Hoshi.
Iba caminando a lo largo del pasillo del hospital mientras miraba el teléfono. Estaba hablando con la hipócrita de la madre de Jihoon, que casualmente ahora se preocupaba mucho por su hijo, pero lo cierto es que aún no le había hecho ni una mísera visita en los dos meses que llevaba en coma.
Había perdido la cuenta de la cantidad de veces que había recorrido aquel pasillo, prácticamente viviendo allí. Paredes completamente blancas, al igual que el suelo. Los asientos, al lado derecho del pasillo, eran de un azul oscuro. Allí se sentaban algunos familiares que no planeaban pasar demasiado tiempo en el hospital. Para aquellos que sí estaba la sala de espera. En dirección contraria a mí se dirigían personas llorando a mares, otras cargadas de suero, otras en sillas de ruedas o camillas... Una imagen muy deprimente pero a la que ya estaba acostumbrado.
Cuando Jihoon quedó en coma mi vida cambió por completo. Pocas veces pisaba mi casa, porque no era mía, era "nuestra". La compramos y amueblamos juntos, huyendo de nuestros problemas en busca de una vida mejor y eso no lo cambiaría nada ni nadie jamás. Pisar aquella casa en la que Jihoon y yo habíamos reído y llorado, aquella en la que aún estaba impregnado su olor, en la que tanto daños nos hicimos el uno al otro sin saberlo...
Finalmente vendí la casa y me alquilé una nueva alejada de esa zona. Los ahorros de mi vida habían ido dedicados al apartamento nuevo donde ahora estaban todas nuestras cosas pero ni siquiera me había atrevido a desempacarlas. Como ya dije, ahora era como si viviera en el hospital. La nueva casa sería para los dos por lo que juntos desempacariamos todo y nos instalariamos, porque sí, yo sabía que algún día Jihoon despertaría, él no era así, él no me abandonaría.
Dejé de asistir a las clases de baile a pesar de que era mi pasión. Supongo que ya no quedaba ni un ápice del Hoshi que era antes.
Un mes después mis amigos comenzaron a visitarme al hospital con la idea de llevarme a dar una vuelta, ir a alguna fiesta o simplemente llevarme a sus casas, cualquier cosa por tal de sacarme de aquel lugar aunque fuese un ratito."Vas a enfermar."
"Jihoon no volverá, tienes que hacer tu vida."Yo les echaba del lugar. No era apropiado ir a un hospital, con Jihoon enfermo -y muchas otras personas- para tener la desfachatez de decir aquello. ¿Quienes eran ellos para dar a mi mejor amigo por muerto? Lo sé, querían lo mejor para mí... pero lo mejor era Jihoon.
Con el paso de los meses se cansaron de velar por mi bienestar y dejaron de visitarme aunque aún me mandaban mensajes para revisar que todo estuviese bien. En el fondo sé que sólo querian saber si Jihoon habia muerto y todo habia acabado para ambos... Finalmente, dejaron de mandarme mensajes también.
Estaba completamente solo en aquel lugar enfermizo. Solos yo y mi esperanza, que cada vez era menor, aunque tenía miedo de admitirlo.Estaba tan sumergifo en todos aquellos pensamientos y recuerdos mientras miraba el móvil, como ya dije al principio, que sólo un café templado derramándose sobre mis pies fue capaz de sacarme de ellos. Apreté mis puños sin alzar la vista. Estaba realmente furioso. Normalmente no sería así, yo era un chico tranquilo, pero la charla con la madre de Jihoon y la situación que venía destruyendo mi vida desde hacía dos meses... no ayudaron.
- Mira por dónde v--
Sin embargo no fui capaz de terminar la frase en cuanto alcé la vista. Mi corazon dio un vuelco, mis manos temblaron al igual que mis piernas, mis ojos se inundaron como si una presa acabase de ceder su paso a todo un mar... Jamás pensé que le vería de nuevo frente a mí.
No importa cuanta esperanza tuviera en que él despertaría, en el fondo yo sabía que solo me engañaba a mí mismo.
- Jihoon... -murmuré acercando mi mano temblorosa a su rostro mientra me ahogaba con mis propias palabras.
Acercó su rostro a mi mano y dejo que rozase su mejilla.
- He... ¿vuelto? -murmuró él también con una débil sonrisa.Woozi.
No tuvimos demasiado tiempo a solas, pues fue cuestión de segundos que las enfermeras me encontrasen y obligasen a volver a mi habitación. Se pasaron todo el día haciéndome cientos de pruebas extrañas. El coma seguía siendo un misterio para la medicina, y necesitaban comprobar al menos que todo en mí estuviese bien y que no hubiese sufrido daños cerebrales internos. Para cuando todo terminó eran casi las ocho de la tarde, me recomendaron descansar un poco, y un par de horas después desperté viendo a Hoshi a mi lado.
Estuvimos bastante tiempo hablando y después de ponerme al día con todo lo que había ocurrido y cómo se había sentido mientras yo estaba en coma, el médico entró en la habitación pidiéndole a Hoshi que saliera un momento para decirme algo. No tenía sentido, era lo más parecido a un familiar que yo tenía en aquel momento así que se lo contaría igualmente.El médico me aclaró que debía permanecer en el hospital varios días más para ver cómo iba reaccionando mi cuerpo, cosa que veía innecesaria ya que me encontraba perfectamente. También me comentó que necesitaría iniciar unas terapias físicas para fortalecer mis músculos, pero con cuidado. Después de dos meses rígido como una piedra mi cuerpo estaba de lo más sensible.
Una semana más tarde ya me habían dado el alta. Resulta que mi mareo se debió a que padecía de anemia crónica, así que debería seguir viniendo al hospital cada cierto tiempo para someterme a revisiones, además de tomarme una medicación específica.
Me encontraba recogiendo mis pertenencias, aunque al ser tan pocas no tarde casi nada, cuando teminé de cerrar la pequeña bolsa me giré hacía la puerta para salir pero en ese momento se abrió con tal fuerza que dió un portazo contra la pared y pude ver a un Hoshi sudado buscándome con la mirada. Sonreí levemente al verlo en ese estado. Dios, incluso así estaba atractivo.
Últimamente estabamos todo el tiempo juntos ya que Hoshi literalmente no se separaba de mi lado ni para ir al servicio, siempre tenía que cerrar la puerta con pestillo para que no entrara. Me sentía tan agradecido con él por estar a mi lado incluso cuando yo no era consciente de ello que no sabía como expresarlo, aunque también me sentía culpable al saber todo lo que dejó atrás por estar junto a mí. El tacto de su mano aferrándose a la mía me sacó de mis pensamientos y juntos salimos de allí.
Caminábamos por una calle muy diferente a la de nuestra casa, solté su mano, me paré y Hoshi al darse cuenta se paró junto a mi.-¿A dónde vamos? - pregunté un tanto extrañado al no reconocer la calle por la que ibamos.
- Vaya, olvidé decirtelo cuando te lo conté todo. -dijo con una sonrisa, rascando su nuca- A nuestra nueva casa. -continuó. Lo miré totalmente sorprendido de sus palabras y volvió a agarrarme de la mano para luego seguir andando.
Llegamos a un bloque diferente al anterior, entramos y subimos al ascensor, Hoshi pulsó un botón pero no llegué a ver a qué nivel le dió. Cuando las puertas se abrieron pude ver por el pequeño cartel en la pered que era un segundo piso. Nos acercamos a una de las puertas de madera blanca y Hoshi sacó la llave del bolsillo izquierdo de la chaqueta, la colocó en la cerradura y la abrió. Se colocó a un lado dejándome pasar a mí primero. Al entrar y ver el apartamento mi boca se abrió instantáneamente, no sabría cómo describirlo, a pesar de estar todo lleno de cajas y grandes bolsas sin abrir se podía apreciar lo enorme que era, de seguro costó un riñón y algo más. Escuché la puerta cerrarse y reaccioné para mirar a Hoshi que estaba justo detrás de mi mirándome con una cálida sonrisa.
- Es... Perfecto, pero seguro que te costó bastante. -suspiró sin dejar de sonreír, se giró dandome la espalda y se acercó a una de las cajas para empezar a abrirla.
- Es alquilado, me ha costado dinero pero no tanto como pagar un piso al contado. -explicó.Me quedé en silencio, sin ser capaz de respondar nada. Únicamente me limité a observarlo desde atrás. Estaba seguro de que si lo quería más acabaría explotando. Hoshi pareció notar el silencio pues se giró y se percató de que lo estaba mirando. Me sonrojé en el acto y aparté la mirada. A los pocos segundos lo sentí justo frente a mí, sonriendo con dulzura.
- ¿Qué pasa? -pregunté nervioso.
- Que te quiero, eso pasa. -dicho aquello plantó un beso sobre mis labios. Apenas recordaba cómo se sentía los suyos, pero sabía que desde aquel momento no iba a querer dejar de sentirlos jamás.
Hecho aquello volvió a girarse para continuar desempacando las cajas. Me acerqué a él y le abracé apoyando mi rostro en su espalda.- Gracias. -dije, sabiendo que este sería nuestro nuevo comienzo.
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✰ Hoshi - leehosh
✰ Woozi - Haneul38
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Hurtful ۵『Soonhoon』
FanficWhy is so hurtful to be next to you when it's the thing I love the most? • ────── ✾ ────── • ✰ @leehosh - Hoshi. ✰ @haneul38 - Woozi. ↪Capítulos cortos. ↪Todos los capítulos incluyen una imagen softbot y una canción. ©Prohibidas copias y/o adap...