T R E S

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Y entonces desperté.

Gotas de sudor bajaban por mi cara, y algunas lágrimas comenzaban a salir.

Las pesadillas eran más largas cada vez. No solían ser tan fuertes, las pasaba por alto porque no las creía importantes, ya tenía suficientes problemas como para ponerme a pensar en el significado de cada una.

Pero eso se acabó, ya no estamos en peligro, yo estaré bien ¿Por qué siguen apareciendo?

No tengo idea que significan esos sueños tan espantosos, pero no me importa averiguarlo. A veces pienso que son recuerdos de otras personas que pasan por mi mente, descarto la idea ya que suena muy descabellado.

Cuando mi respiración se regula, la sed me invade. Así que voy por un vaso de agua a la cocina.

Abro el fregadero y lleno el vaso. El agua fría baja por mi garganta y la frescura toma el lugar de la sed.

Necesito aire fresco, así que decido salir un rato.

Ya se, suena de locos salir a mitad de la noche en un pueblo que no conoces, pero si no lo pensamos mucho, no es tan irracional.

Me pongo un abrigo y tomo las llaves para salir de casa.

Ya afuera, camino siguiendo una misma dirección para no perderme. No pienso en nada, solamente camino, como si caminando mis problemas se arreglaran.

El sueño se ha esfumado. Y el camino solo es iluminado por las lámparas de la calle.

Me pongo a pensar en como todas las personas viven absortos en su propio mundo. En como todos van perdiendo los valores, y se destruyen a si mismos. Los problemas de los demás no caben en sus mentes. Imagino que todos en este lugar tienen sus momentos felices; como me gustaría volver a ser un bebé, ellos no tienen problemas ni preocupaciones...

Todo pensamiento sobre las familias, es invadido por ese (para nada nuevo) presentimiento de ser observada. Confieso que me pone un tanto nerviosa; volteo hacía todos lados con el fin de encontrarme a alguien. Pero no es sorpresa no ver a nadie.

'Ya te estás volviendo loca... Ves, debías tomar esa pastilla...'

Suena una voz en mi cabeza, pero no le hago caso. Yo tomo mis decisiones, y si no quise tomar esa pastilla, nadie me obligará.

Decido volver a casa para descansar, pero veo pasar la silueta humana de alguien al lado contrario de la calle. Volteo, y noto como hay un chico vestido de negro con un cigarrillo en los labios.

Es la única persona a parte de mi en este lugar... ¿Será él quien me observa?

Me quedo en mis pensamientos cuando noto como levanta la cabeza para encontrarse con mis ojos. No demuestro nada en mi cara, y el chico solo me mira.

La luz no llega hasta donde está él, así que no puedo detallarlo mucho.

Bota y pisa el cigarrillo antes de acercarse hacia mí. No parece una mala persona, pero igualmente los nervios me invaden, aunque no lo demuestre.

'Lo encontraste fumando a mitad de la noche, su vestimenta es de negro y sus pasos son decididos ¿Y así piensas que no es una mala persona?'

Habla de nuevo la voz de mi cabeza. Ahora más cerca y con un poco de luz, logré ver mejor su cara.

Es muy apuesto, tiene ojos de un profundo color negro, su nariz es perfilada, sus labios algo gruesos pero no tanto, su cabello es algo largo y de un negro demasiado oscuro, su piel es algo pálida, aunque puede tratarse de la luz. Se encuentra a como mucho, 5 pasos de mí. Ninguno baja la mirada, es como una batalla de miradas. Una batalla que él pierde al desviarla y rodar los ojos.

—Pero que inmadurez —dice después de acercarse más. —¿Nueva? No recuerdo haberte visto antes. —comenta.

—No debo hablar con extraño, adiós. —digo mientras camino a casa.

Fue la escusa más tonta, pero no se me ocurrió otra y me da miedo este tipo.

—Si las personas no hablan con extraños, ¿como hacen amigos? —pregunta con ironía.

—Algunos no tenemos amigos... —digo caminando, y siento como me sigue.

—Ok, empezamos mal. ¿Eres...? —espera a que complete la frase. En cualquier otro caso, me hubiera presentado formalmente, pero lo estoy conociendo a mitad de la noche y parece peligroso. Mejor no le digo nada.

—No pienso ponerme en peligro, por favor, vete —pido pero sin sonar suplicante.

Lo piensa un momento y responde: —No, no quiero.

No respondo y él se adelanta hasta ponerse a mi lado.

—¿Que haces tan tarde afuera? ¿Podrían hacerte daño, sabes?— No creo que Dentron sea un lugar peligroso. Exceptuando a éste tipo que me está siguiendo...

—No te incumbe. —corto sin más, pero creo que debería sacarle información, tal vez me siento observada por él, aunque anteriormente me dijo que no me había visto antes.

'Es un extraño, ¿crees que te haya dicho la verdad? Piensa, maldita sea'

Apoyo a mi subconsciente, y me decido por preguntarle si es él quien me sigue.

—Dices que no me habías visto antes ¿no? —No pienso decirle que me siento observada, solo espero para ver su reacción.

—Así es, hasta ahora veo a alguien como tú .—eso me ofende, ¿Como es alguien como yo?.

—¿Como que "hasta ahora veo a alguien como tú?", ¿Eso es una ofensa? —hago un gesto fingido de enojo, pero parece real, ya que él se retracta diciendo:

—No, no, para nada... —niega con la cabeza. —es solo que en el pueblo no hay nadie con tu color de pelo ¿Es natural? —y dale con eso.

—Si. —ruedo los ojos. —No preguntes por que es así, ni yo lo sé.

'¡¿Por qué estás socializando?! Piensa Aileen, no es tu amigo, no tienes amigos, no le hables más de ti.'

Coincido con ese pensamiento, y aparto la mirada para volver a ponerla seria y apresurar el paso.

Él se queda atrás pero pronto me alcanza.

Mierda, ya casi llego en donde vivo, y no pienso arriesgarme a que este tipo vea donde es.

—Vete, chú, chú —Me vuelvo de pronto y le hago señas para que se vaya.

—Uyy, pero que carácter —Usa un tono juguetón. —Te salvas que me tengo que ir, pero pronto nos veremos, chica de cabello blanco. —y así corre en la dirección contraria hasta que pierdo toda la vista de su silueta.

Yo uso demasiado el tuteo, discúlpenme si les incómoda que las personas se traten con "tú" pero me cuesta mucho el "usted" :(

Este capítulo fue editado mientras estaba en la playa, mamadas. xD

AileenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora