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A partir de ese momento, se concentro en buscar una manera de despertar y todo terminara. Pensó durante horas distintas maneras para volver a la realidad, algunas no le convencieron, otras eran tontas o imposibles, como por ejemplo, tratar de pedir ayuda desde el "exterior", obviamente una idea tonta.

Y por otro lado, estaban las ideas mas " inteligentes", por así decirlo.
Al final, se quedo con tres ideas. Entonces, empezó. Lo primero que hizo fue tratar de auto - inflinjirse dolor, la razón es que recordó como una vez lograron despertarla de un pellizco, así que  procedió a pellizcarse los brazos, sin éxito alguno, comenzó a rasguñar distintas partes de su cuerpo como sus antebrazos, muslos, mejillas, cuello, etc. Nuevamente sin éxito y ya un poco frustrada, comenzó a abofetearse con fuerza, terminando con los mismos resultados.
Ya después, al tranquilizarse un poco, decidió continuar. Procedió a tomar la vela entre sus manos y la observo por un momento, como si se disculpara por haberla ofendido momentos atrás, luego volvió a colocarla en su lugar. - Me serás de mucha ayuda en estos momentos - dijo ella.
En su mente se creo un pequeño cronómetro con dos horas programadas en el, luego comenzó a caminar.
Pasadas las dos horas, llego nuevamente donde había dejado la vela, suspirando con leve alivio y algo de frustración.
La razón de su caminar era la idea de que tal vez hubiera una salida física en ese lugar, refiriéndose a una puerta o luz en alguna parte.

MorfeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora