meter al maldito calabozo y cerrarlo con llave.

ㅡ Si quieres salir de aquí tendrás que pasar por un castigo ㅡ. Fue lo único que dijo antes de desatarme, darsela vuelta e irse.

ㅡ ¡¡Qué te jodan!! ㅡ. Maldije antes de que desapareciera.

Estaba cabreadísimo y eso del castigo no me sonaba del todo bien.
Tan solo recordar los castigos que la gente tenía que sufrir en los doramas y en las peliculas de época, me ponía los pelos de punta.

ᴅʏɴᴀsᴛʏ➹ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora